UN CORONEL DE LA GUARDIA CIVIL AL MANDO DE LA REPRESIÓN EN CATALUÑA.

El Guardián del Muerto del Valle de los Caídos, Rajoy, alias Anubis ha decidido ejercer un control mayor del ejército de policías que ha desplegado en Cataluña y para ello a puesto al mando a un militar de la Guardia Civil, Coronel Pérez de los Cobos, que ejerza ese control sobre los distintos cuerpos, entre ellos a los levantiscos Mossos d´Escuadra. De esta manera el gobierno de Madrid pretende y de hecho lo está consiguiendo, cerrar la soga sobre la pretensión catalana de llevar a buen término su referéndum por la independencia el próximo 1 de octubre.
Sin embargo los franquistas de Madrid, no se sabe si por falta de luces o prepotencia la vuelven a cagar con el irritante perfil del personaje elegido porque es un ultra que le viene de familia. 

El coronel Diego Pérez de los Cobos es alguien profundamente comprometido con la extrema derecha del 18 de julio y la trayectoria de su familia así lo demuestra. Su padre participó en la candidatura de Fuerza Nueva en las elecciones de

1977 y su hermano, Francisco, siendo militante del PP, fue el ideólogo de la criminal Reforma Laboral que luego Rajoy aprobó cuando accedió al poder. 

Como Presidente delTribunalConstitucional, Francisco Pérez de Cobos aprobó la sentencia clave de toda la ofensiva judicial contra el "procés".
En ella declaró inconstitucional y nula la resolución del Parlament de Catalunya sobre el inicio del camino a la independencia. Esa sentencia es en la que se apoyan todos los incidentes de ejecución presentados posteriormente por el Gobierno central.
De esta manera Cataluña queda al pairo de una familia[un juez y un militar] que trabaja al dictado de Rajoy y que es muy poco recomendable en materias de democracia y libertades.

Para finalizar, dos curiosas anécdotas: El coronel Pérez de Cobos fue juzgado por un delito de torturas en la persona del preso vasco Kepa Urra donde resultó absuelto.
Su hermano, Francisco Pérez de Cobos, accedió por la gracia de Rajoy a la Presidencia del TC, siendo militante del PP, por lo que todas las sentencias de este alto Tribunal debieron ser en su tiempo anuladas por prevaricación.