Thursday, 13 February 2014

EL CASO DE SANTA POLA ESTRECHA EL CERCO A RAJOY.


En más de una ocasión, este blog se hizo eco de ese oscuro asunto sobre la plaza de registrador de la localidad de Santa Pola, propiedad de Rajoy, que según denuncia el abogado Mazón, es gestionada por el supuesto amigo suyo, Francisco Riquelme, a su vez registrador de la propiedad en la plaza de Elche. Pero la ley de incompatibilidades de 1984  declara ilegal esta situación, por lo que el abogado Mazón reclama ante la justicia que Francisco Riquelme devuelva los 28 millones de euros cobrados  irregularmente durante los últimos 14 años.

El escrito del abogado cursado el 10 de febrero "hace referencia al artículo 2. 1, por el que se impide "percibir [...]más de una remuneración con cargo a los presupuestos de las Administraciones Públicas y de los Entes, Organismos y Empresas de ellas dependientes o con cargo a los de los órganos constitucionales, o que resulte de la aplicación de arancel ni ejercer opción por percepciones correspondientes a puestos incompatibles" (diario Público).

En el 2012, Gaspar Llamazares hizo una interpelación parlamentaria al presidente del gobierno preguntando si este continuaba cobrando los emolumentos de su plaza de Registrador en Santa Pola a través de su amigo Riquelme. Rajoy desmintió, entonces, esa acusación.
Rajoy, registrador de hipotecas.
Sin embargo, se da por hecho que Riquelme está cobrando de forma indebida la gestión del puesto de registrador de Santa Pola por lo que si la ley funciona, tendrá que devolver el dinero indebidamente cobrado durante esos catorce años, a dos millones por año, así como dimitir como registrador de Santa Pola.
Veintiocho millones de euros es una inmensa fortuna, y mucho me temo que si el señor Rajoy supuestamente los ha cobrado bajo mano por vía de una  componenda con su amigo, tendrá que reembolsarselos a Riquelme si la denuncia del abogado Mazón prospera. De no ser así dejaría en la estacada a su alter ego de Santa Pola, que tendría que apechugar con los millones de marras, que no son pocos. En fin, cobro de sobres en negro, corrupción a gogó en Génova y ahora el asunto de Santa Pola que continúa rondando y puede ser la puntilla definitiva a un presidente, presunto corrupto, que continúa gobernando de manera despótica el país como si la corrupción no fuera con él. Porque es dificil imaginar que en este caso Rajoy le cediera la plaza a su amigo Riquelme en un arrebato altruista para que este se beneficiara de los dos millones mensuales además de los emolumentos que recibe de su propia plaza de Elche. Pero no creo en un Rajoy "El Magnánimo" y mucho menos tonto. 
Este es un asunto muy gordo que la propia fiscalía debía haber investigado hace tiempo, claro está, me refiero a una fiscalía independiente y no al servicio de Rajoy y su gobierno.

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