Las Leyes no son respetables por el hecho de serlo. Y aquellas que atentan gravemente contra la Justicia hay que combatirlas allá donde se impongan. En España continúan estando en vigor leyes que contribuyen claramente a un estado de barbarie. La ley hipotecaria sigue en vigor a pesar del clamor popular y que la UE se haya manifestado en contra de su aplicación. De esta manera la gente continúa sufriendo el peso de una ley bárbara al servicio del imperio económico de los bancos y demás estafadores y usureros. Porque hay que volver a recordar aquí, que el nuevo y fatídico artículo 135 de la Constitución, consensuado entre los dos grandes partidos fascistas ––no se les puede llamar de otra manera––, ha contribuido a instaurar la barbarie al más alto nivel constitucional. Los enormes recortes en Sanidad, y en prestaciones a la Asistencia Social en estos tiempos tan críticos que corren están destrozando la vida de centenares de miles de familias. Es la Constitución y la economía al servicio de la barbarie.
El domingo pasado se manifestaban por todo el país las organizaciones "pro vida" que claman por el derecho de los "no nacidos".
Organizaciones que, sin embargo, nunca se las ve ni se las escucha manifestarse contra las guerras ––donde se mata–– o por los derechos de los "sí nacidos".
Un niño de veinte días desahuciado en Usera, Madrid. |
La hipocresía de estas Organizaciones, incluida la patógena Conferencia Episcopal, que se escandalizan y manifiestan contra el aborto, raya lo indecente por su falsedad. Detrás de sus gritos y pancartas solo hay una herramienta de enfrentamiento y pulso político donde poco o nada cuenta el derecho a la vida de las personas, nacidas o en "proyecto".
Una de las cualidades indispensables para que cuaquier organización, tanto política como ciudadana, tenga credibilidad reside en su coherencia. Y no es nada coherente defender el derecho a la vida de un feto de pocos días y sin embargo olvidarse de esos niños, incluso bebés, que están sufriendo los criminales desahucios ante la mirada indiferente de los que pasean sus beatos escapularios en el pecho. Dejarles nacer para que luego hagan esto con ellos sí que supone un crimen de lo más retorcido y deleznable.
Porque esta gente que vocifera y que sale a la calle para tachar de asesinos a los que no piensan como ellos, no salen a la calle ni rechistan cuando familias enteras con ancianos moribundos, con niños menores e incluso lactantes son expulsados de sus casas "manu militari" para que al banquero le cuadren sus ganancias. Estos hipócritas de Pro-Vida y afines están colaborando con una economía de barbarie cuando dan por bueno que los intereses de un Banco estén por encima del derecho de un niño a venir al mundo bajo un techo. ¿Para qué reivindican que nazcan, para luego privarles de ese techo y obligarles a una miserable dieta de macarrones con tomate? ¿Para eso, canallas...?
Si esta gente fuera honesta en sus reivindicaciones en vez de manifestarse como lo hacen, con sus ridículas gorritas ultras a lo te party, estarían luchando por limpiar este mundo de usureros y estafadores indeseables para procurar así que esos niños que exigen que nazcan lo hagan en una sociedad donde se les permita vivir bajo un techo, comer y desarrollarse decentemente.
j.m.boix
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