‘Guerra de Rusia en Ucrania es más humana que la de EEUU en Irak’
El político y lingüista estadounidense Noam Chomsky.
Publicada: sábado, 29 de abril de 2023 16:03
El
reconocido politólogo estadounidense Noam Chomsky cree que la guerra
rusa en Ucrania ha sido mucho más humana que la invasión estadounidense
en Irak en 2003.
En una entrevista con el diario estadounidense The New Statesman
publicada este sábado, Chomsky al referirse el comportamiento
humanitario de Rusia con los ucranianos, ha dicho que EE.UU. y sus
aliados cuando atacaron a Irak, en 2003, destruyeron todas las
infraestructuras del país árabe, lo que no ha sucedido en Ucrania por
parte de Rusia.
“Sin duda, Rusia podría hacer eso (...) podría hacer que Kiev fuera
inhabitable como Bagdad, podría atacar las líneas de suministro en el
oeste de Ucrania”, ha declarado el famoso teórico estadounidense.
Haciendo referencia a las frecuentes visitas de funcionarios
extranjeros a Kiev, la capital ucraniana, después del inicio del
conflicto, el erudito estadounidense ha aseverado que mientras EE.UU. y
el Reino Unido aplastaban Bagdad con sus ataques, ningún líder militar
extranjero visitó el país árabe.
Al desarrollar su postura, Chomsky detalla que cuando Washington y
Londres invaden a un país, atacan imprudentemente a comunicaciones,
transporte, energía, y cualquier cosa que mantenga a una sociedad en
marcha.
“Los inspectores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
abandonaron el país antes de que comenzara la invasión estadounidense de
Irak porque la invasión fue muy intensa (...) era el mismo tipo de
guerra de EE.UU. y El Reino Unido”, ha subrayado el prominente académico
estadounidense.
Tras condenar las posiciones de Occidente sobre la crisis de Ucrania,
Chomsky enfatizó que Washington y Londres se niegan a aceptar
conversaciones de paz debido a sus propios intereses nacionales.
En este sentido, ha aseverado que “Kiev no es un actor libre” y
depende de lo que dicte Estados Unidos, para luego indicar que
Washington está armando a Ucrania para debilitar a Rusia.
En mayo, el comentarista político y lingüista estadounidense
publicará su último libro titulado ‘Autoridad ilegítima’, una colección
de entrevistas con el politólogo CJ Polychroniou, centradas
principalmente en la política exterior. Las entrevistas abarcan un
período de marzo de 2021 a junio de 2022, cubriendo en particular el
conflicto de Ucrania.
Ucrania
ha sido premiada con el Premio Convivencia y Tolerancia por el Consejo
General de Procuradores en Madrid. ¿Qué es este galardón y qué
importancia tiene?
“Una obligación
moral y de reconocimiento a su heroicidad y en la defensa de los valores
de Europa”, ha manifestado el presidente del Consejo General de
Procuradores, Juan Carlos Estévez, que alabó la resistencia del pueblo
ucraniano y la firme convicción de la defensa de la civilización
occidental.
El acto celebrado recientemente en el Teatro Real de Madrid, se
inició con el himno nacional de Ucrania y contó con la presencia de un
alto representante de la Embajada de Ucrania en España que aprovechó la
solemnidad del acto para agradecer el reconocimiento, recordando que la
defensa de la soberanía de Ucrania es la defensa también de los
cimientos de Europa.
El acto se cerró con una canción popular ucraniana, ‘símbolo de
libertad y convivencia’ aunque se desconoce si en esta ocasión se
realizaron vítores de corte ultranacionalista como los pronunciados por
un grupo de más de doscientos militares ucranianos en presencia de la
ministra de defensa, Margarita Robles, cuando ésta les dio la bienvenida
en la base aérea de Torrejón el pasado mes de enero.
A nadie debería sorprender que un estado como el español, que ensalza
aún los valores del franquismo, mantiene el nombre de calles y plazas y
monumentos a criminales de guerra que con la asistencia del III Reich,
ganaron una cruenta guerra contra el legítimo gobierno constitucional de
la II República e impusieron una dictadura fascista que sembró las
cunetas de España de fosas comunes, prohibió todos los partidos
políticos, impuso una atroz censura a la prensa y castigó con una
durísima represión a territorios del estado español que anhelaban
mayores cotas de autonomía.
Por supuesto que España premia y se solidariza con Ucrania, con esa
Ucrania, corrupta, autoritaria que persigue a las minorías, a los
homosexuales, gitanos y comunistas, demasiado parentesco y similitud con
España, donde semanalmente ‘refugiados’ se manifiestan por las calles
de los diferentes territorios del estado español, ondeando la bandera
roja y negra del OUN-B y UPA, una organización ultranacionalista
ucraniana, liderada por Stephan Bandera, un antisemita colaboracionista
con la ocupación nazi en Ucrania durante los años cuarenta y responsable
de la muerte de cientos de miles de judíos, polacos y húngaros.
Bandera fue el referente del Holocausto en Ucrania y con el golpe de
estado del Maidan ha vuelto a convertirse oficialmente en Héroe Nacional
en Ucrania, donde miles de monumentos han sido erigidos donde antes
existían monumentos a los héroes soviético/ucranianos de la Gran Guerra
Patria contra el nazismo.
Desafortunadamente, España no ha pasado página a su pasado más
reciente, prueba de ello es la imputación al Youtuber Rubén Gisbert por
enviar crónicas, contarias al relato pro-OTAN, desde el Donbás en los
primeros meses del conflicto, con acusaciones tan absurdas como
“indicios de delito por dar noticias falsas, desinformación y delitos de
odio”, se detiene a brigadistas españoles que combatieron en el Este de
Ucrania, contra los batallones neonazis que bombardeaban
indiscriminadamente a la población de etnia rusa en el Donbás, mientras
que curiosamente el gobierno español gestiona y facilita la liberación
de voluntarios españoles de ideología fascista que combaten en
territorio ucraniano en el marco de la ‘Legión Internacional de Defensa
Territorial de Ucrania’.
En un informe publicado por el Proyecto Contra el Extremismo (CEP,
por sus siglas en inglés), una institución dedicada al estudio de las
amenazas que suponen las ideologías extremistas, se desprende que un
importante número de combatientes que voluntariamente se trasladan a
Ucrania para combatir, lo hacen desde el espectro de ideologías
extremistas de corte radical fascista.
El informe también indica que la Legión Internacional está conformada
por alrededor de 20.000 combatientes extranjeros entre los que
predominan estadounidenses y polacos y entre los que también se
encuentran un importante número de españoles (miembros o exmiembros de
la Legión española y del ejército), el informe no lo menciona, pero en
su gran mayoría de los soldados de la Legión Internacional en Ucrania
son mercenarios y reciben altas sumas de dinero en dólares para
participar en el conflicto.
No es la primera vez para los extremistas españoles, en el año 1941,
un nutrido grupo de españoles de aproximadamente 45.000 voluntarios,
mayoritariamente formada por miembros de FET y de las JONS, requetés y
Falange Española, de ideología nazi-fascista, ‘La División Azul’, se
alistó para combatir a la Unión Soviética dos días después de que la
Alemania nazi invadiera la URSS el 22 de junio de 1941.
El objetivo de este grupo que luchó bajo el mando del ejército nazi,
era simple, matar rusos y participar del Holocausto nazi que tuvo su
epicentro en la extinta Unión Soviética, donde morirían más de
veinticinco millones de ciudadanos soviéticos como consecuencia de la
invasión alemana de la URSS.
España tuvo su cuota de responsabilidad en dicho genocidio, pero
lejos de aprender de su atroz historia reciente, vuelve a repetir los
mismos errores que ya cometió hace ocho décadas.
La sumisión de España a los dictados de los Estados Unidos como ya lo
hizo con su participación en la ilegal invasión de Irak hace dos
décadas y donde morirían más de un millón de iraquíes en su mayoría
civiles, gracias entre otros a la complicidad española dan cuenta de una
sociedad ignorante y fácilmente manipulable.
Desafortunadamente, el espíritu del NO A LA GUERRA, que combatió en
las calles de España la decisión de participar en el genocidio iraquí,
ya no existe y gran parte de los que enarbolaron de la bandera de la paz
contra la guerra, aplauden hoy a un presidente en Ucrania, que de
liderar España, tendría a la mayoría de partidos políticos con
representación en el parlamento español, prohibidos, encarcelados o
exiliados, y a las comunidades autónomas con aspiraciones soberanistas,
bajo fuego de mortero.
Los dirigentes occidentales también afirman que Ucrania es una «democracia».
Además de que esa palabra deja de tener sentido en una época en que la
clase media está en peligro de extinción mientras que la diferencia
entre los distintos sectores de la población en materia de ingresos
se ha hecho más importante que en cualquier otro momento de la Historia
de la humanidad –lo cual nos aleja de la tan cacareada “igualdad de
derechos”–, el hecho es que Ucrania es cualquier cosa menos una «democracia».
Ucrania tiene hoy la Constitución más racista del mundo. Su artículo 16 estipula que «Preservar el patrimonio genético del pueblo ucraniano es responsabilidad del Estado».
Ese punto específico de la Constitución ucraniana fue redactado por
Slava Stetsko, la viuda del primer ministro que los nazis impusieron a
los ucranianos durante la Segunda Guerra Mundial.
Aquí tenemos un tema tan delicado que Occidente prefiere evitarlo.
Al menos desde 1994, los nacionalistas integristas ucranianos
(no confundirlos con aquellos a quienes se suele llamar simplemente «nacionalistas»),
o sea los individuos que se identifican con la ideología de Dimitro
Dontsov y con los crímenes de Stepan Bandera, ejercen altas funciones
en el seno del Estado ucraniano [7].
De hecho, esa ideología se radicalizó con el paso del tiempo. En la
Primera Guerra Mundial no tenía el sentido que tuvo después, durante la
Segunda Guerra Mundial. Lo cierto es que a partir de 1942, Dimitro
Dontsov estuvo entre los individuos que concibieron la «solución final de las cuestiones judía y gitana».
Dimitro Dontsov fue administrador del Instituto Reinhard Heydrich de
Praga, órgano del III Reich que se encargó de asesinar millones de
personas debido a su origen étnico.
Por su parte, Stepan Bandera fue el jefe militar de los nazis
ucranianos y dirigió numerosos pogromos y masacres masivas.
Sus sucesores de hoy afirman que Bandera estuvo internado en un campo
de concentración, lo cual es falso –sólo estuvo bajo prisión
domiciliaria en un suburbio de Berlín, en la sede de la administración
de los campos de concentración. En definitiva, al final de la Segunda
Guerra Mundial Stepan Bandera dirigía las tropas ucranianas, bajo las
órdenes directas de Hitler.
Un año después del inicio de la intervención militar rusa,
los símbolos de los nacionalistas integristas pueden verse por
toda Ucrania. El periodista de Forward, Lev Golinkin, que comenzó
a hacer un inventario de los monumentos que existen en todo el mundo
en memoria de personajes implicados en los crímenes de los nazis,
presentó una lista sorprendentemente larga de los monumentos de ese
tipo que encontró en Ucrania [8]. Golinkin subraya que casi todos esos monumentos erigidos en Ucrania son posteriores al golpe de Estado de 2014.
Quienes aún creen que el origen judío del presidente Zelenski
le impide celebrar a los nazis deberían saber que hace sólo
dos semanas, Zelenski entregó a la 10ª Brigada de Asalto de Montaña
ucraniana el «título honorífico “Edelweiss”», en evidente referencia a la 1ª División de Montaña nazi –denominada Edelweiss– que «liberó» Kiev, Stalino, los pasos del Dnieper y Jarkov [9].
Son muy pocas las personalidades occidentales que han tenido
en cuenta las denuncias emitidas en ese sentido por el presidente
Vladimir Putin y su ministro de Exteriores Serguei Lavrov, a pesar de
que el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, y su ministro de
Defensa, el general Benny Gantz, subrayaron varias veces que Kiev
debería aceptar las exigencias de Moscú, al menos en cuanto a la
destrucción de todos los símbolos nazis que florecen en Ucrania. Kiev
sigue rechazando ese reclamo. Y por eso Israel no ha enviado ningún
tipo de armamento a los sucesores contemporáneos de los asesinos de
judíos. Eso pudiera cambiar ahora, bajo la coalición gubernamental
creada alrededor de Benyamin Netanyahu, quien es por cierto heredero de
los sionistas revisionistas de Lev Jabotinsky, que se aliaron con los
nacionalistas integristas ucranianos en contra de los soviéticos.
La política actual del gobierno de Volodimir Zelenski resulta
incomprensible. Por un lado funcionan las instituciones democráticas,
pero al mismo tiempo en Ucrania no sólo se celebra a los nacionalistas
integristas sino que además se prohíben los partidos políticos de
oposición y la iglesia ortodoxa vinculada al Patriarcado de Moscú,
se destruyen millones de libros escritos o impresos en Rusia,
se catologa a 6 millones de ucranianos como «colaboradores del invasor ruso» y se asesina a las personalidades que los apoyan.
No hay duda que, como sucedió en la gran crisis del 2008, ahora con la guerra de Rusia contra los ukronazis se ha abierto otra veda donde los poderes económicos tornan a hincharse de dinero con la venta de armas, carestía de las materias primas, ayudas económicas y sanciones contra el país "agresor" que solo hunden la economía europea. Todo metido en un inmenso revoltijo de consignas y manipulaciones donde los únicos perdedores son los pueblos impensantes, que asumen el papanatismo de una propaganda, que como en el 2008, nos hacen ver lo negro blanco en un auténtico festival de mentiras con un relato totalmente manipulado desde el principio.
Esta guerra, es tambien "made in OTAN" si no olvidamos que fue la propia OTAN y la UE los que jalearon y apoyaron económicamente el golpe de estado a un gobierno legalmente constituido en favor de unas hordas de nazis de todo pelaje que tomaron la Plaza del Maidán a sangre y fuego ante la mirada complaciente de la Europa democrática y defensora de los derechos humanos. Un golpe de estado violento donde sospechosos francotiradores mataron a ciudadanos y policías además de rusos significados sin que la UE exigiera una investigación de los sucesos antes de reconocer la "legalidad" de un golpe dado a la democracia. Tampoco se exigió investigación alguna del acto criminal de los nazis ucranianos del Batallón AZOV cuando rodearon la sede de los sindicatos en Odesa y prendieron fuego al edificio con el personal dentro. Ni tan siquiera se exigió la disolución de este Batallón de criminales al servicio del "nuevo gobierno ilegal ucraniano" ni hubo apenas información en los medios de tal arrocidad.
Pero lejos de censurar tamañas barbaridades, los popes de Bruselas marchaban a Kiev a fotografiarse con aquellos bárbaros junto a insignes representantes USA. A partir de aquello, la OTAN encontró un perfecto y belicoso aliado para atacar Rusia y mantener una guerra criminal al mas puro estilo straussiano para debilitar a Rusia y de camino a Europa .
Los llamados crímenes del Donbás (región separatista pro rusa) también fueron continuamente obviados por la UE y su aparato propagandista (los medios de prensa y televisión), ante la indignación de Rusia. Luego llegaron los escarceos cada vez más chulescos de la OTAN en la frontera con el país eslavo valiéndose de Ucrania.
¿Quieren más motivos para explicar esta agresión rusa?
Pero estas artimañas para generar y mantener una guerra no solo afectan a Ucrania y OTAN.
NOS AFECTAN A TODOS.
Europa no tiene gobierno porque el que hay no está al servicio de los intereses de la UE. En la foto vemos al jefe de la OTAN y sus lacayos.
No solo la OTAN nos exige un 2% del PIB sino además pretende una ECONOMÍA DE GUERRA. Su guerra porque a nosotros Rusia no nos ha hecho nada.
Imagínense. Una economía de guerra en España con una inflación galopante y con la brutal subida del precio del dinero.
Ya está bien de farsas y camelos. Hay que exigir salir de este bucle infernal de guerra al que nos someten los anglosajones con el afán de dominar el mundo. Hacer lo que hace este gobierno no es gobernar. Es obedecer en contra de los intereses de los españoles.
Debemos organizarnos, salir a la calle y denunciar esta historia sangrienta que como muy bien dice el coronel Pedro Baños no es la nuestra. De no hacerlo vamos a sufrir muy graves y jodidas consecuencias.
A continuación voy a transcribir parte de un artículo publicado en Red Voltaire que arroja algo de luz sobre la realidad de esta guerra y de quienes la promueven.
"...En 2014, son los straussianos quienes organizan el «cambio de régimen»
en Kiev. Desde su puesto de vicepresidente, Joe Biden se implica
de lleno. Victoria Nuland viaja a Kiev para respaldar a los neonazis de
Pravy Sektor (Sector Derecho) y supervisar el comando israelí “Delta”,
grupos que cometen múltiples actos de violencia [11] en la Plaza Maidan.
Fue en aquel momento cuando la intercepción de una conversación
telefónica entre Victoria Nuland y el embajador de Estados Unidos
permitió conocer el deseo de la señora Nuland de «darle por el culo a la Unión Europea» –«Fuck the EU!»,
según exclamó en su conversación con el embajador– lo cual concuerda
con lo expresado en el informe que Wolfowitz había redactado en 1992.
Pero, los dirigentes de la Unión Europea al parecer “no entendieron”
plenamente lo que había querido decir esta “dama” y sólo mascullaron
una débil protesta [12].
Sombrío personaje en el Maidán (La straussiana estadounidense Victoria Nuland))
También en aquella época, Jake Sullivan y Antony Blinken –pese a la
oposición del secretario de Estado John Kerry– meten a Hunter Biden,
el hijo del vicepresidente Joe Biden, en el consejo de administración
de Burisma Holdings, una de las principales compañías de explotación del
gas natural ucraniano. Este hijo de Joe Biden es literalmente un
drogadicto que servirá de pantalla para cubrir una monumental estafa
en detrimento del pueblo ucraniano. Bajo la supervisión de Amos
Hochstein, Hunter Biden designa después a varios amigos, tan drogadictos
como él, para utilizarlos como “representantes” de varias empresas y
saquear el gas ucraniano. A ellos se refería el presidente ruso
Vladimir Putin cuando hablaba de «banda de drogadictos».
Jake Sullivan y Antony Blinken también se apoyan en el mafioso Igor
Kolomoiski, el tercer personaje más adinerado de Ucrania. Aun siendo
judío, Igor Kolomoiski financia a los matones de Pravy Sektor (Sector
Derecho), una organización neonazi que trabaja para la OTAN y que
participa en los hechos de violencia de la Plaza Maidan durante la
operación de «cambio de régimen» de 2014. Kolomoiski utiliza su
influencia para asumir el control de la comunidad judía europea hasta
que sus correligionarios se rebelan y lo expulsan de sus asociaciones
internacionales. Sin embargo, Kolomoiski logra que el cabecilla de
Pravy Sektor, Dimitro Yarosh, sea nombrado secretario adjunto del
Consejo Nacional de Seguridad y de Defensa instaurado por el nuevo
régimen y se hace nombrar gobernador del oblast de
Dnipropetrovsk. Kolomoiski y Yarosh serán rápidamente apartados de las
funciones políticas. Igor Kolomoiski y Dimitro Yarosh, recientemente
nombrado consejero especial del jefe de las fuerzas armadas ucranianas,
así como sus seguidores son los neonazis a los que el presidente Putin
aludía en su reciente discurso sobre Ucrania.
En 2017, Antony Blinken funda WestExec Advisors, una firma de
consejería en la que se reagrupan ex altos funcionarios de la
administración Obama y numerosos straussianos. Esta firma
es extremadamente discreta sobre sus actividades pero utiliza
las relaciones políticas de sus empleados para ganar dinero,
precisamente lo que en cualquier país del mundo sería considerado «tráfico de influencias» y «corrupción».
Los straussianos mantienen su línea de siempre
Desde que Joe Biden regresó a la Casa Blanca, ahora como presidente
de Estados Unidos, los discípulos de Leo Strauss controlan todas las
palancas del sistema. “Jake” Sullivan es consejero de Seguridad
Nacional y Antony Blinken es secretario de Estado, con Victoria Nuland
como subsecretaria. Como ya señalé en artículos anteriores de esta
serie, Victoria Nuland viajó a Moscú en octubre de 2021 y amenazó con
aplastar la economía de Rusia si ese país no se somete. Ahí comienza la
actual crisis.
La subsecretaria de Estado Victoria Nuland trae de regreso a Dimitro
Yarosh y lo impone al presidente ucraniano Volodimir Zelinki, un actor
de televisión sin experiencia política… pero protegido por Igor
Kolomoiski. El 2 de noviembre de 2021, el presidente Zelinski nombra a
Dimitro Yarosh consejero especial del jefe de las fuerzas armadas [13],
el general Valeri Zaluzhni. Este último, un verdadero demócrata,
protesta pero acaba aceptando la nominación de Yarosh. Al ser
interrogado sobre esta sorprendente asociación, el general se niega a
responder y alega que es una cuestión de «seguridad nacional». Yarosh aporta todo su respaldo al «Fuhrer blanco», el ahora coronel Andrei Biletsky, y al batallón Azov, la tropa de Biletsky. El batallón Azov es una copia de la división SS Das Reich y desde el verano de 2021 está bajo las órdenes de mercenarios estadounidenses de la antigua Blackwater [14].
Toda la información anterior estaba destinada a lograr que ustedes
sean capaces de identificar a los straussianos, lo cual hace más
comprensible las explicaciones de Rusia. Liberar el mundo de los
straussianos sería lo más adecuado para hacer justicia al más de un
millón de personas que han muerto en las guerras artificialmente
provocadas por esos personajes… y también para salvar innumerables
vidas. Está por ver si esta intervención en Ucrania es la mejor manera
de lograrlo.
En todo caso, si bien los straussianos son responsables de los
actuales acontecimientos cabe destacar que quienes les dejaron
las manos libres también tiene su parte de responsabilidad, comenzando
por Alemania y Francia, que firmaron los Acuerdos de Minsk –hace 7 años–
y que después no hicieron nada para forzar su aplicación por parte
de Kiev. También tienen su parte de responsabilidad los más de
50 Estados que firmaron las declaraciones de la OSCE prohibiendo la
ampliación de la OTAN más allá de la línea Oder-Neisse pero que
nunca trataron de impedir dicha expansión. Sólo Israel, que acaba de
deshacerse de los sionistas revisionistas, ha expresado –hasta
el momento– una posición matizada sobre los actuales acontecimientos.
Esa es una de las lecciones que debemos aprender de esta crisis:
los pueblos gobernados democráticamente son responsables de las
decisiones que sus dirigentes prepararon por largo tiempo y que han
seguido aplicándose sin importar los cambios de tendencias ni la
alternancia entre los partidos políticos que ejercen el poder.
Es tremendamente sospechoso que las ordas nazis (batallones) que dominan Ucrania y al gobierno de Zelenski no hayan sido denunciados
en la UE. Aunque a la hora de conocer a los dirigentes alemanes que dirigen las políticas europeas se comprende.
ES HORROROSO QUE LAS NACIONES QUE SE DICEN DEMOCRÁTICAS ESTÉN MANTENIENDO UNA FARSA DEL CALIBRE QUE SE ESTÁ PRODUCIENDO EN EUROPA.
PARECE QUE EL NAZISMO ES EL FUTURO CUANDO SE DEFIENDE CON TANTOS MEDIOS Y VIOLENCIA UNA GUERRA MONTADA POR LOS NAZIS Y LA OTAN.
ESTO ES UNA VERGÜENZA MAYÚSCULA PARA UNOS PUEBLOS QUE FUERON MASACRADOS POR HITLER Y QUE HOY ENVIAN ARMAS Y MÁS ARMAS A LOS HEREDEROS ASESINOS DE AQUEL RÉGIMEN.
La historia de San Juanote Alcalde y Mártir continúa. Como diría aquel, los "grandes héroes" de este mundo nunca mueren.
En el primer libro de lo que va a suponer esta bilogía se despejan las dudas sobre si este insigne personaje, corrupto, drogota y asesino, murió o no en la playa de la Ensenada. Pues no murió, mire usted. Se fue a vivir cargado de millones de los contribuyentes al norte de Africa. Al Marruecos de Abbel-Krim. Allí le surgió la idea de conquistar Andalucía (Al- Andalus). De esta manera negocia con los jefes de las tribus del Rif para crear un ejército y de paso conoce el Cielo cristiano en vida.
Si el libro de San Juantote es un alegato tragi-cómico de la brutal corrupción que existe en España y una mancha asquerosa y sin parangón a esa supuesta honradez de los políticos, el segundo libro, "El cielo no es como nos lo cuentan", desmitifica las creencias construidas sobre ese supuesto cielo amable y justo que de manera hipócrita nos prometen los cristianos y que no existe. Ya el Gran Hermes Trismegisto en su infinita sabiduría nos alerta cuando dice más o menos que "todo es igual arriba que abajo y viceversa" Cosa, por otro lado, bastante jodida cuando lo de abajo va como va.
Os ofrezco a continuación un extenso avance de este segundo libro de la bilogia en PDF que creo que os divertirá y os puede dar que pensar: