Thursday, 8 April 2021

LOS "TRANSICIONALISTAS".

ROBO, FRANQUISMO ENCUBIERTO, CORRUPCIÓN ES EL RESULTADO DE CASI CUARENTA AÑOS DE TRANSICIÓN POR NO DECIR ESTAFA, QUE CONFIGURÓ LA CONSTITUCIÓN FRANQUISTA DEL 78.


La Constitución de 1978 es la Constitución de los Vencidos. Una Carta Magna para burlarse de los que perdieron la Guerra ante el fascismo. La Constitución tutelada del 78 es una fantasmagoría para la mayoría de un pueblo idiota y vencido y para  una minoría, eso sí, de listos. 
La monarquía del borbón ni es democrática en su origen, ni representa a nadie excepto así mismo y al régimen anterior. No es más que un tutelaje impuesto por el general Franco para preservar en el tiempo los derechos de conquista de los vencedores. Ya está bien de embustes y engaños.
Los llamados constitucionalistas se aferran en verdad a esta Transición interminable que es lo que resta en verdad de una Constitución del 78 destrozada en sus capítulos más sociales y en su propia soberanía como Estado. Cabría conocer las numerosas correcciones que se han hecho a escondidas a lo largo de los últimos cuarenta años de la Carta Magna para adecuarla a los intereses y exigencias del neoliberalismo (nuevo capitalismo financiero global) del que ya sufrimos consecuencias catastróficas a partir del estallido de la crisis del 2008. Por entonces conocimos la puntilla mortal, el rostro real a tan pretendida constitución social con el artículo 135 del felón Zapatero.  En estos tiempos se ha hecho mucho más visible el fracaso y la mala fe de una Constitución del 78, más voluntarista (por ser benévolos) que real, de la que apenas queda nada.
De esta manera, los encendidos fervores "constitucionalistas" [españolistas] actuales, que impregna a todo el arco constitucional, renacido y fustigado a partir de la eclosión catalana, no es más que otra pantomima interesada para el consumo borreguil de los oé, oé descerebrados que mantienen esta España con tintes fascistas. 
Ante tal situación de falso fervor patriótico (la patria es hacerse rico a costa de los demás) nadie se preguntó ni se pregunta durante estos años de Transición dónde ha quedado nuestra Constitución y su estado de derecho a una vivienda, consintiendo cientos de miles de desahuciados. O el estado de derecho de todo español a un trabajo decente. O el derecho de una familia a comer todos los días. En estos días de Navidades me pone enfermo las hipócritas campañas ciudadanas de recogida de alimentos para dar de comer a cientos de miles de familias. ¿Estado de derecho o caridad ciudadana? ¿Nos hemos olvidado de que la Constitución no ha existido a la hora de proteger a los ciudadanos en sus derechos sociales más básicos en esta grave crisis de la que aún nos queda por salir?
La Constitución del 78 ya no existe. Solo quedan los transicionalistas o aquellos que han aceptado una situación política como forma de vivir cómodamente dentro del soborno del Régimen.
 
j.m.boix