Sunday, 10 May 2015

¿PARA QUÉ VOTAR UNOS AYUNTAMIENTOS CADA VEZ MENOS DEMOCRÁTICOS?





En los famélicos Ayuntamientos nacidos de la democracia del 78 y digo famélicos por su escasa financiación, es muy dificil hacer democracia, al menos si el grupo municipal que lo dirige no es peleón y no está dispuesto a bordear ni saltarse el asfixiante corsé de la Ley de Régimen Local
Hoy, además, tienen que enfrentarse al proceso de austeridad y penuria, que como una inplacable apisonadora obliga a cumplir de determinada forma la escuálida financiación de sus limitadas arcas, de tal modo que poco se puede hacer para que esta institución democrática con mayúsculas atienda con suficiente decoro las necesidades más imperiosas de sus vecinos
Si siempre ha sido un grave problema la falta de financiación de los consistorios ––la hermana pobre de las instituciones–– para atender la debacle social que este criminal sistema nos está sometiendo, peor se lo ponen ahora al arrebatarle la posibilidad de ayudar de manera directa a los amplios colectivos necesitados de sus repectivos municipios, que ahora se pretende gestionar de forma nada clara desde organismos supramunicipales, totalmente ajenos a sus distintos y peculiares problemas (Ley 27/2013)
Los Ayuntamientos pierden cada vez más capacidad democrática para actuar en el tajo de los problemas del día a día de sus vecinos en favor de una centralidad alejada de esa democracia por excelencia ––sin apenas intermediarios–– que supone la gestión municipal y que pretenden convertir en meras instituciones decorativas. 
El CG CEES (Consejo General de Colegios de Educadoras y Educadores Sociales) ha elaborado un informe sobre la nueva Ley, que hay que conocer de la  que paso a detallaros algunos apartados:


Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local.     



"Los ayuntamientos van a verse afectados por la nueva reforma local del gobierno del Estado. Una reforma que aleja de todos los municipios competencias tan importantes como la educación, la sanidad o la atención social, y en el caso de los municipios de menos de 20.000 habitantes también afecta a la prestación de los servicios más básicos, que tendrán que ser prestados prioritariamente por entidades supramunicipales. Según criterio de la Diputación provincial y decisión del Ministerio.
Los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, por ejemplo, tendrán como único servicio obligatorio encargarse del funcionamiento del cementerio municipal.
La reforma local del Estado conlleva que buena parte de los problemas o incidencias de los servicios actuales tengan que ser tramitadas en una administración superior, lo que supondrá a la ciudadanía tener que trasladarse fuera de su municipio para hacer un trámite. También supondrá la pérdida de proximidad e inmediatez, y alejará el trato directo con las personas que en estos momentos nos atienden en los ayuntamientos. Uno de los servicios que se van a ver más afectados será:

Servicios Sociales
La mayor parte de los servicios sociales que prestan los ayuntamientos, con esta reforma, pasarán a ser competencia de los gobiernos autonómicos, que los tendrá que financiar íntegramente, sin que el Estado aporte ningún recurso adicional.
Esto significará: servicios más alejados y menos adaptados a las necesidades de cada municipio, una gestión con un mayor
desconocimiento de la realidad social que sufrimos los ciudadanos y ciudadanas, y ser peor atendidos.
El gobierno autónomo podrá delegar la gestión de los servicios a otra administración, ya sea Diputación, Comarca o Ayuntamiento, pero la ley no determina en qué condiciones ni quién lo pagará.

El Ayuntamiento no podrá:
Hacer políticas de reinserción social, incentivar la economía local, potenciar la ocupación de la ciudadanía.
Diseñar su propia política de servicios sociales. Prestar el servicio de teleasistencia.
Apoyar a personas en riesgo de exclusión social.
Dar y gestionar ayudas sociales.

Educación
Esta Ley hace que los ayuntamientos vean limitada su capacidad
para crear y gestionar escuelas infantiles, escuelas de música,
escuelas de adultos y cualquiera otro servicio de educación no
reglada. Además, sin que los gobiernos autonómicos puedan
garantizar la prestación de estos servicios.
También pone en riesgo que estos servicios no se puedan
mantener con aportaciones públicas de los ayuntamientos y que
el coste de las plazas, pasen a depender, en mayor medida, de la
capacidad económica de los y las usuarias y sus familias.
 
Sanidad.
Los ayuntamientos tampoco podrán prestar ningún servicio
sanitario ni siquiera encargarse del mantenimiento de los
dispensarios. Todas las competencias relativas a la gestión de la
atención primaria de la salud corresponderán a las CCAA.
El ayuntamiento no podrá ejercer Servicios de Inspección
Sanitaria: Las CCAA prestarán los servicios relacionados con el
control sanitario de los mataderos e industrias de alimentos y
bebidas.
 

Atención a la mujer
Finalmente, esta ley hace que las políticas y recursos de atención
a la mujer que prestan actualmente los ayuntamientos puedan
dejar de prestarse. Por lo tanto, todos los programas que ofrecen
ahora los ayuntamientos para atender las necesidades y
problemáticas que afectan a la mujer, se perderían.
El Consejo General de Colegios de Educadoras y
Educadores Sociales en contra de las modificaciones y las
pérdidas de los servicios municipales aprobados por la Ley
27/2013, de 27 de diciembre,
de racionalización y
sostenibilidad de la Administración Local (Marzo de 2014)."

Está claro que ningunear esta Institución hasta dejarla en su mínima expresión parece ser el objetivo del sistema neoliberal. Que los Ayuntamientos no sean más que meros gestores burocráticos sin capacidad de salirse de los enjutos railes que les marcan no hace más que despolitizarlos. Ya hemos visto la minusvaloración democrática que hacen los neofalangistas de Ciudadanos ––amantes del centralismo franquista–– al proponer borrar de un plumazo la inmensa mayoría de tan necesarias como entrañables instituciones.
En esta campaña de Municipales los candidatos de izquierda deben de actuar con decencia y de dejar de engañar a sus vecinos con eso de la necesidad de votar un ayuntamiento de izquierdas porque ninguno lo podrá ser con la reglamentación de esta nueva Ley. Les hemos permitido a esta derecha demasiadas concesiones hasta el punto que ahora se pone muy difícil dar marcha atrás para recuperar las parcelas de democracia que nos han robado a la mata callando. 
Yo no quiero meros gestores del capital como alcaldes ––para eso están los funcionarios––, quiero políticos que defiendan las mejores ideas y opciones para sus vecinos. Por eso no voy a votar en estas municipales. 

j.m.boix  


 

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