Los intereses profundos que gobiernan los EEUU no se fían de Trump. Este ha dicho que como salga elegido terminará con la guerra de Ucrania en horas. Y claro está. Eso no interesa de ninguna manera a los poderosos grupos de presión como Black Rock que ya "invirtió" en Ucrania comprando a precio de saldo extensos territorios de este país y que ahora vuelven a estar en manos rusas. Tampoco a la alemana von der Leyen le hace gracia esta posibilidad que pone en riesgo los negocios de la familia en esas tierras, ni tampoco al complejo industrial armamentístico cuya guerra en Europa se ha convertido en la gallina de los huevos de oro. De esta manera han intentado asesinar sin éxito al candidato Trump en un atentado tan extraño como burdo.
Por lo demás, la UE se hunde, descapitalizada, ante un Zelenski que no para de pedir dinero y exigir que le reconstruyan el país en guerra mientras él y los suyos se meten el dinero en sus bolsillos y hacen escandalosas inversiones fuera de la "patria que aman" y dicen defender, pero con la sangre de otros.
Zelensky ya no es presidente porque su mandato finalizó hace algunos meses y no ha habido elecciones. Por lo demás, toda la oposición está encarcelada, lo que al día de hoy convierte a este sujeto en un dictador.
Un dictador que dice luchar por los "valores occidentales".
Toda esta Europa de gánsteres aplaude su desvergüenza y continúa dándole armas y dinero.
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