Sunday 30 March 2014

" UNA VEZ MÁS VENCEDORES Y VENCIDOS".




Cualquier gobierno medianamente inteligente aplica en momentos de dificultades el palo y la zanahoria, lo que podríamos traducir que, además de la represión policial, Rajoy debería atender algunas peticiones de la calle que para eso se manifiesta y de esta manera rebajar la presión social. Pero en el fascismo falta inteligencia y sobra brutalidad. El PP ha optado por el palo y más palo a secas, sin ninguna concesión a un pueblo que clama justicia. Para Rajoy y los suyos en este país aún prevalece el estatus de "vencedores y vencidos". De esta manera consideran el conflicto social creado a partir de su monstruosa agresión a los derechos y libertades ciudadanas una sublevación del vencido, que da por supuesto que tiene que aplastar a cualquier precio. Solo así se entendería esta situación insostenible, que lejos de amainar, aumenta peligrosamente. Pero para estos garrulos lo que está sucediendo obedece solo a una insolente insurgencia que merece una nueva "cruzada" que solo puede terminar con un pueblo vencido y humillado por segunda vez. Sin duda estamos bajo una siniestra rémora del 36 donde enloquecidos sicópatas irredentos persiguen un segundo y tenebroso bando de victoria sin concesiones. 

No hay cuartel en favor de la necesaria disensión que en estos momentos necesita el país ante una situación social crítica y explosiva. Es el rencor y la arrogancia ciega del fascista trasnochado anclada en los viejos oropeles de la victoria del 39. Vencedores y vencidos. Solo hay eso. Rajoy y su criminal "trouppe" ignora y combate a palos lo que consideran una rebelión de los vencidos. Esa y no otra es a mi entender la verdadera tragedia de la violencia que se respira y que flota en un ambiente a punto de deflagrar.

A resultas de las manifestaciones ciudadanas de este fin de semana, he leído este comentario en el diario Público que me parece interesante transcribir a continuación:
j.m.boix

incivilizado
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1 i incivilizado 29-03-2014 23:13

"El día que los ciudadanos desesperados que se manifiestan por su dignidad decidan no retroceder ante los antidisturbios, porque nada tengan que perder, todo habrá cambiado. Cuando la muerte resulte un mal menor ante una vida que no es vida que es miseria y sólo un callejón sin salida, no habrá engaños masivos, manipulación, ni armas suficientes para evitar el cambio. Cuestión de tiempo."

Salud y República.

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