Wednesday, 14 February 2018

TOYOTA: LA MARCA OFICIAL DEL COCHE TERRORISTA.


FLACO FAVOR DE IMAGEN SE HACE ESTE FABRICANTE AL CONSENTIR  QUE SUS COCHES SEAN ENTREGADOS POR CENTENARES A UNA ABYECTA BANDA DE ASESINOS TERRORISTAS. ¿O ES QUE EL ESTADO ISLÁMICO ES ACCIONISTA DE LA MULTINACIONAL TOYOTA?

Friday, 9 February 2018

EL TUIT DE DANTE FACHIN SOBRE DONDE ESTÁ ANNA GABRIEL.



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"Esté donde esté, Anna Gabriel es un ejemplo. Si hubiera muchas más como ella en la izquierda española, la organización criminal conocida como PP no se seguiría riendo en la cara de millones de personas como lo hace ahora". Buenos días DANTE

Thursday, 8 February 2018

Serrat califica la situación catalana de "feria del disparate"



Lo que es la vida. Viejo y con el bolsillo lleno reniega de lo que fue y lo que defendió en su juventud.

En 1968 el joven Serrat se empecinó en el disparate de representar a España en Eurovisión cantando en catalán. Claro, que los fascistas del régimen no le dejaron y fue Massiel en su lugar y ganó.
Con aquel DISPARATE de entonces, Serrat ganó prestigio y admiración entre un pueblo, por entonces, ávido de democracia y libertades ... 

Este joven ahora no es más que un viejo y miserable converso. Un estómago agradecido de los muchos que pastan y pululan en un Régimen que apalea a las personas y pueblos como si fueran alimañas.
Quién lo iba a decir y cómo cambia la gente. 
Yo fui un gran admirador suyo y me duele.

A decir verdad a mis setenta años me duelen tantas cosas que nunca creí que llegara a ver... 

UNA ESPAÑA CON FUTURO TENEBROSO.





--PRESOS POLÍTICOS EN LAS CÁRCELES. 




--LEY MORDAZA EN VIGOR.



--ORGANIZACIONES DEL TERRORISMO FRANQUISTA AL ALZA Y FINANCIADOS CON DINERO PÚBLICO.



--PARTIDOS MAFIOSOS Y CRIMINALES GOBERNANDO EL PAÍS. 



--EL PUEBLO VOTANDO A LOS CORRUPTOS Y FACCIOSOS.



NADIE ROMPE LA BARAJA DEL CRIMINAL JUEGO. 



LA IZQUIERDA QUE PODÍA HACERLO ES CONSTITUCIONAL Y LE ENCANTA VESTIR DE CHAQUÉ Y COBRAR. 




Thursday, 1 February 2018

SEÑORÍO EN UNA SEVILLA MISERABLE.



"EL DUQUE DE ALBA PIDE QUE LOS SEVILLANOS LE TRABAJEN POR EL MORRO."




El duque de Alba quiere reformar los jardines del sevillano Palacio de las Dueñas. Para ello, el primogénito de Cayetana Fitz-James Stuart ha colgado una oferta de empleo, que consiste en la "creación de un nuevo diseño" para uno de los parterres del recinto, deslucido desde la muerte de Cayetana de Alba en 2014.
Carlos Fitz-James Stuart ha publicado el anuncio en Icaro, un portal de prácticas para estudiantes universitarios andaluces. ¿Cuál es el problema? El aristócrata, estandarte de la fortuna de sus padres, ofrece cero euros. Así se desprende de la oferta publicada en el portal digital, que además señala una duración de dos meses.
(Diario Público)

El Duque no debe preocuparse porque más de un mamón lo hará para adornar su currículum con un "he trabajado en la Casa del señorito Duque de Alba" Porque no olvidemos que en Sevilla la gente es penosamente  aparente y le gusta eso de servir a los poderosos, aunque sea gratis.

Thursday, 18 January 2018

UN PORTUGUÉS EN LA SEVILLA DE QUEIPO DE LLANO

A la espera de que algún gobierno se decida a aplicar la legislación relativa a archivos en el ámbito militar, debemos seguir atendiendo a lo que va apareciendo en otros países sobre el golpe del 18 de julio y sus consecuencias. En esta ocasión nos referiremos a un documento del que he sabido por la periodista Ana Luisa Rodrigues y que nos proporciona el archivo de José Pacheco Pereira, ya conocido por el magnífico testimonio gráfico que ofreció hace unos años sobre la ocupación de Llerena (Badajoz) por las fuerzas de Castejón, algunas de cuyas imágenes ilustran este artículo.
5 de agosto: asesinato de 30 personas cerca de Llerena
5 de agosto: asesinato de 30 personas cerca de Llerena AM DE LLERENA
Henrique Galvão (1895-1970) era un conocido militar portugués estrechamente ligado a la trayectoria de Salazar y del Estado Novo, a la Emisora Nacional de Portugal que llegaría a dirigir y que años después pasó a la oposición a la dictadura. En un episodio desconocido de su biografía, a comienzos de agosto de 1936 se dirigió a Sevilla con la misión de informar a su gobierno acerca de lo que estaba ocurriendo, presentándose ante las autoridades golpistas como periodista del Diário da Manhã. Como otros militares portugueses, su anticomunismo le llevó a tomar partido abiertamente por los sublevados españoles, destacando en tareas de propaganda a favor de los sublevados. De hecho su misión consistió en observar durante un par de semanas la situación en directo y comunicar sus impresiones. De ello quedó rastro en las siete cartas que envió al gobierno portugués entre el 2 y el 17 de agosto de 1936. Su testimonio es importante tanto por lo que se refiere a Sevilla como por las incursiones que realizó en dirección a Badajoz, Córdoba y Málaga. Además pudo entrevistarse e informar de sus entrevistas con militares, entre los que destacan Queipo y Franco.
La imagen que se había formado de Queipo a través de las charlas radiofónicas mejoró considerablemente cuando conversó con él el mismo día de su llegada a Sevilla. Convencido de que se encontraba ante una persona de vasta cultura y que sabía lo que quería, le impresionó la manera firme y rápida con que tomaba las decisiones. Desde un primer momento Galvão se percató de la importancia de la represión, de modo que ya el primer día supo que la primera misión de las columnas de militares y falangistas no era otra que acabar con lo que llamó “focos comunistas”. “Aún hay que hacer una gran limpieza que se está ejecutando con éxito pero que llevará su tiempo”, añadió.
5 de agosto: cadáveres de izquierdistas en la Plaza de Llerena.
5 de agosto: cadáveres de izquierdistas en la Plaza de Llerena. AM DE LLERENA
Igualmente Galvão tardó poco en darse cuenta de que lo que parecía información –el mismo día 2 comunicó que se confirmaba la ocupación de Badajoz– no era sino mera propaganda. Sin haber salido aún de Sevilla destacó la desorganización de las fuerzas militares, relacionándola con su poca eficacia en las operaciones que realizaban. Para él, como para los golpistas, todos los enemigos eran comunistas, aunque se tratase del gobernador civil de Huelva Diego Jiménez Castellano, un político moderado de Unión Republicana que impidió una masacre de derechistas pero que para Henrique Galvão era “un grande amador de comunismo” que merecía ser fusilado, como de hecho lo fue el día 4 de agosto juntos con las autoridades militares de la provincia.
Convencido por la incesante propaganda fascista de que las atrocidades cometidas por los comunistas eran espantosas, parecía creer que solo se asesinaba a los que eran encontrados con armas en la mano. En Sevilla, decía, eran fusilados al día decenas de “pistoleros” mientras la vida transcurría entre desfiles y alardes militares. Le llamaba especialmente la atención la notable presencia de fascistas italianos y su estrecha relación con Queipo. Desde el primer día, obsesionado por las conexiones entre los comunistas españoles y portugueses, mostró interés por hablar con el “Comandante da Policia Politica”, que no debía ser otro que el capitán Manuel Díaz Criado, delegado de Orden Público, quien le prometió “informações sensacionais”.
Agosto del 36: fuerzas fascistas en la plaza de Llerena
Agosto del 36: fuerzas fascistas en la plaza de Llerena ARCHIVO DE L. GARRAÍN
El día 4 decidió acompañar a las fuerzas “do célebre Comandante Castejón” en su recorrido hacia Badajoz. De la brutal operación llevada a cabo por dicho militar en Llerena escribe que “los comunistas fueron completamente rodeados. 300 presos están siendo revisados y serán fusilados a continuación”. Galvão está muy interesado porque han prometido darle todo lo que encuentren sobre las conexiones con los comunistas portugueses. Cita como ejemplo el estandarte encontrado en Coria del Río de la Federación de Repúblicas Comunistas Ibéricas, que iba a ser utilizado en la fiesta del 1 de agosto en la que se esperaba participación portuguesa. 
Cuando llevaba solo dos días en la ciudad ya apunta que “la represión es tremenda…”. Bastaba una simple sospecha de izquierdismo para acabar en el paredón. Y añade: “A su vez la serie de fusilamientos va instituyendo el hábito de matar”. Galvão, que asistió a varios, cuenta que poco después de salir de El Ronquillo (Sevilla) la columna se detuvo para ejecutar a treinta personas. Le llama la atención que la represión no distinga entre hombres y mujeres y menciona el caso de una mujer asesinada en lugar de su marido, un teniente que ha huido. Concluye: “Con una represión de esta naturaleza, que se completa después por una acción policial intensa y tan inenarrable que aún hoy se fusila diariamente en Sevilla a muchos izquierdistas, es natural que el comunismo español quede por mucho años completamente deshecho”. Y si le llamó la atención que a las dos semanas del golpe se siguiera asesinando, es de suponer lo que debió pensar al saber que se siguió eliminando gente hasta 1945, primero mediante bandos de guerra y después por las pantomimas militares seudojudiciales.
Una herida recibida en Llerena en circunstancias que no aclara le obliga a volver a Sevilla. A su regreso, en carta del día 6, escribe sobre la desorganización y la crisis de mando en las fuerzas sublevadas. Le llama la atención que columnas tan poderosas como las que han partido hacia Badajoz avancen solamente treinta kilómetros al día cuando en realidad podrían llegar hasta ochenta. Para Galvão no existe enemigo “en el sentido militar de la palabra, porque si lo hubiese las cosas serían bastante duras”. Además está convencido de que la columna de Castejón ha atravesado por situaciones en las que, de tener ciertos conocimientos militares, un simple pelotón desordenado la hubiera deshecho.
El capitán Henrique Galvão solo encuentra a las fuerzas activas, decididas y eficaces en los actos de carácter represivo, su verdadera especialidad. Por otra parte, pese al ambiente de entusiasmo, siente que no hay el menor idealismo en todo lo que ve, sino intereses encontrados en torno al problema de la tierra, al que le ve poca solución. Han pasado cuatro días desde su llegada a Sevilla y escribe: “Los comunistas es natural que desaparezcan de España por algún tiempo, pues no resulta difícil de creer por lo que tengo visto que el número de fusilamientos [en el sur] ya pasa de 30.000. Ayer en una hora vi fusilar a más de cien. Y con una facilidad, un placer, que hacen creíble la cifra oficial”. También dice que en todo el territorio ocupado por los sublevados el número de fusilados por el Ejército va por 80.000. Cabe dudar de estas cifras redondas por más que procedan de las conversaciones que mantenía con individuos como Queipo o Díaz Criado, pero lo que aquí interesa es que, viendo lo que estaba viendo desde el día 2, las considerase creíbles: “No me niego a creerlo tras lo que he visto”, concluye.
Cuando el día 6 de agosto Franco llega a la ciudad y establece su cuartel en un palacio, Galvão lo visita. Sabe que uno de los motivos de la frialdad de relaciones entre aquel y Queipo es la locuacidad de este. Observa que con la llegada de Franco la estrella de Queipo decae un poco y se percata de los rumores puestos en circulación sobre su pertenencia a la masonería o sus veleidades republicanas. También capta que los italianos andan siempre en torno a Queipo, mientras que los alemanes se mueven más alrededor de Franco, en cuyo estado mayor hay ocho oficiales alemanes que, según el portugués, se mueven sin la menor reserva. El 9 de agosto, por ejemplo, apunta la llegada a Tablada de cincuenta aviones alemanes. Dice que su misión era ocupar Madrid “con el menor perjuicio para la ciudad y sus habitantes” e “impedir la fuga de los dirigentes”. Ante el despliegue nazifascista y las quejas del propio Queipo, lamenta la escasa presencia portuguesa.
La propaganda imperante le lleva a informar de la caída de Mérida, cuando en realidad las columnas ni siquiera han llegado a Almendralejo. No tarda en darse cuenta de la escasa credibilidad que tenían las noticias de la radio, no dudando en afirmar que un 80% de ellas eran simplemente mentiras y bulos. De lo que sí sigue informando fielmente es de la represión. En una carta que lleva fecha del día 9 pero que puede que recoja las impresiones de más días (la siguiente lleva fecha del 13) escribe: “Hoy fueron fusilados en Sevilla 72 hombres, entre ellos abogados, médicos, periodistas y militares de izquierdas. Los juicios fueron sumarísimos. Las ejecuciones se realizan por la mañana en el cementerio y en las calles de los barrios céntricos. En este último caso quedan unas horas en exposición para ejemplo”. Es muy posible que se esté refiriendo a la matanza del 10 de agosto, aniversario del golpe de Sanjurjo en el que fueron asesinadas personas representativas de la etapa republicana. A renglón seguido, como si lo anterior requiriese una justificación, añade que “las atrocidades de los comunistas son horribles”.
Su impresión sobre Franco es que se trata de un monárquico que “difícilmente transige con el régimen republicano” y, por encima de todo, “un militar interesado solamente en cuestiones militares”. Galvão percibe que se encuentra a gusto cuando habla de estos asuntos pero que es confuso y vacilante cuando muestra su pensamiento político: “Me da la impresión de que habla sobre una base de lecturas hechas a prisa y mal digeridas”. Compara los cuarteles generales de Franco y Queipo, el primero todo orden y eficiencia y el segundo “un hormiguero donde la gente sale y entra a capricho”.
Fuerzas fascistas registran a un fusilado en Badajoz.
Fuerzas fascistas registran a un fusilado en Badajoz. AGENCIA AP
Ya mejorado de la herida de Llerena asiste a operaciones de carácter policial cerca de Málaga, que describe como “expurgatorias, como aquí las llaman”. El 13 de agosto habla de nuevo con Franco, quien le da noticias sobre la inminente caída de Badajoz. Franco le miente descaradamente al decirle que la operación se ha retrasado porque sus fuerzas no quieren causar daños en la ciudad ni provocar una masacre entre la población civil indefensa. Los bombardeos, le vuelve a mentir, apenas han afectado a la fortaleza y a la plaza de toros, por concentrarse allí los comunistas. En un momento en que todos dicen estar convencidos de la inminente caída de la capital, Franco incluso se permite decirle que la toma de Madrid “no se realizaría antes de fin de mes”.
También apunta que los aviones alemanes que ese día realizaron vuelos sobre la ciudad aún llevaban la cruz gamada. El avance de las columnas por Badajoz le vuelve a confirmar su impresión sobre el espíritu indeciso de los mandos. Considera que no hay explicación posible a la lentitud con la que se desarrollan las operaciones y distingue entre “territorio ocupado” y “territorio pacificado”. Y, en prueba de que no se cree las mentiras que le echan sobre el firme deseo de los sublevados de no causar daños en las ciudades y víctimas entre la población civil, concluye: “Las razones invocadas para justificar las demoras, tales como el deseo de proteger las ciudades y las poblaciones, solo puede aceptarlas quien no vio lo que pasa. Deben tomarse como razones políticas de cara al exterior y nada más. En la práctica las ciudades son destruidas y las poblaciones sacrificadas, tal vez más (ciertamente más) que si las operaciones se derivaran de la decisión propia de las operaciones militares…”.
En la última nota escribe que el gobierno portugués ha entregado los comunistas que huyeron a Portugal a los ocupantes de Badajoz. “Esta actitud ha sido valorada”, dice. Dichos “comunistas” fueron el alcalde Sinforiano Madroñero y el diputado Nicolás de Pablo, ambos socialistas. Estos y otros, entre ellos dos alcaldes republicanos y ocho portugueses entregados igualmente por la frontera, fueron asesinados en espectáculo público con banda de música el 20 de agosto quedando sus cadáveres en exposición.
Cumplida su misión Henrique Galvão volvió a Portugal. Las cartas que escribió del 2 al 17 de agosto constituyen un material de primer orden para conocer qué estaba pasando en Sevilla a las dos semanas del golpe, lo que podría resumirse en muy poca guerra y mucha represión. Dicho de otra forma, Galvão acabó siendo plenamente consciente de que lo que tenía delante no era sino una masacre de proporciones desconocidas. Sus palabras confirman la escasa eficacia de los militares sublevados, formados en las terribles guerras coloniales con Marruecos y capacitados si acaso para enfrentarse al enemigo interno, es decir, frente a obreros y campesinos desarmados o mal armados a los que había que arrebatar a sangre y fuego su victoria en las elecciones de febrero de 1936 y el sueño de la reforma agraria. De ahí que Galvão apreciase poco idealismo en todo aquello. ¿Cuánto hubiera durado el golpe sin la ayuda alemana, italiana y portuguesa? Lo que sí captó sobradamente, por más que esto no le hiciese replantearse su actitud ante lo que veía, fue el plan de terror implantado desde el 18 de julio y esa facilidad y placer con que se estaba aniquilando día tras día a decenas de miles de personas. Quedó asombrado por la eficacia del terror. Solo tras comprender esto pudo explicarse la lentitud de las operaciones y la extraña “guerra” que se desarrollaba ante sus ojos: el objetivo número uno no era ocupar el territorio y conquistar la capital sino arrasar con todo lo relacionado con la República.
Ahora ya no son las palabras de Jay Allen, Mario Neves, Marcel Dany, Jacques Berthet o John T. Whitaker las que nos cuentan qué ocurrió en Badajoz, sino las de un militar portugués partidario de la sublevación militar y de las tareas de limpieza que se estaban efectuando. La historiografía neofranquista ha dedicado cientos de páginas a invalidar sus testimonios: hablaban de oídas, mentían, nunca estuvieron donde decían, demuestran lo contrario que pretendían, etc. ¿Qué dirán ahora de Henrique Galvão?
Como colofón a las cartas del militar portugués será bueno traer aquí otra novedad en este caso debida a la investigadora Maribel García Lafuente y al archivo de Nantes (Francia). Se trata de un fragmento de la carta que Labib Ben Abdesselam Chaoui, de los Regulares de Ceuta, envía a su padre el 10 de agosto de 1936, en los mismos días en que Galvão andaba elaborando informes para su gobierno. Dice: “No paramos de invadir su país. Cada día ocupamos una ciudad. Y en cada ciudad en la que entramos combatiendo matamos a los habitantes. No paramos de someterlos hasta que su resistencia toca a su fin”.
Ahora solo falta que, aparte de contar con lo que nos proporcionan los archivos europeos, podamos acceder a los nuestros. Vamos para ochenta y dos años de aquellos hechos y han pasado treinta y uno desde que legalmente debían de ser accesibles. Es decir, desde 1986. Pasó el PSOE, pasó el PP, volvió y pasó el PSOE con la vana promesa de los “10.000 documentos” y volvió de nuevo el PP con su repugnancia habitual por todo lo que suponga recordar los orígenes de la derecha española. ¿Cuántos años más habrán de pasar? ¿A quién y qué se protege? ¿Acaso la matanza fundacional del franquismo iba también incluida en la amnistía de 1977?
Francisco Espinosa Maestre.


Friday, 12 January 2018

ESTO NO PUEDE ACABAR BIEN NUNCA.


Junqueras pide a la UE que supervise los resultados de las elecciones catalanas
© eldiario.es Junqueras pide a la UE que supervise los resultados de las elecciones catalanas
"Son reos del delito de rebelión los que se alzaren violenta y públicamente para cualquiera de los fines siguientes: …5º Declarar la independencia de una parte del territorio nacional" (art. 472 Código Penal)
El presupuesto de hecho del delito de rebelión es un alzamiento violento. La violencia es un elemento constitutivo del tipo penal. La acción política o cívica pacífica o, en todo caso, no violenta, con el objetivo de "declarar la independencia de una parte del territorio nacional", podrá ser, sin duda, una acción antijurídica, pero no es una acción constitutiva del delito de rebelión. Porque sin violencia no hay rebelión.
Esto, que yo sepa, no se ha discutido nunca. No hay ningún Manual de Derecho Penal en el que no se explique el delito de rebelión de esta manera. Y por eso resulta difícil de entender que el Fiscal General se querellara contra los miembros del Govern y de la Mesa del Parlament ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo por un delito de rebelión.
En todo el desarrollo del llamado 'procés' no ha habido ni un solo acto de violencia por parte de los protagonistas del mismo. Se han sucedido a lo largo de siete años manifestaciones y concentraciones extraordinariamente masivas y se han celebrado dos consultas con participación de algo más de dos millones de personas, sin que se haya registrado ni un solo acto de violencia sobre las personas y ni siquiera algún acto de vandalismo. Todas las personas que han participado, fueran autoridades o ciudadanos normales y corrientes, lo han hecho de manera completamente pacífica. Esto no se ha discutido por nadie.
¿Cómo se justifican, entonces, las querellas por rebelión? ¿De qué manera acreditan el Ministerio Fiscal, la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo la conducta violenta de las personas contra las que se dirigen las querellas? ¿En qué momento se ha producido un "alzamiento violento" por parte de Oriol Junqueras, por ejemplo, que lo convierta en "reo del delito de rebelión"?
No hay una respuesta que no sea disparatada para estos interrogantes en los escritos de la Fiscalía o en los autos de la Audiencia Nacional o del Supremo. El auto dictado por la Sala del Tribunal Supremo el viernes por el que se decide mantener la medida de prisión provisional para el señor Junqueras proporciona el mejor ejemplo de lo que digo.
La Sala reconoce expresamente que no es posible imputar ni directa ni indirectamente ningún acto de violencia al vicepresident del Govern. Ni actuó ni ordenó actuar con violencia en ningún momento. Esto está acreditado. Y sin embargo, la Sala le hace responsable de la violencia contra las personas que pretendían votar en el referéndum convocado por la Generalitat el día 1 de octubre, ordenada por el Gobierno de la nación a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Al convocar el referéndum, el Govern obligó al Estado, esto es, al Gobierno de la Nación, a reaccionar ejerciendo violencia contra los ciudadanos. Como nadie puede desconocer que un Estado reaccionará con todos los medios a su disposición para evitar la quiebra de su integridad territorial, son los que provocan esa reacción los responsables de la violencia.
El "alzamiento violento" del Govern consistió en que provocó que el Gobierno de la Nación tuviera que ordenar las cargas de la Policía y la Guardia Civil contra los ciudadanos que querían votar. Dichas cargas, conviene no olvidarlo, condujeron a que el Grupo Socialista tomara la iniciativa de reprobar a la vicepresidenta del Gobierno. Iniciativa que quedó sin efecto con la votación del 155 de la Constitución. Y sin embargo, en el auto de la Sala del Supremo se traslada la responsabilidad de la vicepresidenta Saénz de Santamaría al vicepresident Junqueras y con esa operación se justifica la querella por rebelión contra este último.
El auto, desde la perspectiva del delito de rebelión, es esperpéntico. No lo es en absoluto en la descripción que hace del 'procés' y en el carácter antijurídico del mismo, pero sí en su calificación como delito de rebelión. No hubo 'alzamiento violento' por parte del Govern, pero sí 'contra-alzamiento violento' por parte del Gobierno de la Nación. En la provocación de este contra-alzamiento está la justificación del delito de rebelión por parte de los miembros del Govern. La Generalitat es la responsable de la violencia ejercida por el Estado contra sus ciudadanos. Esa es la violencia que convierte a Oriol Junqueras en reo del delito de rebelión.
Esto no puede acabar bien nunca.