Wednesday 20 December 2017

LA QUINTA COLUMNA DEL RÉGIMEN.


Es increíble la capacidad de engaño de estos personajes que han crecido y hecho fortuna [política y de la otra] bajo los focos de la televisión.

Iglesias, Colau y el tonto útil de Garzón han destrozado el panorama de cualquier ilusión por hacer prosperar otro tipo de sociedad que no sea la podrida que sufrimos o disfrutamos según quien lo mire [todos los que votan al PP, Ciudadanos y PSOE parecen disfrutarla], pero que ya es algo imposible de soportar para la poca gente decente que quedamos en este país.
Las esperanzas de que cambie la situación se  sigue alejando hacia un horizonte sórdido, que ya se presenta como un triste y árido páramo lleno de calamidades. 
El 15-M y la Revolución Catalana, que han sido dos grandes hitos con capacidad para derrumbar este régimen franquista y corrupto, han sido oportunamente desactivados por aquellos personajes que se presentaron a la palestra política de nuestro país como salvadores pero que no han tardado demasiado en demostrarnos lo contrario. Mientras la rebelión o revolución catalana, más allá de la independencia, demostró la capacidad admirable de un pueblo para organizarse y plantar cara a un pestilente estado de derecho que vive bajo los perversos auspicios del fascismo y la corrupción, los nuevos líderes de esta pretendida izquierda renovadora se han revuelto como fieras contra el intento de ese pueblo de librarse de los herederos del 18 de julio y su fétido ultranacionalismo franquista dispuesto a matar si llega el caso. 
Tal y como hoy están las cosas y fuera ya las pretendidas caretas de la confusión, Ada Colau, según sus declaraciones contra la insurgencia catalana, debiera estar con los ultranacionalistas de Ciudadanos (para Rivera el ultranacionalismo español no es venenoso) así como Iglesias, que también come el mismo pienso del mismo pesebre ideológico que los sociatas, debería afiliarse al PSOE y dejar de engañar más al personal. 
Al menos, estos personajes nacidos bajo los auspicios de los  media debieran tener la decencia de no actuar como "quintacolumna" en este impresentable régimen de fascismo chusquero que asola España. Pero, supongo, que el precioso sillón de la alcaldía de Barcelona tira mucho a igual que el escaño(s) de los morados, que se han asegurado con sus falsas promesas un cómodo porvenir económico sentando sus culos en las instituciones corruptas que mantienen. La desvergüenza de Iglesias de arremeter contra Dante Fachín, el
Un golfo al estilo de Felipe González
responsable de Podemos Cataluña hasta defenestrarlo por implicarse, sin ambigüedades, en la revolución catalana demuestra a las claras que clase de proyecto representa este farsante. A decir verdad, ninguno. Tanto Ada Colau como Iglesias siguen al remolque de la Transición y apuestan en las próximas elecciones catalanas impuesta por Madrid por un partido que no es "ni chicha ni limoná" como Cataluña en Común. Su bandera para diferenciarse de los revolucionarios cara a la galería se resume en el absurdo contrasentido que supone su lema "ni DUI ni Artículo 155".  ¿Pero, qué alternativa política es esa? ¿Acaso eso no es lo mismo que defender el "statu quo" anterior?
Con sus silencios y acatamiento al vigente "estado de derecho" estos supuestos "salvadores de la patria"están apoyando con su parda actitud al ultra españolismo rancio y fascista que está  tomando las calles.
Incluso algún comunista histórico desnortado de la talla "del Justi" ha alabado a Paco Frutos tras su esperpéntico y enloquecido apoyo a los ultranacionalistas españoles en el último mitin de los
Vaya par de sinvergüenzas.
franquistas en Barcelona. Esto supone el no va más del desvarío y la prostitución en que se encuentra la cancha izquierdosa española. Pero, ya se sabe. Ni los comunistas son ya comunistas ni la izquierda es izquierda. La corrupción lo ha destruido todo, transformando la política nacional en un grumoso lupanar donde todos van a lo mismo.  ¿Qué alternativa de España ofrece esta gente yogurtera de Podemos al margen de seguir viviendo del Presupuesto de Montoro? 

La oportunidad que tuvimos con el 15-M ya se esfumó a pesar que hoy estamos mucho peor que entonces.
¡Qué más quisiéramos un nuevo 15-M que movilizara España como se ha movilizado Cataluña! Que nos hiciera hombres libres y no condenados de por vida a ser lacayos y siervos del Borbón y de su Constitución cortesana y franquista. Pero las calles y plazas siguen secuestradas por ese oportunista Hamelín, que con su flauta "mágica" proporcionada por los medios del capital, barrió con sus mentiras y verborrea esas mismas plazas y calles, despejandolas de cualquier pretensión revolucionaria.

Ellos, junto al PSOE, son la "quinta columna" del régimen. La garantía de los opresores para que sus instituciones sean intocables. A la hora de la verdad y cuando los franquistas tocan a rebato se pliegan al mandato del "estado de derecho" de unas instituciones que sabemos son corruptas. Un estado de derecho vergonzoso e inoperante frente a la podredumbre del magma que borbota por los cuatro costados de la Constitución del 78. Un Estado corrupto en manos de un Presidente franquista, que es la esencia misma de la podredumbre, y que sigue ahí, para deshonra de la nación. ¿Se han preguntado alguna vez por qué los Iglesias y las Colau no movilizan la calle para echar a los corruptos? Porque las razones para hacerlo, sin duda, han aumentado. Pero ni lo intentan siquiera. Se sienten más cómodos con sus pariditas en twitter para cubrir el expediente y cobrar sus sueldos al final de mes.
No me cabe duda que esta gentuza son los lacayos más peligrosos del Régimen. Una auténtica quinta columna que nos impide avanzar. 

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