El propósito de la Casa Blanca al levantar las viejas sanciones que han mantenido castigado al país persa durante años no ha obedecido en ningún momento al deseo de normalizar relaciones con ese país, sino a utilizar su pertróleo, ahora libre de restricciones para su comercialización, y conseguir así que la nueva aportación del crudo iraní reviente aún más si cabe los precios del mercado y por tanto machaque aún más la debilitada economía rusa, actualmente sujeta a la agresión de las sanciones impuestas por este vengativo y oscuro emperador de la Casa Blanca.
Para sastifacer su ego herido ante un presidente de Rusia superior en todos los sentidos, a este premio Nobel de la Paz poco le importa si sus políticas ponen aún más en peligro una economía mundial al borde del precipio con el consiguiente sufrimiento de los pueblos. Su histrionismo llega hasta la psicopatía con esas lágrimas que derrama y que cuida que reflejen las cámaras ante el drama de los muertos que se producen en EEUU por la permisiva venta de armas. Y lo hace un presidente que ha potenciado los escandalosos asesinatos mediante drones y que permite que la policía de su país practique el tiro al negro. Un presidente al que no le ha temblado el pulso a la hora de amparar terrorismos para sus maquinaciones geoestratégicas,provocando brutales guerras genocidas con ciento de miles de civiles muertos.
Creo que si Obama promueve nuevas sanciones a Iran entre ellas no habrá ninguna que afecte a la comercialización de su petróleo.