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Sunday 1 September 2013

COMO EN IRAK. EE.UU. BUSCA FALSAS RAZONES PARA ATACAR SIRIA.




Iniciar una guerra de agresión es un crimen y ninguna situación política o económica puede justificarla (Robert H. Jackson, jefe de los fiscales norteamericanos en el Tribunal de Nuremberg, 1945-1946)

El cinismo del Premio Nobel de la Paz, Barack Obama y de sus secuaces incondicionales: el primer ministro británico, David Cameron y su homólogo francés, Francois Hollande, al acusar al gobierno de Siria de “usar armas químicas contra la población civil” sin presentar ninguna prueba concreta, ya superó con creces la desfachatez del ex presidente George W. Bush cuando en 2003 desató una guerra contra Irak a base de pruebas falsas sobre la existencia de armas de destrucción masiva.
Al menos en aquel entonces el ex secretario de Estado Colin Powell presentó fotos, videos, grabaciones telefónicas, inclusive  un frasco con contenido desconocido, pero todo había sido fraguado por los servicios especiales como se descubrió  después.
Pero para el desesperado Barack Obama es suficiente un video  de fuentes anónimas,  presentado en YouTube el 20 de agosto pasado por el supuesto uso de armas químicas contra la población civil y utilizado por el régimen de Bashar al-Assad en el barrio Ghuta localizado en el suburbio de la capital Damasco,  para responsabilizar al gobierno sirio de este crimen.

Se calcula que en aquel ataque murieron entre 300 a 1,000 personas y más de 3,000 acudieron a los centros médicos. Pero lo curioso y para sorpresa del mundo  el video de YouTube fue divulgado un día antes del uso de las armas químicas, incluyendo el gas sarín, que tuvo lugar el 21 de agosto pasado. ¡Qué falta de coordinación e imaginación en prefabricar y presentar una prueba teniendo a su disposición 17 servicios de inteligencia nacional, más el MI6 británico y la DGSE francesa!
Para estos tres líderes de los iluminados halcones de guerra no vale nada la declaración de la presidenta de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Armas Químicas y Biológicas en Siria de las Naciones Unidas, Carla del Ponte hecha el 28 de agosto pasado indicando el uso del gas sarín  o GB por los “rebeldes de oposición” el fatídico 21 de agosto. El senador norteamericano Bob Corker, expresando la opinión de Washington ya lanzó su grito de guerra anunciando que “La respuesta de Estados Unidos por el uso de armas químicas en Siria por su gobierno es inminente, será una operación militar quirúrgica en Siria que no necesita ninguna autorización de nadie”, dijo.  Para acelerar un posible ataque contra Siria en apoyo de los mujahidines, el secretario de Estado, John Kerry llamó al secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon para que pare la investigación en Ghuta del prestigioso especialista sueco, Ake Sellstom y su equipo de la Organización para la Prevención de Armas Químicas  aduciendo  que ya era demasiado tarde para obtener pruebas.

Sorpresivamente por primera vez desde su elección como  Secretario General de las Naciones Unidas en 2007, Ban Ki-Moon se opuso y decidió  concluir la investigación sobre el uso del gas sarín, además su portavoz, Farhan Haq desmintió los argumentos de John Kerry indicando que “el gas sarín puede ser detectado meses después de su uso”. Esta desobediencia de Ban Ki Moom a Washington le podrá costar caro en el próximo futuro. Mientras tanto su equipo de investigación de la Organización de las  Naciones Unidas (ONU) prometió presentar pruebas concretas el 31 de agosto. El apuro de EE.UU. y sus aliados de iniciar acciones bélicas contra Siria lo más pronto posible y sus presiones sobre la ONU son comprensibles. Washington tiene miedo de que los investigadores no obtengan pruebas del ataque usando el gas sarín por las fuerzas armadas de sirias.
Lo mismo pasó en el 2002 y 2003 cuando Norteamérica  rechazó la conclusión de los inspectores de la ONU sobre la ausencia de las armas de destrucción masiva en Irak y les ordenó salir del país abruptamente. En aquel entonces el gobierno de George W. Bush había tomado la decisión con anterioridad de ir a la guerra y no les  importó ni la opinión pública mundial  ni las declaraciones de especialistas contrarias a su plan. Algo parecido está pasando ahora. Recientemente hubo una reunión de EE.UU. y sus aliados en Jordania, donde están estacionadas las tropas norteamericanas, para decidir próximos pasos a seguir en relación a Siria y presentar sus “propias evidencias” para justificar lo injustificable: una  agresión contra Siria.

No es la primera vez que se habla del uso de armas químicas en Siria. Tales incidentes tuvieron lugar en marzo y mayo pasados y en ambos casos fueron presentados pruebas de que las usaron tanto al-Qaeda como su brazo derecho en Siria, al-Nusra (Frente Nusra) cuyos mujahidines han ido  recibiendo entrenamiento en Turquía en los últimos dos años y se le considera uno de los más vociferantes enemigos del régimen de Assad.  Hace poco la policía turca les decomisó a sus militantes contenedores de gas sarín. A la vez Qatar y Arabia Saudita están financiando estas organizaciones terroristas. Todo esto significa que Estados Unidos, Reino Unido,  Francia e Israel están en una estrecha y abierta alianza tanto con al-Qaeda como con al-Nusra en Siria, a pesar de llamarlos oficialmente terroristas y enemigos del occidente.
Hace poco en una entrevista con el periódico ruso Izvestia, el presidente sirio Bashar al-Assad aclaró que “El principal motivo por el que continúan las acciones militares es la gran cantidad de terroristas que llegan continuamente a Siria desde el extranjero. Además, continua la financiación  de estos, desde el extranjero, así como el suministro de armamento…El terrorismo no es como una carta de naipes en el bolsillo que puedes sacar y utilizar cuando lo deseas y después volverla a guardar. El terrorismo, como el escorpión, muerde en cualquier momento. En consecuencia, no se puede estar a favor del terrorismo en Siria y en contra de él en Mali”. Respecto a la acusación por el uso de armas químicas, contestó con una pregunta: ¿”Acaso el Estado puede utilizar armas químicas o cualquier otro tipo de armas de destrucción masiva en un lugar donde están concentradas sus tropas? Por esto, este tipo de acusaciones son exclusivamente políticas”, dijo.

En realidad la decisión de sacar del poder al presidente de Siria Assad fue tomada hace siete años por Washington. De acuerdo a WikiLeaks que divulgó un informe de la embajada norteamericana en Damasco dando consejos al gobierno sobre los puntos vulnerables del gobierno sirio y las acciones para tomar para terminar con su régimen. Sin embargo, un año antes, en 2005, la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice advirtió sobre los “próximos cambios en el Medio Oriente de acuerdo a los intereses de seguridad nacional de Norteamérica”. Posteriormente apareció la declaración del ex comandante de la OTAN durante la guerra de 1999 en Yugoslavia, el general retirado Wesley Clark, anunciando que “Vamos a invadir siete países en cinco años comenzando con Irak, después Libia, Somalia, Sudán, Líbano, Siria y finalmente Irán.”

En relación a Siria, el ex líder de los Demócratas Liberales británicos, Lord Ashdown declaró que la CIA con el dinero de Arabia Saudita y Qatar (unos tres mil millones de dólares) transfirió a los grupos jihadistas en Siria 3.500 toneladas de armamento procedente de Bosnia. “Lo que quiere Estados Unidos es fomentar grupos de jihadistas suníes para que hagan la guerra contra shiitas en Siria e Irán”. Actualmente existen en el país 1.200 unidades de este tipo.  En la guerra de Irak los norteamericanos  hicieron al revés, fomentaron  la guerra de los shiitas contra los suníes para debilitar ambos lados y enfrascarlos en la enemistad que perdura hasta ahora. La organización al-Qaeda, creación de los Estados Unidos y que fue admitido públicamente por Hilary Clinton,  ha sido el instrumento principal de los norteamericanos para no permitir la unidad y la integración en el Medio Oriente.
Frente a la solidez y fortaleza del régimen de Bashar al-Assad que los mercenarios de al-Qaeda y de al-Nusra no pudieron derrocar o simplemente debilitar, Estados Unidos utilizará tarde o temprano sus “limitados ataques quirúrgicos” parecidos a los que realizó contra Yugoslavia en 1999. Para eso, como  informa el diario Marine Corps mandó a la región cuatro destructores armados con misiles de crucero  Tomahawk y dos unidades expedicionarias de marines: número 26 y número 13.

Apenas se anunció la posibilidad de un ataque contra Siria con misiles Tomahawk las acciones de la corporación Raytheon que los ensambla subieron drásticamente en el Wall Street, después que se divulgó la información que para destruir los  50 blancos vitales para la seguridad nacional de Siria se necesitarían no menos de 500 misiles Tomahawk, costando cada uno de ellos no menos de un millón de dólares. Si se confirma la tesis de que la guerra trae sufrimiento a unos y el enriquecimiento a otros.
Sin embargo, la bravura belicosa de Barack Obama y de sus aliados británicos y franceses  después de propagarse el famoso video en YouTube el 20 de agosto pasado, empezó a sentir mella el jueves 29 de agosto cuando el parlamento británico votó contra la moción del primer ministro David Cameron pidiendo autorización de acción militar contra Siria. Por primera vez este halcón británico  tuvo que reconocer que “No se puede afirmar con seguridad del 100 por ciento quién es el responsable del ataque químico”. Después de la votación del parlamento, el ministro de defensa, Philip Hammond anunció que el Reino Unido no va a participar en las acciones militares contra Siria.

Unas horas antes, el gobierno de Italia indicó que no apoyará ataque contra Siria si no existe una resolución de la Organización de las Naciones Unidas y tampoco permitirá el uso de seis bases militares que Estados Unidos tiene en el país. La canciller de Alemania, Angela Merkel se puso de acuerdo con el presidente de Rusia Vladimir Putin de no apresurarse con ninguna decisión antes de tener el informe del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Aprovechando este momento de debilidad en la alianza FUKUS (Francia, Reino Unido y Estados Unidos) el gobierno de Siria anunció que estaba listo para la invasión teniendo a su disposición  más de 8.000 militares dispuestos a convertirse en kamikazes en caso de intervención militar, apoyo de la mayoría del pueblo sirio, del Irán del Hezbolá libanés. El presidente Bashar al-Assad advirtió que “las amenazas de agresión contra Siria no harán sino fortalecer nuestra fidelidad a los principios de independencia de nuestro pueblo. Siria sabrá defenderse frente a cualquier agresor”.

La palabra final pertenece ahora al Premio Nobel de la Paz, Barack Obama que inesperadamente perdió un fuerte aliado en su iniciativa bélica, Gran Bretaña quedándose con Francia, la Liga de los Países Árabes, Israel, Turquía y sus nuevos seguidores lithuanos, estonianos y letuanos - pobres pero belicosos para el gusto de su amo. El 60 por ciento del pueblo norteamericano está contra el plan de Obama de efectuar un “ataque militar limitado” contra Siria.  ¿Escuchará  esta vez Barack Obama  la voluntad de su pueblo o se guiará como ha hecho el y todos sus predecesores, siempre por los intereses de las corporaciones como Raytheon y ofreciendo como de costumbre burdas mentiras a sus ciudadanos para justificar una nueva aventura bélica injustificable y rechazada por la mayoría de la población mundial?.  Solamente el tiempo dará la respuesta.
Vicky Peláez

Friday 30 August 2013

Los Tomahawk no podrán acabar con la crisis en Siria. Por SERGEI DUZ


Otro enemigo de Asad es la Liga Árabe que cargó a Damasco con la responsabilidad por el ataque químico, exhortando a los miembros del Consejo de Seguridad a superar sus discrepancias y adoptar medidas para poner coto a los asesinatos en Siria.
Cabe señalar que, hablando con rigor, los intereses de la coalición anti-Asad son bastante dispares (aunque la misma parece sólida). Basta mencionar las dudas que desgarran al presidente Obama. El inquilino de la Casa Blanca a todas luces está confuso y no sabe cómo actuar.
Después de los ataques aéreos contra Libia, EEUU se dio cuenta de que no podrá prescindir de una operación terrestre para realizar el asalto final. Pero, a diferencia del coronel Gadafi, Bashar Asad es un hueso duro de roer. Consciente de ello, Obama procurará dar largas al asunto, mientras su inacción no saque de quicio a Francia e Inglaterra que muestran una mayor intransigencia en comparación con la Casa Blanca. Precisamente estos dos países incitan a EEUU a la intervención militar, creyendo que Occidente debe actuar árbitro supremo en Oriente Próximo, comenta el colaborador del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú, Veniamín Popov:
La esencia del problema radica en que Occidente experimenta inquietud ante el resurgir del mundo islámico. Los países de Oriente Próximo y Medio son demasiado ricos en recursos naturales. Aparte de petróleo y gas, cuentan también con sus reservas financieras. EEUU desde hace mucho llegó a la conclusión de que no le conviene que esta parte del globo esté tranquila. Washington no quiere un rival que en un futuro le pueda generar grandes problemas.
Según ha dicho con acierto el vicepresidente del Gobierno ruso, Dmitri Rogozin, “la actitud de Occidente hacia el mundo islámico está preñada de graves peligros”. No cabe olvidar que la solución de los problemas orientales requiere mucha cautela e ingeniosidad. Por ejemplo, los motivos de Arabia Saudí, enemigo acérrimo de Asad, son ante todo de carácter religioso y los estadounidenses deben tenerlo en cuenta, opina el subdirector del Instituto de Orientalismo, Vladímir Isaev:
Arabia Sadí siempre se consideraba líder del mundo árabe, ante todo, líder religioso. Su rey ostenta el título de “guardián de dos santuarios”: las mezquitas de La Meca y Medina. El factor religioso mueve a Arabia Saudí a cometer acciones que no siempre son justificadas.
La postura anti-Asad adoptada por Turquía, también tiene su explicación, continúa Vladímir Isaev:
Por lo que a Turquía se refiere, este país tiene varias razones para intervenir en este conflicto. Antes que nada, no creo que Turquía realmente esté interesada en el avance de Siria por la senda democrática. Es que la propia Turquía difícilmente pueda catalogarse entre las naciones democráticas. Pero a Turquía le mantiene en vilo el ejemplo de Iraq (mejor dicho, de Kurdistán). Las autoridades de Ankara están preocupadas por el hecho de que Damasco haya concedido una amplia autonomía a los kurdos.
Israel en este sentido asume una postura especial: no tiene intención de entrar en el conflicto sirio, pero no dejará sin respuesta cualquier muestra de agresión por parte de Damasco, explica Vladímir Isaev.
La situación de Israel es bastante ambigua, dado que, en realidad, durante los regímenes de Asad padre e hijo casi no han tenido enfrentamientos directos con Siria. Pese a que no existe ningún acuerdo de paz entre Tel Aviv y Damasco, tampoco ha habido guerra.
La postura de Irán es implacable. Toda agresión contra Bashar Asad será considerada como un reto personal con las consecuencias que ello puede suponer. Vladímir Isaev comenta:
Irán es uno de los pocos Estados donde predominan los chiíes y buscará apoyarlos allí donde le sea posible. Además, respalda al partido Hizbulá que opera en el Líbano a través del territorio sirio.
En contra del uso de la fuerza en el cambio de régimen en Siria y por un arreglo exclusivamente a través de negociaciones, además de Irán, se pronuncian todos los países del BRICS, es decir, Rusia, China, la India, Brasil y Sudáfrica, así como una serie de Estados latinoamericanos. Según manifestó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, “si alguien cree que destruyendo con ataques aéreos la infraestructura militar siria y dejando el campo de batalla despejado para los opositores al régimen todo acabará, no es más que una ilusión. Incluso si este tipo de victoria se consigue, la guerra civil continuará, solo que aquellos que están hoy de lado del Gobierno se pasarán a la oposición”.
En opinión de un gran número de expertos, los países de Occidente tienden a simplificar la situación en Oriente Próximo. No ven o no quieren ver que esta región y el mundo en general están viviendo unos intensos cambios. De ahí la existencia de graves errores en la evaluación y en la planificación estratégica, opina Vladímir Isaev:
Ha surgido tal fuerza como los fundamentalistas islámicos. Pero Occidente parece estar creyendo que existen fundamentalistas moderados. ¿Se puede imaginar acaso a un católico moderado o a un ortodoxo moderado? Apenas, pues tampoco existen fundamentalistas moderados. Son, por decirlo de esta forma, partidarios de una interpretación radical del Islam.
En resumidas cuentas, una intervención extranjera en el conflicto sirio como una forma de librarse de la competencia ideológica no solo traerá consecuencias nefastas para el mundo árabe y afectará a la reputación de los países que promuevan la operación militar, sino que minará también todos los esfuerzos de la comunidad europea en su intento de crear un sistema de seguridad global.
fuente: La Voz de Rusia