Thursday, 26 June 2014

CUANDO LA JUSTICIA NO TIENE VENDA EN LOS OJOS.


Le vuelvo a recordar, señor Horrach, que usted no cobra por ser abogado de presuntos delincuentes sino por ser Fiscal del Estado, que es el que acusa, el que mete a los chorizos y delincuentes en la cárcel. ¿Cómo les explicará a sus nietos, si los tiene, que impidió la imputación de una presunta ladrona por el solo hecho de ser princesa? ¿Con qué clase de pestilentes argumentos intenta usted evitar que los ciudadanos tengamos derecho a que de una vez por todas se esclarezca la identidad de los culpables en este clamoroso caso de corrupción y apropiación de dinero público donde intervienen individuos de la Casa Real? ¿No es acaso usted el que debería actuar como acusación del Estado cuando hay por medio un latrocinio de dinero público? ¿Qué hace usted defendiendo a capa y espada a una presunta estafadora?
Si el auto del juez Castro, al que usted ha vilipendidado en más de una ocasión, hubiera sido redactado para imputarme a mi o a cualquier otro  ciudadano de alpargata, usted, señor Horrach, no hubiera pestañeado siquiera al aceptarlo e incluso en aplaudir el concienzudo trabajo de imputación. Pero, ¡ay!, la película es bien diferente cuando intervienen actores intocables como los miembros de la Casa Real o los Blesa de turno. Siento decirle que lo suyo se llama desvergüenza y deshonor, señor Horrach.
De esta manera y con individuos como usted se llega a comprender las enloquecidas prisas por aforar hasta las cucarachas de la Zarzuela, para que ningún juez "conspiranoico" pueda imputar en el futuro a sus presuntos y regios delincuentes.
Con gente como usted no cabe en este país una justicia con venda en los ojos, señor Horrach.
Termine su desgraciado trabajo, desimpute a la princesa que es lo que le han ordenado y váyase luego a donde nunca más podamos escuchar su nombre.
j.m.boix   

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