Nuestro país no es Inglaterra en la que un gobierno puede, en honor a la democracia, dejar votar a uno de sus pueblos si desea seguir unido o no al "Reino Unido". ¿Pero aquí? ¿En este bufo país de mafiosos y fascistas?
Perseguir urnas es muy mala señal, convertir en delincuentes a gente que quiere votar aún peor. Independientemente de lo bien o mal que haya actuado el actual gobierno de la Generalitat, prohibir expresarse a un pueblo, lo diga o no la Constitución, va contra la propia esencia de la democracia. Y eso es así se mire por donde se mire.
Magnificar ahora la desobediencia catalana porque no acepta el "no al referéndum que dicta nuestra Constitución", no es más que una sucia tramoya de los que quieren que nada se mueva en España. Esta Constitución ya "permitió" en su día los referendos de Andalucía y de la OTAN. ¿Entonces qué pasa? ¿Antes sí y ahora no?
¿Quién decide la legalidad de ese antes sí y ahora no? ¿Un Tribunal Constitucional amañado que trabaja al dictado de un partido político? Creo que un referendo para conocer la realidad de lo que piensan los catalanes sería muy clarificador y conveniente para deshacer los bulos de unos y otros y conocer la verdad en cifras de los apoyos de cada bando.
En España no hemos tenido, desde la segunda República, una democracia seria donde se respeten los principios democráticos. Y prohibir las urnas y votar es vulnerar en lo más profundo esos mismos principios que deben prevalecer por encima, incluso, de la propia Constitución.
Creo que es de ingenuos esperar de esta "legalidad democrática a la española" cualquier gesto democrático con respecto al problema catalán. Las fuerzas más reaccionarias del nacionalismo español han tomado el problema como una batalla que hay que ganar. La consigna no es negociar si no aplastar Cataluña en esa dinámica de vencedores y vencidos que tanto le gusta a este gobierno.
A este respecto soy de los que piensan que el referéndum o se hace a las bravas y con todas las consecuencias o no se hace. Porque para hacer el ridículo siempre hay tiempo.