Esta gran señora proviniente de la rancia burguesía madrileña y criada en el más puro franquismo no sabe exigirse lo que exige a los demás. No le gustó la legalización de Bildu ni tampoco ahora la de Sortu como es natural. Por eso pide que se elimine el Tribunal Constitucional. Pésima democracia la de esta remilgona adalid de la derecha que pide la disolución de un Tribunal cuando la sentencia no es de su agrado. Al parecer para esta amiga de la incontinencia verbal, todos los vascos que no son de derechas son etarras.
Es bastante torticero que personajes como este no se cansen de enarbolar las victimas de ETA, por otro lado justamente reconocidas y dignificadas con honores y dinero, y al tiempo pataleen y echen espuma por la boca cuando se trata de rescatar la dignidad de ciento de miles de víctimas inocentes que produjo la dictadura franquista. Quizás esto ocurra porque para esa derecha suya que aún venera en su corazón el yugo y las flechas, los asesinados por el franquismo están muertos y bien muertos.
Yo le sugeriría a la Presidenta Aguirre que en sus ratos de lucidez, que los debe tener, razone que no es justo ni ético hacer política solo con las víctimas que interesan. Que condene también aquel régimen de terror que produjo centenares de miles de víctimas inocentes que siguen abandonadas y sin rehabilitar a lo largo de más de setenta años para vergüenza de esta democracia. Porque y en definitiva no hay crímenes buenos ni malos. Sólo crímenes.
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