Estas dos menopáusicas están locas de atar. Celebran y se regocijan de seguir y ampliar las sanciones contra Rusia hasta que este gigantesco país se "porte bien", según sus criterios. Se las ve sonrientes y despreocupadas a pesar que el aliento del oso enfurecido caldea día a día sus nucas.. La primera ministra de Polonia, la señora de la izquierda en la foto, lo es practicamente de un país que ya no existe. Polonia no es más que la volñuntad de Washington, que ha ocupado militarmente su territorio de manera salvaje convirtiéndo a los polacos en las primeras víctimas que en un abrir y cerrar de ojos pueden desaparecer otra vez del mapa. Pero, ¿es que no escarmientan?
¿Y la inefable Merckel? ¿De qué va esta señora además de hundir en la miseria a Europa? En el espacio territorial que separa Alemania de Rusia no hay nada que mañana pueda detener a la inmensa maquinaria de guerra rusa. A un ejército que es capaz de desplegar en horas a mas de doscientos mil soldados. Vamos que como quien dice, en un cuarto de hora tendría a los rusos izando de nuevo su bandera en el Reichtag.
No me puedo explicar hasta donde puede llegar la capacidad de estupidez de los pueblos y como pueden votar y mantener a gobiernos y personajes tan insensatos y peligrosos para su propia existencia.
Rusia está cansada de advertir que no admitirá un escudo antimisiles en Polonia, ni tampoco el continuo y escandaloso acercamiento de la OTAN a sus fronteras en su afán de rodearla y acumular tropas y misiles a sus puertas. El jefe militar del destacamento de soldados españoles que juegan a la guerra en el Báltico junto a las fronteras con Rusia ya se ha apresurado a disculparse que ellos no están allí contra Rusia.Y la pregunta es inmediata ¿Entonces, que hacen allí?
El caso es que mientras estas dignas señoras se regodean, jugando a las sanciones contra Rusia, sus pueblos pueden dejar de existir en horas. Así de sencillo.
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