Es increible. Al final van atener razón esos que proclaman ya una segunda Transición, entre ellos Pablo Iglesias y Dolores de Cospedal. Curiosa pareja para un nuevo fraude en España.
Yo, de verdad de la buena, es que flipo con todo lo que está pasando. El mesias de esa nueva izquierda que no lo es, ya está reclamando el sillón de la vicepresidencia del nuevo e hipotético gobierno que, según aseguran, debe cambiar este país. De momento, la línea roja que marca el PSOE para llegar al ansiado pacto es la eliminación de ese referendum para la independencia de Cataluña que aún lleva en su programa el partido morado. Y es para preguntarse, ¿y ya está? ¿Con la eliminación de esta sola propuesta vamos a tener un gobierno que cambie España? ¿Y todo lo demás? ¿Y la austeridad? ¿Y los salarios y las jubilaciones de miseria? ¿Y los desahucios? ¿Y los abusos bancarios? ¿Y el latrocinio de las compañias energéticas? ¿Y las políticas de austeridad de la UE? ¿Y el TTIP? ¿Se ha negociado sobre todo esto, que no es menos importante que la unidad de España, antes de pedir sillones? En definitiva, ¿ambos partidos están de acuerdo en que hay que tomar urgentes y severas medidas legislativas contra esta economía salvaje que padecemos y que tiende a profundizarse? ¿O, como siempre, hay un acuerdo tácito en parchear y ningunear aquí y allá para no irritar a la oligarquía dominante y a Europa? ¿Qué pretenden decirnos los que hablan de una segunda Transición? ¿Quizás otro vergonzoso pacto para no tocar lo fundamental, la imponderable y corrupta infraestructura económica franquista que ha hecho de este país un vertedero?
Podemos, a igual que los otros granujas sedientos de tocar poder, que vociferan un gobierno de izquierda, nos están engañando con el mismo mensaje tramposo que prosperó a lo largo de toda la Transición. Porque ni el PSOE ha sido nunca una alternativa de izquierda económica ni tampoco Podemos pasa a ser más que una peligrosa organización gatoparda, que milita no en las ideas, sino alrededor de un mesiánico líder al que poco le importa pasarse por el forro sus propios programas económicos si estos les impide "su asalto a los cielos". ¿Qué fue del programa radical que lo llevó al parlamento europeo? En este sentido este trilero de la oportunidad, que pone la bolita donde le viene bien a sus cojones, me recuerda y mucho a Felipe Gonzalez, que con tal de alcanzar el poder hizo abjurar a su partido del marxismo en Suresnes y fue capaz de apuntarse al golpismo cuartelero del 23-F contra un gobierno legítimo -- el de Adolfo Suarez-- con tal de ir de segundón en un supuesto gobierno de "salvación nacional" encabezado por un general franquista.
Cuando se habla de una segunda Transición, no hay que pensar que esta sería nueva y distinta a la primera. Quien lo piense así es que es tonto de capirote. Lo que pasa es que todos estos sinvergüenzas no tienen valor de hablar claro y continúan como siempre anclados en la ambigüedad y la mentira, que parece ser que es lo que cunde en este país y lo más cómodo para todos. En todo caso pienso [piensa mal y acertarás] que esta segunda Transición no sería más que una prórroga sine die de la actual, y en esta ocasión con el fin de consolidar en el trono al nieto de Franco.
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