Qué espectáculo dio España. Y no me refiero a la goleada catalana a los "a por ellos,"oé oé", si no a la férrea censura al amarillo. El Zoido, que parece mentira que sea un hombre de estudios o al menos eso dicen , le ha cogido una perrera al amarillo que está tentado, incluso, de borrar este color hasta en la bandera "rojigualda". Pero, claro, estas neuropatías entran de lleno en la tradición cerril de esta gente. ¿O no se acuerdan, los más viejos, cuando los franquistas prohibieron la palabra rojo, cambiándola por colorado? Pues sí, señor. De ahí vino lo de la famosa "manteca colorá", que se popularizó en Andalucía al desterrarse la palabra rojo/ja del diccionario. Un desliz en este sentido podía suponer, incluso, pena de presidio por exaltación del comunismo. Delirante ¿Verdad? Pues ahora nos gobiernan los mismos.
El Partido de la Copa del Generalísimo [perdón, la del Rey, aunque tanto monta, monta tanto] fue retransmitido casi en todo el mundo. Y el mundo quedó perplejo ante nuestra maravillosa democracia en acción, decomisando hasta los calzoncillos amarillos de la gente.
De seguir así, no tardarán de colocarle el sambenito de etarras a esos pacíficos presos políticos que llevan desde octubre del año pasado dispersos en cárceles fuera de Cataluña, como si fueran terroristas de ETA.
Creo no equivocarme cuando digo que esta humillación que está sufriendo el pueblo catalán tardará en cicatrizar si es que cicatriza.
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