Guadalupe es una monja argentina que trabaja en Alepo, Siria, hace más de dieciocho vive en Medio Oriente junto a su congregación. A partir de la experiencia de haber vivido en carne propia la guerra civil y la crisis humanitaria de la inmigración forzada.
“Todo el conflicto vino desde afuera. Siempre hubo gente disconforme con Al Assad, pero la gente vivía bien”, explicó. Según relató, “desde que empezó la guerra venimos sumando historias trágicas; las explosiones son permanentes y ahora las familias tienen que vivir en la miseria”. “Los sirios estaban muy bien”, argumentó, y agregó que para resolver el problema de la inmigración se debe pacificar la región.
No comments:
Post a Comment