LA DERROTA DE LOS TRABAJADORES EN FRANCIA.

Tal y como nos temíamos el programa neoliberal contra las libertades y derechos del pueblo trabajador va a continuar y a profundizarse. El granuja social/fascista Hollande impuso su reforma laboral a sangre y fuego y ahora sus compañeros del gremio continuarán el proceso de desarme económico, cultural y de derechos democráticos de los trabajadores galos con la victoria del lagarterano Macron impuesto por las élites y sus medios de comunicación. 

Francia ha votado bajo un estado de excepción que mucho me temo se mantendrá más allá de las legislativas. Una insólita situación que dice mucho de por donde van las democracias neoliberales. Porque el estado de excepción impuesto por el gobierno socialista francés no es, precisamente, contra el terrorismo yihadista [del que muchas explicaciones debería dar Hollande], sino contra esa gran parte de pueblo marginado y en general contra las clases débiles que están a punto de explotar y con razón.

No soy francés, pero en verdad me siento derrotado con esta oportunidad de oro que hemos tenido los trabajadores de Europa para acabar con la barbarie neoliberal impuesta por Merkel y Bruselas. Aunque aún quedan unas legislativas por ganar para que el triunfo de los facciosos financieros no se convierta en un paseo militar.

 Mientras tanto en España la podredumbre avanza y se torna cada vez más pestilente. Según la última encuesta del CIS en la peninsula se extiende y triunfa el voto indecente de un populacho ladrón que mantiene y potencia un partido mafioso y fascista. Total, un negro futuro para las libertades de este viejo Continente.