Desde luego si fuese joven no me haría bajo ningún concepto un plan de Pensiones porque además de no creer ni fiarme de ese sistema, sería un enorme riesgo invertir en cualquier proyecto cuya redención del dinero suponga el plazo de toda una vida. Dicen que al dinero le da miedo la inestabilidad política y social, y en justa correspondencia, a la sociedad nos debería dar miedo el actual aventurerismo y volatividad del dinero. La desconfianza en este caso debía ser mutua, y en estos días más que nunca. Confiar en un plan de pensiones establecido para cobrar a cuarenta años vista es jugárselo a una carta. ¡Qué digo! Es una solemne estupidez cuando no sabemos que va a ocurrir pasado mañana en este mundo caótico y convulso. No olvidemos que vivimos en una maldita era en que todo se relativiza a la velocidad de la luz, incluido la solvencia y seriedad de los bancos y los Estados que responden por ellos. Puede resultar que al final de tus días te encuentres con que tu Plan de Pensiones se lo han jugado a la Bolsa y lo has perdido, que lo hayan invertido en algún paquete tóxico y te reste una mierda, o que la entidad financiera haya desaparecido, el Estado haya quebrado o estalle esa devastadora guerra que se insinúa cada vez más prometedora.
Ysi me considerais alarmista por escribir esto, debiera recordaros la colosal estafa financiera, aún calentita y sin resolver, a muchos de nuestros jubilados que creyeron un día en la honradez y buena fe de nuestros banqueros.
Sé juicioso y piénsatelo bien antes de confiarles a esta banda de ladrones tu vejez.
jmboix
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