Monday 13 May 2013

VIOLENCIA CONTRA LOS MINEROS EN ARGENTINA.




Las campanas de Famatina sonaron otra vez. Y cuando en Famatina las campanas suenan fuera de misa es porque nada bueno está pasando. Las tocan los vecinos cuando hay que salir corriendo a la plaza. Y a pesar de que tienen el permiso del párroco Omar Quinteros, hasta ayer sólo tres veces las habían usado. Sonaron cuando la noche empezaba a caer y la segunda oleada de represión dejaba tras las rejas a cinco personas y mandaba al hospital a otras doce. Famatina parecía entonces una ciudad sitiada. En la plaza, las campanadas iban empujando vecinos y la policía antimotines seguía apostada, lista para actuar.

Otra vez las protestas contra de la megaminería terminaron en represión. Esta vez con 15 heridos de bala de goma y 5 detenidos. Otra vez le tocó a Famatina. Esta vez, ni el intendente Ismael Bordagaray se salvó de los golpes de la policía y hasta de las balas de goma. Los primeros disturbios comenzaron cerca del mediodía. Ayer asumían las nuevas autoridades del PJ local y la invitación especial la tenía el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera. Desde temprano, los vecinos vieron camionetas y combis extrañas recorriendo el pueblo, mientras detrás del escenario empezaban a asarse unos mil chorizos.

Para la Asamblea de Ciudadanos fueron señales inconfundibles de que el gobernador venía. Y allí marcharon a protestar. Eran unos doscientos, pero apenas llegaron se toparon con un vallado y el pueblo repleto con más de un centenar de policías. No faltaron los de civil ni los antidisturbios. El que sí faltó fue Beder Herrera. Sin gobernador, la protesta terminaba. Pero fue en ese instante en que todos se retiraban cuando los militantes que habían ido al acto comenzaron a cantar: “Un minuto de silencio para el cura que está muerto”. A los cantos, les siguieron las piedras, y a las piedras las balas de goma. “Estaba todo armado, empezaron a tirar piedras y enseguida nos tiró la policía. Esto causa mucho estupor, mucha bronca. Los policías se nos reían en la cara”, le contó a Clarín Miguel Arca.

Anoche, todos los detenidos –la mayoría mujeres– seguían en la cárcel de Chilecito. En Famatina continuaban las protestas. Fue en 2006 cuando el conflicto comenzó. Entonces, eran apenas un grupo de vecinos que intentaban convencer al resto de los problemas que la minería a cielo abierto y a gran escala iba a traer. Sus argumentos resultaron convincentes porque, de los 6.500 habitantes, más de 4.000 terminaron negándose a convertir el cerro Famatina en una mina de oro. Hasta el cura párroco y el intendente kirchnerista se sumaron a las protestas.

No el gobernador, que los acusó de “hippies violentos” y de utilizar los métodos del nazismo. En todos estos años lograron hacer retroceder a tres multinacionales –incluida la poderosa Barrick Gold– y frenaron un negocio estimado en más de US$ 25 mil millones. Sus consignas –“el agua vale más que el oro. El Famatina no se toca. El agua y la vida no se negocian”– circularon por todo el país pero no pudieron convencer al Gobierno nacional, que sigue apoyando a las mineras y justificando la represión contra los asambleístas.

La Rioja
Repudio a la represión en Famatina
Tras la represión policial sobre la asamblea de vecinos de Famatina que se manifestaba ayer en contra de los proyectos mineros impulsados por el gobernador Luis Beder Herrera, organizaciones no gubernamentales y ambientalistas criticaron el operativo que dejó 16 heridos entre los manifestantes, a quienes también se les abrieron causas judiciales. La diputada provincial por la UCR Inés Brizuela y Doria anticipó que realizará un pedido de juicio político contra el gobernador por "militarizar con miles de policías un pueblo pacifico" y detener "a cinco personas por contravenciones, cuando fue el propio Gobierno el que agredió".


Por su parte, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) expresó su "preocupación por la agresión policial" contra "asambleístas que se encontraban realizando un reclamo pacífico" y advirtió que la violencia demuestra "la creciente conflictividad que produce este tipo de proyectos mineros de gran escala y, en particular el Proyecto Famatina que pretende ser desarrollado por privados y el gobierno riojano ignorando y reprimiendo la opinión y expresión de la comunidad".

En tanto, la secretaría de Derechos Humanos de CTERA también repudió la represión y señaló "al titular del ejecutivo provincial, Luis Beder Herrera, por los graves resultados" de la acción policial. "Los manifestantes fueron agredidos por un grupo identificado con carteles de la Juventud Peronista, que además realizó destrozos en comercios y viviendas residenciales", denunció la secretaría de CTERA, que dirige el riojano Rogelio De Leonardis.

El sindicalista reclamó también "que se investigue la complicidad policial en las agresiones de la patota del partido oficialista contra los integrantes de la Asamblea que se manifestaba contra los planes mineros de la multinacional Osisko y el gobierno local".
Resumen


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