Wednesday, 23 March 2016

CARMENA SE ACOBARDA A TOQUE DE CORNETÍN DE LA ULTRADERECHA.


Gobernar este país, sea desde un Ayuntamiento como el de Madrid, o desde la jefatura de un gobierno se torna muy complicado si ese gobierno hace seguidismo en favor de los beneficiados de siempre y no está en la correa de trasmisión de la ideología dominante. Hay que tener mucha entereza y carácter para enfrentarse a esta realidad que perdura después de más de cuarenta años de Transición y ya no admite excusas. 
El acoso ultra que está sufriendo el actual equipo de gobierno que gestiona el Ayuntamiento de Madrid se torna agobiante hasta el punto que el miedo puede hacer inoperante su legítima gobernanza e incluso ridícula. 
No salimos de los titireteros, que dicho sea de paso, la alcadesa nunca debió aceptar la dimisión del responsable que los contrató, cuando nos encontramos con el caso del monolito  "alferez provisional" que la Fundación Francisco Franco obligó a Carmena a reponer por un simple fallo administrativo. Una fundación que vulnera en si misma el propio corazón de la ley de Memoria Histórica al mantener y enaltecer la figura  de un asesino genocida con dinero de los fondos públicos [dinero de todos los españoles].
Pero ya sabemos que la Ley de Memoria Histórica fue una chapuza más del PSOE, un lavado de cara para la galeria  y no quiero extenderme sobre tan penoso como desgraciado asunto. No voy a ser yo quien juzgue a un miserable pueblo de vencidos donde solo han prosperado los borregos y los apátridas vendidos.  En definitiva, allá ellos. Yo no tengo familiar alguno abandonado en ninguna cuneta que me corroa la dignidad ni el alma ni tampoco víctimas condenadas para la eternidad por los tribunales militares del 18 de julio. Terribles situaciones que esta parda democracia se ha negado a reparar
Aún así, creo que el Ayuntamiento de Madrid, una vez subsanado el entuerto administrativo, debe terminar lo que comenzó y retirar ese monolito, porque de lo contrario cabría pensar que esa institución se acobarda a golpe de cornetín de la ultraderecha.
Porque si eso es así, es mejor que dejen de hacer el paripé y se vayan todos a casa. Hace falta tener muchas agallas para limpiar y enderezar esta España postrada.          

Tuesday, 22 March 2016

EXPLOSIONES Y VÍCTIMAS EN BRUSELAS..


La jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini no pudo contener las lágrimas al comentar los atentados en Bruselas.
¿A qué vienen estas lagrimitas de cocodrilo de la representante del gobierno de Bruselas? ¿No están haciendo negocios a costa de los refugiados con un país como Turquía denunciado como terrorista, que ayuda y arma a los mismos que han cometido estos y otros atentados? ¿De qué va esta hipócrita?
Bruselas no tiene vergüenza y nunca la ha conocido. A patadas debían echarlos a todos. 

Sunday, 20 March 2016

EN ESPAÑA SOLO ENCONTRAMOS SINVERGÜENZAS A DIESTRO Y SINIESTRO.


En España tanto la derecha como la izquierda andan atufando a corrupción y mamoneo. No hay gente auténtica que represente algún tipo de solidez en sus ideas y mucho menos honestidad en sus proyectos. Aquellos que valen, los que se expresan con la firmeza de al pan pan y al vino vino han sido relegados de las direcciones políticas. Nunca llegan a liderar proyectos porque no les interesa al estercolero de dirigencia que tenemos. Es necesario y urgente clarificar un mercado de la política cada vez más irreconocible donde los aliños y enjuagues tienen sabor a corrupción pactada. Han hecho del discurso político un vergonzoso y ridículo meme. El mercado ya está sobresaturado de imposturas y gilipolleces. Hace falta que cada cual recupere su sitio en un proceso diferenciador que la gente pueda identificar. El marco político está apastelado donde ya es difícil reconocer algún color así como programas e ideas. Todos están homologados bajo la dictadura del IBEX. 

Beiras es un político de los que poco quedan. Es auténtico, genuino y de brava casta a pesar de su vejez. Beiras es un político de los de antes, que no admite el chalaneo sinvergonzón frente a lo urgente y necesario. El carácter y la hombría de este celta me hubiera gustado para líderar esa izquierda enérgica y potente que necesitamos con urgencia en España. 

ENALTECIMIENTO DEL TERRORISMO EN LA COMUNIDAD DE MADRID.




¿Cómo los demócratas de Madrid no se han echado a la calle para que retiren esta vergüienza? ¿Dónde se esconde esa mierda de izquierda que tenemos que solo se preocupa y afana en cómo conseguir sillones? ¿Dónde está el "elegante" e inútil Garzón del Partido Comunista de España, mamporrero del PSOE y Podemos?   ¿Cómo consentimos que se utilicen edificios públicos que son de todos los españoles para exaltar a golpistas extranjeros de extrema derecha?  ¿Pero hasta dónde vamos a llegar con este infame pueblo que permite que su gobierno, que presume de democrático, no aparezca por el Parlamento y se declare en rebeldía? 

¿YA NO SE ACUERDA LA SEÑORA CIFUENTES Y SU BANDA QUE LLAMARON GOLPISTAS A LOS QUE SE MANIFESTARON PACÍFICAMENTE  EL 25-S (Rodea el Congreso)  SIN MUERTOS NI HERIDOS?


Saturday, 12 March 2016

ESTE PAÍS ES EL COLMO DE LA DESFATACHEZ..



¿Como se prmite que este gobieno en funciones escamotee al Parlamento español una decisión que debe tomarse en Bruselas sobre los refugiados?
¿Como que Rajoy pasa olimpicamente de explicar y someter a la Cámara algo que España tiene que votar en el Consejo Europeo?
¿En nombre de qué clase de democracia va a votar el tipo este? ¿En nombre de su grupo, el PP? No tiene legitimidad para hacerlo sin el concurso del Parlamento, sea este el actual o el anterior.
Lo que ocurre en España es ianudito. Ya no se cumple ni tan siquiera con los formalismos democráticos más básicos.
 
 

LOS FASCISTAS DE MÁLAGA AZUZADOS POR SU ALCALDE ARREMETIERON CONTRA LOS TARBAJADORES.


La recogida de resíduos sólidos y urbanos (RSU) simpre fue un servicio público gestionado desde lo público, pero cuando se descubrió que privatizarlo conseguía pingües beneficios, entre otros las suculentas mordidas de algunos políticos degenerados, el servicio se vendió a lo privado y ahí comenzaron los problemas. 
Aquí en esta España cada vez más fascista ya peligra seriamente en derecho de huelga. Es inadmisible al tiempo que alarmante que un regidor (del PP) levante y arengue a la población contra unos trabajadores que hacen uso legítimo de un derecho que protege la Constitución. Cuando un trabajador decide ir a la huelga no es una decisión gratuita, ni por joder a la ciudadanía. Lo hace por defender unos derechos que entiende vulnerados.
Toda la prensa derechona y fascista (la mayoría de este país) arremete en estos momentos contra los trabajadores a igual que lo hicieron en la huelga de Madrid. Una prensa incalificable deseosa de hacer sangre con todo lo que huela a trabajador y sus derechos. Nadie habla de la empresa Limasa, si cumple con el pliego de condiciones que un día firmó (si es que algún día lo hizo) con el Ayuntamiento para gestionar el suculento negocio de la basura. Los culpables nunca son los empresarios si no los trabajadores a los que se le echa en cara el dinero que ganan.   

Tuesday, 8 March 2016

¡MENUDO PATRIOTA!

El exministro franquista Utrera Molina advierte en ABC del riesgo de una nueva guerra civil

El suegro del exministro Alberto Ruiz Gallardón insinúa en una referencia a la izquierda que "un nuevo frente popular" busca la "liquidación de la esencia de España"
Utrera Molina, cuya extradición ha sido solicitada por la Justicia argentina por su pasado franquista", asegura estar preocupado "ante el peligroso abismo que se abre en el horizonte cercano de mi patria"

El exministro Utrera Molina amenaza con denunciar a víctimas del franquismo.
El exministro Utrera Molina amenazó con denunciar a víctimas del franquismo.
El exministro franquista José Utrera Molina está preocupado por la posibilidad de que haya una nueva guerra civil en España. Una supuesta situación de preconflicto de la que alerta en un artículo en el diario ABC, y que que estaría provocada por lo que denomina "un nuevo frente popular", en referencia a los partidos de izquierda.
Utrera Molina, que ha sido reclamado por la Justicia argentina por su papel en el franquismo, asegura que cerca de sus 90 años tiene el temor de un "peligroso abismo que se abre en el horizonte cercano a mi patria". Todo por las posibles consecuencias "que podrían producirse si volvemos a dejar que nuestra patria se envuelva de nuevo en el odio que rompió hace ochenta años en el alma de los españoles".
"Preferiría mil veces morir antes que contemplar en lo que se puede convertir España por el terrible acoso de los que no han podido comprenderla y la incompetencia de quienes no han sabido defenderla", continúa Utrera Molina en un artículo muy poético. Pero no da soluciones para evitar esta supuesta guerra civil que provocaría la izquierda. Solo espera que su texto cubra "una parte de la vergüenza que martillea sin cesar el corazón de muchos españoles".
Pero Utrera Molina sí espera que haya tiempo para evitar la "liquidación de la esencia de España". O como él lo denomina: "aún es posible impedir las lágrimas que están al acecho para brotar en nuestra retina y romper en nuestro corazón".
El suegro del exministro Alberto Ruiz Gallardón sostiene que desde su posición siempre predicó "la reconciliación", a pesar de que fue una de las cabezas visibles de la dictadura franquista y amenazó con denunciar a víctimas del régimen. Un cargo del que se siente orgulloso, ya que dice que tuvo "el honor de servir a España", y desde el que insiste nunca tuvo utilizó "el resentimiento".
Tras la petición de la jueza María Servini para extradir a José Utrera Molina junto a otros exministros franquistas como Rodolfo Martín Villa, la Justicia española archivó la petición tras la negativa del Gobierno a llevar a cabo la extradición.

eldiario.es/

INDIGNO RECIBIMIENTO DE LOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES EN FRANCIA.



Los republicanos creían entrar en territorio amigo y fueron tratados como ganado, pese a ser ciudadanos civiles o soldados regulares de un gobierno democrático reconocido por la comunidad internacional
Exiliats republicans al camp d'Amélie-les-Bains  /  Història Gràfica de la Catalunya Autònoma
Exiliados republicanos en el campo de Amélie-les-Bains

Este mes de enero se cumplen 75 años del éxodo hacia la frontera pirenaica franco-catalana de medio millón de refugiados republicanos, tanto civiles como milicianos, empujados por el avance de las tropas de Franco. Constituyó uno de los grandes dramas europeos del siglo XX, un naufragio masivo ante el que nada fue previsto por las autoridades francesas, advertidas con anticipación sobre la posible magnitud del alud humano. La actitud del país de la "Libertad, Igualdad, Fraternidad" y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano se limitó a un gélido recibimiento estrictamente militar, cargado de menosprecio moral y material, ignominioso y degradante para civiles y militares españoles. Los republicanos creían entrar en territorio amigo y fueron tratados como ganado, pese a ser ciudadanos civiles o soldados regulares de un gobierno democrático en ejercicio, reconocido por la comunidad internacional.
Unos 260.000 milicianos se vieron amontonados los primeros meses en los campos de concentración de las playas de Argelés, Saint-Cyprien y Le Barcarés sin ninguna instalación de abrigo. Casi la misma cifra de refugiados civiles (mujeres, niños, ancianos) fueron dispersados obligatoriamente en el interior de Francia mediante convoyes ferroviarios formados a menudo con vagones de mercancías. Tres cuartas partes ya habían regresado a España a finales de 1939, donde la suerte que les esperaba no era más halagüeña, como tampoco la de quienes se quedaron en Francia en vísperas de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación alemana.
 
Juego de coaliciones
El gobierno francés del Frente Popular, presidido por Léon Blum, prescindió de simpatías ideológicaa y aplicó durante la Guerra Civil española una dura Política de No Intervención para no contrariar al gobierno conservador inglés, con quien necesitaba mantener la postura común ante el ascenso de Alemania ya dirigida por Hitler. Léon Blum cedió la presidencia del gobierno en abril de 1938 al radical Édouard Daladier, quien se coaligó esta vez con la derecha y puso fin al gobierno de Frente Popular. Además de sepulturero del Frente Popular francés y responsable del degradante recibimiento de los refugiados españoles, Daladier era el "hombre de Munich", el reciente signatario junto con Chamberlain, Hitler y Mussolini en setiembre de 1938 de la capitulación franco-británica ante la anexión germánica de la región de los Sudetes checoslovacos, tras haber anexionado Austria en marzo anterior. Para Neville Chamberlain y Édouard Daladier era la culminación triunfal de su política de “apaciguamiento" del ascenso germano-italiano...
La cifra de soldados republicanos encaminados en aquellos quince días de crudo invierno comprendidos entre el 27 de enero y el 10 de febrero de 1939 hacia la divisoria francesa fue el previsible, en función de los contingentes bien conocidos del Ejército del Este y el Ejército del Ebro. En cambio, no fue así con respecto a los civiles. La magnitud de la marea humana se desbordó en la frontera por la proporción de civiles fugitivos de las represalias contra el tejido social "rojo" aplicada desde el primer día en las zonas ocupadas por el ejército franquista contra los sospechosos de simpatías republicanas o izquierdistas. En Cataluña se acumulaban desde mediados de 1938 un total de 700.000 civiles evacuados de otras zonas republicanas. A comienzos de 1939 la cifra había aumentado hasta el millón.
El lunes 23 de enero las autoridades republicanas huyeron de Barcelona. La capital catalana fue ocupada el jueves 26 sin resistencia militar ni civil, mientras el gobierno republicano se instalaba en el castillo militar de Sant Fernando, en Figueres, a un tiro de piedra de la frontera. La magnitud y la rapidez de la retirada republicana sorprendió a Franco. Después de la batalla del Ebro, en tan solo cincuenta días acorraló a medio millón de fugitivos civiles y militares en la raya fronteriza. No hubo batallas ni enfrentamientos de consideración tras la ocupación de Barcelona.
 
Cierre de la frontera
El mismo día 26 de enero el gobierno de París decidió cerrar la frontera con España, excepto para las contadas personas provistas de pasaporte en regla y visado consular francés. Se resistía a admitir la inexorable evidencia del alud humano que se acercaba. Presionado por sus dimensiones, la noche del 27 al 28 de enero la abrió exclusivamente a mujeres, niños y ancianos, por miedo a que la desesperación cundiera entre la gran cantidad de fugitivos y se convirtiera en avalancha sin control. Más de un centenar de periodistas y reporteros gráficos de varias nacionalidades se apostaban en los pasos fronterizos franco-catalanes para narrar el nuevo episodio de la guerra española. El lunes 30 de enero el diario local perpiñanés L'Indépendant calculaba que eran 135 periodistas los destacados en la zona.
El gobierno francés esperó ocho inacabables días, hasta el domingo 5 de febrero, para abrir a los contingentes militares el puesto de Cerbère y el lunes 6 de febrero El Perthús, después del paso a Francia del presidente Azaña, el presidente Companys, el lehendakari Aguirre y otras autoridades de la República. Cuatro días más tarde, el jueves 9 de febrero las tropas franquistas alcanzaban El Perthús, donde hasta pocos minutos antes se mantuvo el flujo apresurado de fugitivos.
 
Hostilidad e indiferencia
La dirigente anarquista Federica Montseny (primera mujer ministro en la historia de España, una década antes de que las hubiese en Francia), cruzó a pie por El Perthús la noche del 27 al 28 de enero, pese a disponer de pasaporte diplomático, y dejó un testimonio escalofriante en el libro Pasión y muerte de los españoles en Francia sobre "la suma de hostilidad e indiferencia aportadas por quienes representaban a la nación francesa en aquellos momentos, agravando la situación de los vencidos y haciendo de nosotros un rebaño de parias, una inmensa legión de esclavos sin ninguno de los derechos reconocidos por el Estatuto Internacional del Derecho de Asilo a los refugiados políticos y por todas las leyes que regulan universalmente la suerte de los prisioneros de guerra".
Incluso después de la llegada de la marea humana, la lentitud en habilitar cualquier tipo de instalación en las playas donde fue recluida era evitable y tuvo como objetivo fomentar el retorno de los refugiados, las repatriaciones voluntarias a España. El ministerio francés de Defensa se negó a abrir ninguno de sus campos militares vacíos del sur del país, como los de La Valbonne (departamento del Gard), Caylus (Tarn y Garona), Larzac (Dordoña) o La Courtine (Creuse), habilitados para alojar tropas, con el argumento de que podían ser necesarios en caso de súbita movilización de reservistas franceses ante a la escalada militar alemana. El ejército más numeroso del continente europeo, beneficiado los años anteriores con presupuestos extraordinarios frente el agresivo rearme germano-italiano, no puso a disposición de los refugiados españoles durante el primer mes del operativo ninguno de sus medios más indispensables como tiendas de lona, literas, estufas, cocinas o letrinas de campaña. "Ni una sola manta de sus reservas", escribía el Periódico Le Midi Socialiste el 15 de febrero.
 
80.000 refugiados en Argelés
La población francesa presenció el éxodo como algo ajeno a su vida cotidiana, casi imaginario, fruto de una guerra lejana disputada a escasos kilómetros de sus casas. La propaganda conservadora se encargó de avivar la incomprensión y el miedo ante los "rojos" españoles. El historiador Pierre Vilar testificó que en verano de 1938 pasó unos días por motivos familiares en la localidad fronteriza de Ceret  y le sorprendió el escaso eco que despertaba la lucha desatada en la otra vertiente de la montaña. George Orwell, tras abandonar España aquel mismo año 1938, residió unos días en el municipio costero rosellonés de Banyuls y escribió en el libro Homenaje a Cataluña: "La pequeña ciudad parecía sólidamente profranquista".
El 3 de febrero solo había 300 refugiados en el campo de concentración de la playa de Argelés. La cifra crecería a enorme velocidad: 20.000 el día 6, 75.000 tres días más tarde, 80.000 el 11 de febrero. Acto seguido lo ampliaron a las playas siguientes de Saint-Cyprien y Le Barcarés. Durante los diez primeros días, decenas de miles de hombres, mujeres, niños y ancianos no recibieron prácticamente alimentación caliente, ni tampoco atención médica los heridos y enfermos. De vez en cuando un camión lanzaba chuscos de pan por encima de la alambrada.
 
Desarme de las tropas republicanas
Las autoridades francesas no consideraron ni por un instante la propuesta del jefe del Estado Mayor republicano, el general Vicente Rojo, para que las unidades pudieran ser reconstruidas en territorio francés y repatriadas de forma organizada a los frentes de combate que permanecían abiertos en las zonas Centro-Sur y Levante españolas. El gobierno francés ordenó desarmarlas sobre la misma raya fronteriza, desmembrarlas de sus mandos y encerrarlas en campos de concentración improvisados sobre el arenal batido por el frío y el viento o en los prados nevados de las zonas de montaña, mientras el emisario del gobierno de París negociaba en Burgos con el general Franco su repatriación como vencidos.
El único objetivo del recibimiento francés fue encerrarlos, y nada había sido preparado ni tan siquiera para eso. Las "instalaciones" tuvieron que ser construidas en las playas a marchas forzadas por los propios internos, con los suministros proporcionados lentamente por las autoridades francesas las semanas siguientes.
Un año después del éxodo español, Francia encajaba otro de mayores proporciones todavía en su frontera norte, a raíz de la huida hacia el centro y el sur del país de 10 a 12 millones de civiles holandeses, belgas y franceses que escapaban de la invasión alemana y sus continuos bombardeos y ametrallamientos en vuelos rasantes sobre las carreteras infestadas de fugitivos. La mayoría regresaron a sus casas al cabo de unas semanas o pocos meses. A nadie se le ocurrió encerrarlos en ningún campo de concentración.

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