UN PSOE SIN ARREGLO.

Antonio Pradas.

"El secretario de Política Federal del PSOE, Antonio Pradas, asegura que la reforma electoral que está planteando el PP le recuerda a "los regímenes totalitarios o con un déficit democrático muy grande como el de Egipto" o a "cuando Berlusconi o Hugo Chávez cambiaban las normas si veían que los resultados electorales no les iban a beneficiar".

ESTOS NO TIENEN PROPÓSITO DE ENMIENDA.

El nuevo PSOE de Pedro Sánchez, enseña la patita disparando barbaridades como las que dice Pradas que persisten en ese insoportable tufo derechón que tira de espaldas. El sujeto que figura más arriba no es un mindudi cualquiera, no. Es nada menos que el Secretario de Política Federal del PSOE, de ese nuevo PSOE  que pretende "reconquistar la izquierda" para continuar con el amañado juego democrático de la Transición. Un PSOE que sigue negándose a renunciar a ser el alter ego del PP, pero que al tiempo quiere recuperar un pedigrí de izquierda que nunca ha tenido. Situación harto embarazosa para aquellos que no saben soplar y sorber al mismo tiempo.
En los últimos días se ha enzarzado en denostar a Podemos y a sus propuestas económicas con críticas infantiles por no decir penosas. 
El PSOE sigue renunciando a tener un proyecto económico de izquierda  ––su talón de Aquiles–– del que apostata para continuar protegiendo a banqueros y oligarcas que es lo que ha hecho y sabe hacer hasta el momento. 
Las últimas declaraciones del tal Padras en poco ayuda a la credibilidad de esa regeneración de izquierda prometida por el nuevo secretario general, más bien todo lo contrario. Comparar al PP con el Chavismo es ir más allá de la desvergüenza soportable o hablar de Egipto refiriéndose a su actual "déficit democrático" cuando lo que existe en ese país es una sangrienta dictadura militar golpista es ya el "delirium tremens" de la farsa y la impostura.

Los fachorros del PSOE continúan con la fijación de continuar pastando en el pesebre de siempre, el de la oligarquía causante de nuestros males y desgracias. Las últimas propuestas económicas presentadas por su novísimo secretario general se desinflan totalmente de credibilidad cuando en ellas se "olvida" derogar el artículo 35 de la Constitución con el que Zapatero vendió nuestra soberanía a los especuladores de la deuda. 

Pedro Sánchez flanqueado por algunos de los poderes fácticos del Partido.

 Lo último que se comenta es que esta formación ha resuelto no tocar la Constitución para componer esa España federal de la que hablaba su antiguo secretario general, Rubalcaba. Y es normal que esto suceda porque el PSOE no puede cambiar mientras medren por medio los personajes históricamente comprometidos o vendidos al estatu quo de la Transición. Todo aquello que suponga reorganizar y ponerlo en riesgo es tachado por los corrompidos popes del PSOE como "populista o estrambótico". 
Sánchez no va a cambiar nada pero sí está dispuesto a que el PSOE nos engañe por enésima vez con su imagen desenfadada de niño moderno. Pero no cuela. Sánchez es un pelele controlado por los viejos y no tan viejos cancerberos del partido. Un hombre de paja al servicio de los intereses de los Felipe, los Almunia y las Susanas de turno. Esta última un peligroso y mortal escorpión para todo aquel que pretenda una auténtica renovación del partido.
Y frente a la reforma electoral que el PP pretende imponer de forma arbitraria y saltándose la Constitución a cuatro días quien dice de las próximas municipales, pues menos alborotos, enjuagues y rasgados de vestiduras y más contundencia: bastaría con amenazar a Rajoy con no partipar en el acto electoral si la reforma se lleva a cabo. No hay otra solución si se quiere seguir defendiendo el pluralismo político en este país.

j.m.boix