Mucho tendrían que aprender nuestros mandatarios de personas así, sobre todo esos politicuchos que tenemos viviendo en los palacetes de esos reinos de taifas llamados Autonomías. Mucho tendrían que reciclarse nuestra casta política para alcanzar la virtud de la sobriedad que tiene el primer mandatario de Irán. Lo suyo si que es voluntad de servicio a sus país y no la de todas estas urracas corrompidas que nos gobiernan para hacerse ricos con el dinero de los demás. Anguita es el único político español que ha renunciado al sueldo vitalicio que le pertenecía por haber sido diputado parlamentario, quedándose sólo con su pensión de maestro. Todos los demás terminan su cómoda existencia viviendo del Presupuesto, de las suculentas rentas de la Olla Grande. ¡Qué ciegos estamos los pueblos al no querer ver!
El coche de la fotografía, aparcado en la vivienda donde vive, es el de Mahmud Ahmadineyad. Rajoy y toda esa trouppe de políticos que nos gobiernan deberían aprender de alguien que ha renunciado al despilfarro del poder. No es mala enseñanza para los tiempos que corren y para unos desvergonzados políticos, que tienen el vicio de exijir a sus pueblos unos sacrificios que no se exijen a ellos mismos. Y si alguien puede tildar esto de populismo, ¡bendito populismo si éste nos hace ser más honrados y honestos!
Para finalizar, no tengo ningún tipo de adhesión personal hacia este hombre, ni tampoco creo que es el momento de discutir si es adecuada o no la campaña de demonización que Occidente le ha montado al personaje como en su momento se hizo con tantos otros cuando ya no interesaban. Pero la verdad es que el perfil que hemos tratado aquí del dirigente persa más lo quisiera para nuestros corruptos gobernantes.
j.m.boix
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