Friday 11 May 2018

¿LA TRAICIÓN DE PUTIN?

Parece que se destapa la farsa. Ahora puede explicarse más fácilmente la sucia actitud de Putin en el conflicto Sirio. Rusia ni tan siquiera cederá al heroico presidente árabe el material de defensa que sí le ha vendido a su enemigo Turco que hoy ocupa tierras sirias ilegalmente. No



contento con esta puñalada trapera, el mandatario ruso invita al criminal genocida de palestinos, Netanyahu, a presenciar el "Desfile de la Victoria" mientras éste bombardea a su aire al aliado iraní y sirio que han combatido codo con codo con el ejército ruso el terrorismo de a pie. Putin agradece de esta manera que Irán permitiera una y otra vez el paso de sus aviones de guerra y transporte, y utilizara en más de una ocasión sus bases militares. A esto se le llama traición lo mires por donde lo mires.
Siria devastada por los bombardeos.

En realidad Putin fue a Siria para conseguir protagonismo internacional, recuperar el estratégico puerto de Tartús y probar in situ sus nuevas armas para el mercado mundial. Solo para eso. Sin embargo, hizo ver al mundo que estaba en Siria no solo para combatir el terrorismo sino también para mantener la integridad física de ese país y a negarse públicamente a que a Siria le sucediera lo de Libia. Muchos en el mundo creímos y aplaudimos la valiente decisión de este hombre al enfrentarse al lobby terrorista occidental y que el ejército ruso [hoy sitiado y amenazado en sus propias fronteras por sus "socios y colegas" de la OTAN] se hiciera valer con un basta ya a la agresión continua de Occidente contra los pueblos.

Pero, según parece, todo ha  resultado al final el montaje de una impostura. Una miserable tramoya de un miserable héroe de pacotilla que se puso en evidencia el día que el loco de Trump le dio por atacar Siria con su cohorte de aliados tradicionales [la llamada "Coalición internacional], obligando al presidente eslavo a esconder vergonzosamente a su ejército. Ahora se comprende.
Sonrisas cómplices de Putin y Netanyahu en el Desfile de la Victoria en Moscú.
En un artículo anterior taché a Putin de cobarde. Pero ahora lo denuncio por traidor a los compromisos contraídos con sus aliados. En particular con el pueblo sirio que demasiadas víctimas arrastra. Ese digno pueblo, que el impresentable Ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, dudó de sus virtudes morales a la hora de venderle los SS-300, tiene a todo Occidente dispuesto a devorarlo. Aún así le niega esa venta diciendo que no le hace falta porque puede "defenderse con lo que tiene". Increíble el cinismo de este tipo. ¿A Erdogán, el terrorista, sí que le hacía falta? 
Si hay algo en esta vida que he aprendido es que en este mundo corrupto nada se hace sin una contraprestación económica. ¿Qué le ha prometido Netanyahu a Putin por su traición? ¿Dinero de la Casa Rothschild​?    

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