Comentario: Si no tenemos en cuenta la injerencia extranjera en España, nos faltará la pieza clave para conocer la verdadera historia de nuestro país. A continuación, compartimos con ustedes por su interés un fragmento del libro de Alfredo Grimaldos La CIA en España: espionaje, intrigas y política al servicio de Washington.

Los hombres de la CIA (Central Intelligence Agency) están detrás de casi todos los principales acontecimientos políticos y militares de nuestra historia reciente. La sede central de la Agencia, en Langley, tiene poco que ver con el edificio donde entra y sale a su antojo Faye Dunaway en la película Los tres días del Cóndor. Es un gigantesco bunker desde donde se han diseñado cientos de operaciones desarrolladas en España por los servicios de inteligencia norteamericanos desde la posguerra mundial hasta hoy.
cia españa
Las recientes escalas en aeropuertos españoles de aviones de la CIA, con prisioneros que son trasladados a centros de tortura distribuidos por varios países de la órbita norteamericana, constituyen sólo un eslabón más de la cadena de actuaciones clandestinas que la Agencia inició en nuestro país durante la Guerra Fría. La sólida infraestructura que hoy permite continuar trabajando a sus hombres aquí comenzó a construirse a principios de los años cuarenta.

La CIA interviene en la instalación de las bases militares estadounidenses en nuestro suelo, la transición del franquismo a la Monarquía, el golpe de Estado del 23-F o la definitiva integración del Estado español en la estructura de la OTAN.

La permanencia de la dictadura franquista, durante casi cuatro décadas, y la evolución controlada hacia un sistema parlamentario están condicionadas por la actividad de los espías norteamericanos.

En esa oscura tarea de mover los hilos desde la sombra colaboran con los servicios estadounidenses miembros del Ejército español, destacados políticos y diplomáticos, empresarios, hombres de la banca y personajes del mundo de la cultura y el periodismo. La mayor parte de los colaboradores de la CIA tienen poco que ver con la imagen tópica, peliculera y novelesca de los espías: son individuos «normales», perfectamente integrados en su entorno social. Muy distintos son los oficiales de operaciones, situados en los puntos neurálgicos de la red. En España, durante todo este tiempo, han dirigido el espionaje norteamericano curtidos oficiales de la Agencia, expertos en acciones encubiertas, como los sucesivos jefes de la estación de la CIA en Madrid, situada en la embajada de la madrileña calle de Serrano, Robert E. Gahagen, Néstor Sánchez, RonaldEdward Estes, Richard Kinsman o Leonard Therry. Todos ellos arrastran ya un largo historial operativo cuando llegan aquí. Han desarrollado la mayor parte de sus carreras en Latinoamérica y su biografía profesional está marcada por una sucesión de golpes de Estado y de operaciones desestabilizadoras en Bolivia, Brasil, Uruguay...

Uno de los más eficaces agentes norteamericanos en España es Ronald E. Estes. Aparece en Checoslovaquia poco antes de la Primavera de Praga; en Beirut, financia y organiza la Falange Libanesa, que más adelante provocará las terribles matanzas de Sabrá y Chatila; después actúa en Grecia, para apoyar la «solución Karamanlis», como salida a la dictadura de los coroneles... Hasta que llega a España y se produce el golpe de Tejero y Milans.


Comentario: Si no conocen lo que sucedió en Sabrá y Chatila, les recomendamos que visiten el siguiente enlace para que tengan una idea de qué tipo de personajes se han estado paseando con total impunidad por España e interviniendo en los acontecimientos de nuestro país: Con monstruos así, miedo da pensar lo que han podido hacer en España y aún no conocemos.

Con los hitos profesionales de estos acreditados «especialistas» se puede reconstruir la política exterior norteamericana desde los años de la Guerra Fría. Aparte de ellos, trabaja para la Agencia una legión de colaboradores de mayor o menor rango, introducidos en todos los ámbitos sociales y políticos del país: el Ejército, los partidos, la educación, la cultura, los bancos y las grandes empresas, los sindicatos... El New York Times publica en 1975, poco antes de la muerte de Franco, que la CIA mantiene importantes relaciones con todos los partidos políticos españoles para buscar una salida al régimen, incluido el PCE (Partido Comunista de España) de Santiago Carrillo.

Santiago Carrillo

Santiago Carrillo, el comunista vendido.
Dos años más tarde, el secretario general de esta formación será invitado a viajar a Estados Unidos, caso único en la historia de los partidos comunistas, cuyos dirigentes han tenido prohibida la entrada en Estados Unidos desde siempre.


Comentario: ¿Pero esto qué es? ¿Un comunista querido por Washington? ¿Se dan cuenta de cómo se han reído de todos los españoles estos sinvergüenzas?