DE AQUELLOS LODOS, ESTA GUERRA.
junio de 2014
El golpe de Estado en Ucrania, que los grandes medios de comunicación internacionales están convirtiendo en la “invasión de Crimea”,
es la falla más preocupante de cuántas aparecen hoy en el escenario
político internacional. La Unión Europea y Estados Unidos no sólo han
apoyado un golpe de Estado, sino que han participado en su gestación.
Los francotiradores que asesinaban a policías y manifestantes fueron
contratados por la oposición, como sabemos ahora, después de haber
causado una conmoción mundial achacando la responsabilidad al depuesto
Yanukóvich. No es la primera provocación, ni será la última, en la
periferia rusa. En enero de 1991, en Vilna, Lituania, todavía territorio
soviético, una matanza de catorce personas ante la torre de la
televisión conmovió al mundo, y toda la prensa internacional acusó al
ejército soviético y al gobierno de Moscú. Hoy, sabemos también que fue
una matanza provocada por los nacionalistas del Sajudis, por el propio
gobierno lituano, para acusar a la Unión Soviética y, entre el dolor y
la conmoción, precipitar la independencia. (Véase la entrevista con
Audrius Butkevičius, responsable militar entonces del gobierno lituano,
donde reconoce la autoría de la provocación, https://www.youtube.com/watch?v=1iIMRfYBNZw; así como “Veinte años sin la URSS”, http://www.elviejotopo.com/web/revistas.php?numRevista=287).
Las evidencias
sobre los sospechosos francotiradores han sido ignoradas, y ni la Unión
Europea ni Estados Unidos (mucho menos, el gobierno golpista ucraniano
de Yatseniuk) exigen la apertura de una investigación. La llegada de
ministros de extrema derecha al gobierno ucraniano, y la persecución
política de quienes son acusados de ser “partidarios de Rusia”,
con asesinatos y quema de domicilios de opositores, debería alarmar a
todo el continente, no en vano dirigentes fascistas como Andréi Parubíi
controlan el ejército, la policía y los servicios secretos.
Alexánder
Yakimenko, que fue responsable de los servicios de seguridad ucranianos
con el presidente derrocado, Yanukóvich, reveló que la acción de los
francotiradores que protagonizaron una matanza entre manifestantes y
policías el 20 de febrero, fue una provocación organizada por el “comandante”
del Maidán, Andréi Parubíi, en coordinación con la embajada
norteamericana. Parubíi es un veterano organizador de milicias fascistas
y de grupos neonazis. Los disparos fueron realizados desde el edificio
de la Filarmónica de Kiev que estaba controlado por hombres armados que
dependían de Parubíi. Otros francotiradores a sus órdenes estaban
apostados en el Hotel Kiev. El edificio del hotel domina toda la plaza
del Maidán, y el edificio de la Filarmónica se encuentra a su derecha,
en la cercana plaza Yevropeis'ka. De hecho, las palabras de Yakimenko
confirman la conversación filtrada entre el ministro de Exteriores
estonio, Urmas Paet, y Catherine Asthon, donde hacían responsable a la
oposición de haber contratado a los mercenarios francotiradores que
causaron la masacre. El nuevo gobierno golpista ucraniano nombró a
Parubíi secretario de Seguridad Nacional, desde donde controla el
Ministerio de Defensa y las fuerzas armadas.
Los servicios
secretos norteamericanos, de acuerdo con Polonia, y en campos de
entrenamientos polacos, letones y lituanos, organizaron la logística
para impulsar el golpe de Estado en Ucrania. La generosa financiación de
la revuelta llegó desde países europeos, de Estados Unidos y de
oligarcas ucranianos. Una larga intromisión en los asuntos internos
ucranianos, a través de ONGs, de agencias norteamericanas, y de
financiación de grupos violentos, muchos abiertamente fascistas y nazis,
confluyeron en el Maidán. La provocación y la crisis forzó a los
acuerdos entre Yanukóvich y la oposición, sugeridos por los ministros de
Exteriores de Alemania, Polonia y Francia… que fueron ignorados de
inmediato por los matones del Maidán, dirigidos desde la embajada
norteamericana. La pasividad del ejército, y la retirada de la policía,
en aplicación de los acuerdos, dejó sin defensa al gobierno de
Yanukóvich que asistió impotente a la ocupación del Parlamento y de los
edificios del gobierno por parte de los grupos armados fascistas. Así
triunfó el golpe de Estado.
LOS RESPONSABLES.- 13
de diciembre de 2013:
Como si la intención era proporcionar pruebas irrefutables de la
participación de EE.UU. en Ucrania, la Asistente Secretaria de
Estado de EE.UU. Adjunta para Europa y Eurasia, Victoria Nuland, dijo
con orgullo en una reunión
de la Conferencia Internacional de Negocios, patrocinada por la
Fundación estadounidense-ucraniana, que los
EE.UU. habían «invertido» más de $ 5 mil millones y ‘cinco años
de valioso trabajo y preparación «en el logro» de lo que ella
llamaba «las aspiraciones europeas de Ucrania».
Un artículo de Higinio Polo. El Viejo Topo.