En estas elecciones generales los españoles hemos dado un paso tímido hacia el cambio. Esta falta de firmeza es la causante de unos resultados difíciles de gestionar. El bipartidismo, aunque muy tocado, sigue ahí, dueño de las distintas opciones políticas que puedan barajarse con estos resultados. Sin embargo, el fantasma del golpe de mano de la oligarquía sobrevuela sobre la actual y confusa situación. Para el IBEX y el resto de los mercados es dificil asumir que se haya acabado la cómoda estabilidad política que le ha brindado la mayoría absoluta del PP durante estos años. Ahora, cualquier posibilidad de cambio por pequeña que sea les horroriza. No lo soportan.
La UE de Merkel ya se ha puesto en contacto con los auténticos mandamases del PSOE para exigir esa coalición a la alemana, un gobieno PP-PSOE que de garantías de continuidad a las canallas políticas neoliberales de los mercados. Pero tal cosa supondría la aniquilación de facto de un PSOE ya demasiado tocado, que dificilmente sobreviviría para el 2019. Sin embargo, esos cuatro años serían suficientes para terminar de completar el proyecto neoliberal para España. El sacrificio valdría la pena. Por lo demás ese tiempo podía ser también el suficiente para domesticar al recambio socialista, Podemos.
Sin embargo, no creo que se produzca esa gran coalición en una España que no es Alemania. El ambiente está aquí muy caldeado como para una jugada como esa. Resultaría más fácil dejar gobernar al PP con los apoyos puntuales del PSOE en asuntos que toquen a los llamados "intereses nacionales", o los intereses de los de siempre. Una vez más sería un pacto secreto por lo vergonzoso, otro más en la triste historia de este país. Por otro lado no hay que olvidarse del Senado, que el despiste de la gente ha dejado en manos del PP, y es el órgano que refrenda o no los acuerdos y leyes nacidas del Congreso. Al final esta institución ociosa podría bloquear la gobernabilidad de una posible coalición de izquierda.
También comienza a barajarse, sobre todo en el PP, una segunda vuelta para clarificar la situación o lo que es lo mismo: unas nuevas elecciones. Y es que en España no se sabe gobernar si no es con el rodillo de las mayorías absolutas.
bucaneroerrante.blogspot
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