"El que las hace, las paga", es el lema que acompaña el nuevo protocolo de seguridad del Gobierno de ultraderecha argentino con el que busca enfrentar la augurada conflictividad social derivada del draconiano programa económico en curso. La frase ha sido compartida tanto por el presidente Javier Milei como su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la encargada de tener bajo control las calles de los principales centros urbanos ante la posibilidad de protestas. Bullrich volvió a repetir como un mantra la palabra "orden". De lo que se trata, para las nuevas autoridades, es que "los argentinos de bien", como han sido denominados, frente a otros ubicados en el terreno del "mal", puedan circular "en paz". Las reglas que deben seguir en adelante los potenciales manifestantes son desconocidas en cuatro décadas de institucionalidad democrática. "Los cortes (de calle) se terminan", dijo la ministra. No solo se restringe la utilización del espacio público sino que se penalizarán severamente a los organizadores de las movilizaciones si trasgreden esa normativa, llevan niños "como escudos" a las protestas o llegaron a la ciudad de Buenos Aires en buses. En adelante, las fuerzas de seguridad pueden imponer la mano dura sin orden judicial. "Se va a actuar hasta dejar totalmente liberado el espacio de circulación". También advirtió que se identificarán a "autores, cómplices, instigadores y organizadores" de los actos contra la política económica del Gobierno para que sean penalizados. Las organizaciones que hagan sus reclamos sin debida autorización deberán pagar los costos de los operativos de los uniformados. Se terminan los años en los que las autoridades buscaban, según el protocolo entonces vigente, "no reprimir la protesta social" sino activar canales de diálogo frente al derecho "a circular". El presidente argentino, Javier Milei, durante una celebración de Januca en Buenos Aires, este martes. Gobierno de ultraderecha Sube el dólar y escalan los precios: los primeros efectos dolorosos del shock económico en Argentina Primeras reacciones Según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), se ha habilitado "el ejercicio de la violencia contra los manifestantes". Las medidas anunciadas han dado alas a las voces más radicales de la nueva coalición entre Milei y otras fuerzas de derecha. El diputado José Luis Espert amenazó con "cárcel o bala" a los dirigentes de izquierda que manifestaron su rechazo al nuevo "protocolo para el orden público". El dirigente del Movimiento Popular La Dignidad, Rafael Klejzer, no se demoró en responder a Espert, un antiguo aliado político de Milei. "Es lo que buscaba el Gobierno. Primero, una medida de ajuste. Y al otro día, te mandan el paquete represivo. Si faltaba algo para unificar las luchas en el país es este intento de ejercer la violencia por parte del Estado". "Lo que anunció Bullrich es absolutamente inconstitucional. La que se ubica en el terreno de la ilegalidad, es ella. El derecho a la protesta es el primero de los derechos, sin ese, pueden violentar los demás y no hay cómo impedirlo", dijo por su parte la diputada nacional y excandidata presidencial, Myriam Bregman. La Confederación General del Trabajo (CGT) aseguró que el programa económico anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, es "nocivo" y la fuente de conflictos sociales inevitables. "Bullrich no tiene autoridad moral para hacer nada. Fue responsable de 40 muertos en el 2001, ella era parte de ese Gobierno" dijo el dirigente de los camioneros, Pablo Moyano, en relación a la caída del presidente Fernando de la Rúa, de cuya administración formaba parte la actual ministra, en medio del derrumbe económico y el estallido social que detonó el llamado corralito financiero. "¿Quiere repetir la historia? ¿Piensa que nos vamos a quedar cruzados de brazos cada vez que nos saquen derechos? ¿Piensa que la gente se va a quedar sin trabajo, sin derechos y se va a quedar en la casa mirando Netflix? Va a salir a la calle. Van a tener que hacerse cargo de lo que pase o hacer una cárcel muy grande porque vamos a ser muchos los que vamos a caer en cana defendiendo a los laburantes. No pudieron los militares, ¿estos van a asustarnos?". El próximo miércoles se conmemoran 22 años aquella grave crisis que tuvo también a Bullrich en el centro de la escena. Ese día se pondrá a prueba la eficacia de estas medidas de seguridad. La ministra dijo que se podrá protestar, pero solo en las aceras para que las vías de circulación queden libre. Los organizadores de la manifestación antigubernamental le respondieron con una ironía: "¿usted cree que miles de personas caben en las aceras?".
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