El otro día jugaron el CF Barcelona y el CF Sevilla la final de lo que se ha denominado por la gracia de Dios "La Copa del Rey".
Y ¿qué es eso? ¿Una copa que compra el rey para regalarsela a los ganadores de este torneo?
No. El rey no compra ninguna copa [quiero decir con su dinero], la compra el actual Estado "democrático" para continuar con una tradición creada por Franco para exacerbar el amor patrio.
La copa del rey se llamaba anteriormente la "copa del Generalísimo" y era el propio Franco el que presidía el palco y hacía entrega de la copa deportiva adulterada de fascismo nacionalista. El nacionalismo, como decía Vargas Llosa, es malo, pero en este caso no. En el acto, la notas del himno nacional franquista suena a todo trapo. Ayer recibía aplausos y hoy, afortunadamente, las pitadas son ensordecedoras. Es que ya está bien de tanta farsa. La bandera española actual es franquista y el rey también. Esta es la realidad que deciden mantener y reforzar los que nos engañaron con la Constitución del 78.
La democracia española está gravemente enferma de nacimiento. Y todos los sabemos. Pero lo peor de todo es que en España se esté afianzando el fascismo como tradición respetable.
No comments:
Post a Comment