...Los manifestantes del centro optaron por el pacifismo y decidieron sentarse en la entrada del centro cogidos de las manos, formando así una extensa barrera humana. “Finalmente, al ver que la gente no tenía intención de retirarse, los agentes han empezado a cargar con las porras”, ha explicado Claudi a La Vanguardia. “No olvidaré sus miradas de odio. Entre el grupo habían personas mayores y niños, pero han empezado a apalearnos igual. No les ha importado”, ha sentenciado
“Nos quitaban objetos personales para que nos levantáramos: bolsas, carteras... A mi me han quitado las gafas y, como no me movía, las han acabado rompiendo de un pisotón”. “Ha sido una escena muy lamentable, mi hermano ha acabado yendo al hospital”. Finalmente, los agentes han acabado entrando y requisando el material electoral.
La Vanguardia