La campaña antichavista y antibolivariana de los medios españoles

Comenzamos ya a estar acostumbrados en España, a ver cómo los medios de comunicación hegemónicos, propiedad de la oligarquía económica del país, trituran desde la demagogia y la falsedad a cualquier gobernante latinoamericano que se atreva mínimamente a oponerse a la religión neoliberal y al capital multinacional (en definitiva, a oponerse al capitalismo salvaje). Durante años fue Cuba y el resultado de tanto anticastrismo mediático es que muchos españoles están convencidos de que Fidel Castro es poco menos que un diablo carnívoro devorador de niños (y además se los come crudos). Luego enseguida los medios españoles detectaron otros diablos malignos: un tal Hugo Chávez, otro tal Evo Morales... Tan diabólicos estos dos últimos, que en su extrema perversidad se atrevieron a socializar los recursos energéticos en favor del pueblo. Ahora últimamente la empiezan a tomar también con Rafael Correa algunos medios. Tan siquiera se libró de la demonización la argentina Cristina Kirchner, a quien los medios dominantes (con PRISA a la cabeza) transformaron en la bruja malvada y odiosa que nos robaba a los pobrecitos españoles cuando el asunto de la expropìación a la multinacional REPSOL-YPF; todavía sangra la brutal campaña de manipulación del periódico El País contra el gobierno argentino por este tema. 

Este asunto es preocupante y trascendente, porque dichos medios son los que configuran la opinión pública de una buena parte de la ciudadanía española; son el software informativo que actúa sobre un amplio sector de los españoles, que acaban teniendo una imagen distorsionada de la realidad latinoamericana. Siendo propiedad estos medios de la oligarquía española, una vez más cobra rango de certeza la afirmación marxista según la cual la ideología y visión del mundo hegemónicas en una sociedad de clases, son impuestas por la clase dominante. 

Resulta patético que en nuestros medios siempre salga a relucir un mantra que habla del déficit democrático de gobernantes como Hugo Chávez o Evo Morales, cuando son el resultado de haber ganado limpiamente en las urnas con un amplísimo apoyo popular. Y hasta resulta cínico si tenemos en cuenta que la democracia española descansa sobre un nivel de corrupción política de los más altos de Europa, propio de un país tercermundista, con un régimen monárquico que el dictador Franco nos legó como envenenada herencia. Y es que tanto España como la vieja Europa vestida ahora con traje neoliberal, no debieran incurrir en la osadía de pretender dar lecciones de democracia. A menudo olvidamos que la Unión Europea NO ES una democracia.

Me resulta muy difícil realizar un juicio sosegado ante el tratamiento informativo que los medios españoles, en su mayoría, han realizado y siguen realizando sobre los acontecimientos relacionados con el fallecimiento de Hugo Chávez y el futuro inmediato que le espera a Venezuela. Su nivel de sectarismo y afán de manipulación mostrados, avergüenza a los ciudadanos de nuestro país ante la ciudadanía de toda Latinoamérica, no sólo de Venezuela.

Artículo publicado en "tercera información"