Thursday, 19 June 2014

UNA TRANSICIÓN QUE NO ACABA.


                                Hoy los herederos de aquellos bárbaros que pasaron a cuchillo
                                a la España Republicana están de fiesta. El 18 de julio se renueva
                                con la entronización de un nuevo rey borbón, el nieto político de
                                un sangriento dictador que perpetúa una corona que en su día los 
                                españoles decidieron desterrar de España.
                              
                                Aquí la cuestión no es que el nuevo rey sea más simpático o más 
                                honrado, que sea campechano, tenga un master de no se qué o 
                                salude con la mano con mejor donaire que el anterior.
                                Aquí debemos seguir hablando de legitimidad. Este nuevo rey es tan
                                ilegítimo como lo fuera su padre porque forma parte de un 
                                testamento impuesto bajo el miedo a las bayonetas. Aún recuerdo la 
                                campaña de publicidad de la época previa al referendum, cuando 
                                el régimen nos machacó con terribles spots televisivos con sangrantes
                                imagines de la guerra civil para imponernos el regreso de la monarquía
                                junto a una nueva Constitución, todo en un mismo lote indivisible. 
                              "O la Constitución monárquica o el caos" rezaban sus mensajes.
                                
                                Aquellas imagines y sus mensajes no dejaban lugar a elección alguna.                                 O votábamos afirmativamente lo que se nos daba o volverían las matanzas
                                y barbaries sin fin de la guerra civil. Aquel referendum del 78 lo fue sin
                                alternativas, un si o si al testamento de Franco. En definitiva, un 
                                referendum bajo coacción y sin libertad y por ende nada democrático.
                                Que los españoles votaron sí a la monarquía, pues claro, ¿qué 
                                alternativas se les daba aparte de seguir con un régimen criminal? 
                                En ningún caso se nos dio la oportunidad de recuperar la República, 
                                que hubiera sido lo legítimo.
                              
                                Porque lo quieran negar o no, el golpe de estado del  18 de julio ha 
                                vuelto a renovarse con la entronización de este nuevo rey. 
                                Un rey que, sin duda, ha tenido ahora la oportunidad de legitimarse, 
                                preguntándole a la ciudadanía. 
                                No es suficiente desembarazarse del yugo y las flechas del estandarte 
                                real para enterrar un pasado ilegítimo. Felipe VI debió buscar el refrendo
                                democrático de los ciudadanos para su legitimación democrática, 
                                pero no lo ha hecho. Hubiera podido poner punto final a esta larga 
                                Transisción, pero ha preferido continuar bajo la sombra protectora                                   del aguilucho. Ahora me queda más claro que la Transición terminará 
                                con el advenimiento de la III República.

                               j.m.boix

                               
                                

NUEVA GORRA PARA LOS MOSSOS.

 
Otra muerte en Barcelona
 La división de Asuntos Internos investiga la muerte de un hombre de 40 años en la plaza Molina, en Barcelona. Los mossos lo detuvieron tras ser requeridos por las molestias que al parecer causaba a los clientes de un establecimiento de la zona, y ya en el suelo e inmovilizado, el hombre sufrió un infarto.

Wednesday, 18 June 2014

¿TERMINARÁN GASEANDO A LOS POBRES?


"Según informa el PP en un comunicado, los conservadores pedirán mediante una moción una ordenanza específica de mendicidad que incluya este censo de personas sin hogar porque los vecinos "no tienen por qué aguantar no poder entrar en un cajero o en los comercios, o ser molestados en plena calle".
"Los vecinos no tienen por qué aguantar no poder entrar en un cajero", dice Fernández afirma que "la mendicidad no es una actividad permitida en Tarragona, ni una actividad legal" y "en nuestra ciudad se considera una falta leve".
Pero "estamos hablando de una actividad que muchas veces hace una ocupación ilegal de la vía pública, y que debería considerarse una falta grave porque afecta a la libre circulación de las personas y a la libre actividad" (Diario Público)

Thursday, 12 June 2014

LOS PUERTORIQUEÑOS QUIEREN SER ESPAÑOLES.


 Boricuas buscan la anexión a España
Aseguran que a los puertorriqueños se les ha ocultado información vital sobre la madre patria
 
Por Gloria Ruiz Kuilan / gruiz@elnuevodia.com

La página en Facebook, denominada Reunificación de Puerto Rico con España, muestra señales de apoyo con más de 4,500 seguidores desde su creación en octubre del año pasado.
Bajo el nombre Movimiento de Reunificación con España (MRE), un grupo de puertorriqueños busca la anexión de Puerto Rico a España.
El creador del movimiento es José Nieves Seise. Explicó a El Nuevo Día que la idea de buscar que la Isla se una a España surgió de los resultados del plebiscito celebrado en el 2012.
“Esta iniciativa surge debido a la negativa del gobierno de los Estados Unidos a resolver el problema colonial del status de Puerto Rico y a no reconocer los resultados del plebiscito del 2012 y debido a que los tres partidos políticos tradicionales no luchan por lo que dicen creer. Todo eso nos llevó a la creación del Movimiento de Reunificación con España”, sostuvo Nieves  Seise.
 Durante la consulta plebiscitaria del 2012, la estadidad obtuvo el 61.16% de los votos.
 Preguntado sobre cómo los puertorriqueños avalarían el junte con España cuando mayoritariamente pidieron la anexión a Estados Unidos en el pasado plebiscito, Nieves Seise sostuvo que “Puerto Rico quiere eso porque en la escuela nos tergiversaron la historia, demonizaron a España y nos ocultaron que nosotros éramos ciudadanos españoles y que nosotros somos los descendientes de los conquistadores”.
“Puerto Rico existe gracias a la conquista española”, sentenció Nieves Seise, de 42 años.
“El 25 de noviembre de 1897 España nos otorgó la Carta Autonómica con la que Puerto Rico dejó de ser colonia y se convirtió en una provincia de ultramar de España. En el 1898 el pueblo de Puerto Rico votó y eligió al primer gobierno autonómico de Puerto Rico liderado por Luis Muñoz Rivera. Tuvimos representación con voz y voto en las cortes españolas, que es el equivalente a tener voz y voto en el Congreso de Estados Unidos”, explicó sobre el fundamento histórico para sostener la unión a España.
 “El Tratado de París, con el que España se vio obligado a ceder Puerto Rico, es ilegal porque no hubo representación del gobierno autonómico de Puerto Rico en ese tratado por eso es ilegal y en su momento en MRE irá al Tribunal de la Haya para lograr que anulen ese tratado y que Estados Unidos nos devuelva a España”, agregó.
Sostuvo que el grupo se propone realizar en julio una asamblea para escoger de manera oficial un cuadro directivo. Esto le permitirá, según dijo, recurrir al Tribunal de la Haya y pedir audiencia al gobierno español.
“El pueblo español, el 95% -por el ‘feedback’ que hemos tenido- está contento y nos recibiría con los brazos abiertos. Con la asamblea podremos inscribir el Movimiento en el Departamento de Estado para que el gobierno de España nos tome con seriedad”, destacó.
Nieves Seise dijo que Puerto Rico lograría múltiples beneficios con la anexión a España.
“Los beneficios serían  que la autonomía la otorga España, que es una autonomía  muy superior a la que otorga Estados Unidos y nos permitiría el comercio con otros países, algo que no es posible bajo el status actual. Aparte que tendríamos el euro, que es una moneda que vale mucho más que el dólar y tendríamos igualdad política, que Estados Unidos nos ha negado en pleno siglo 21”, precisó el hombre que es guardia de seguridad con un bachillerato en justicia criminal, según manifestó.
 “A nosotros en Puerto Rico nos apoyan estudiantes universitarios, gente con diploma universitario y con educación superior a la educación superior, en su mayoría. Y lo interesante del fenómeno que estamos causando es que estadistas, estadolibristas e independentistas están apoyando la reunificación de Puerto Rico con España como una solución descolonizadora de Puerto Rico”, aseguró.

Nota del autor del blog: Es un consuelo que ahora que catalanes y vascos quieren marcharse de España, nos llegue una noticia como esta que nos viene de un país hermano de ultramar. Si la historia de España no hubiera sido la que es, hoy no seríamos el fracaso de país que somos.

DE LA SOCIEDAD DEL BIENESTAR A LA BENEFICENCIA.








 Estamos asistiendo al progresivo abandono del Estado de las clases sociales más desfavorecidas, que han aumentado de manera sustancial a raiz de los recortes y una política económica totalmente insolidaria que no admite reparto alguno de la riqueza. De esta manera el Estado deja que sea la propia sociedad e instituciones no gubernamentales las que apechuguen con la responsabilidad, incluso, de alimentar a ciento de miles de familias que si por este Estado fuera, hubieran muerto de hambre. Suena crudo y criminal, pero así lo estamos observando. 

Holanda a través de su rey, Alberto, manifestó hace pocos meses el fin de la sociedad del bienestar en su país. En una clara señal de que la crisis aún persiste, el rey Guillermo de  Holanda anunció hace unos meses la desaparición del Estado de Bienestar y su sustitución por una  "sociedad participativa", donde los ciudadanos que puedan deberán ser responsables de su futuro El anuncio fue hecho en el tradicional discurso de la Corona que, si bien es leído por el monarca en el Parlamento, contiene el programa de gobierno -actualmente una coalición de socialdemócratas y liberales- y marca la apertura oficial del año legislativo.
En uno de sus primeros discursos después de asumir el trono en abril, Guillermo anunció la sustitución del "clásico Estado de Bienestar de la segunda mitad del siglo XX por una sociedad participativa".
"Cada holandés debe adaptarse a los cambios que se avecinan", dijo el rey, y añadió: "Todo el que pueda debe hacerse responsable de sí mismo y del medio en el que vive". 
"El paso hacia una sociedad participativa es particularmente notable en la seguridad social y en los que necesiten cuidados de larga duración. Es precisamente en esos sectores donde el clásico Estado de Bienestar de la segunda mitad del siglo XX ha producido sistemas que en su forma actual ni son sostenibles ni están adaptados a las expectativas de los ciudadanos", sostuvo el rey.

Aquí en nuestro país, ni la monarquía ni su gobierno han tenido la decencia de hablarnos tan claro en este sentido. Han preferido actuar como vienen haciendo, parapetados en  una mentira tras otra, haciéndonos creer que con sus recortes y privatizaciones están salvaguardando nuestra Sociedad del Bienestar cuando en realidad la están desmontando a marchas forzadas. Es difícil de creer a este gobierno cuando millones de trabajadores se quedan sin empleo con el ratero fin de establecer derechos y salarios de miseria. Es difícil de creer a este gobierno cuando miles de comedores promovidos por la solidaridad ciudadana dan de comer a ciento de miles de personas necesitadas. Es dificil de creer a este gobierno cuando la gente muere en los pasillos de los hospitales por falta de atención y recursos. Es dificil de creer a este gobierno cuando nuestros jóvenes son expulsados de nuestras universidades al carecer de medios económicos para cursar estudios superiores. 
Es difícil de creer en esa pretendida defensa que este gobierno hace de nuestra Sociedad del Bienestar cuando ni tan siquiera en estos tiempos de gravísima penuria el Estado español se ha preocupado en absoluto en algo tan básico como crear comedores estatales ante la creciente hambruna de un sector de la población. Tampoco de ofrecer planes de proteción a la infancia, dejando para la sociedad civil la responsabilidad de dar de comer a la gente. El actual gobierno de Rajoy, en este sentido es un gobierno criminal que se ha pasado por el arco del triunfo La Constitución Social y de Derecho del 78, que solo aplica cuando le interesa, como hemos visto con la imposición sucesoria en España de la distanía Franco-borbónica.   
De esta manera, la sociedad del bienestar se está diluyendo como un azucarillo ante nuestros ojos para retrotraernos de golpe y porrazo a periodos anteriores a Carlos III para recuperar la esencia de una beneficiencia "participativa" anterior a la Ilustración y al propio liberalismo. 
Las manifestaciones del rey de Holanda no son baladí. Porque en definitiva se busca que los propios ciudadanos sean solidarios entre sí y arreglen los graves problemas de desigualdad e injusticia que crea el propio sistema, eximiendo al Estado de toda responsabilidad y obligaciones. Ese es el mensaje y no otro de la llamada "sociedad participativa" que maneja la Europa del euro. Una solapada vuelta a los mecenazgos y patronatos. Un descarado regreso a la limosna que elimine cualquier pretensión del derecho de los colectivos ciudadanos frente al Estado neoliberal y capitalista.
En este aspecto, la regresión no será de treinta ni cuarenta años si no que, de facto, estaremos por detrás de la propia Constitución española de 1812, que en su capítulo 3 establece, "la obligación de los españoles a ser justos y benéficos, haciendo responsable al Gobierno de dicho cometido."
"La proclamación del Estado social de Derecho de la Constitución de 1978  supone una diferenciación sustantiva con relación al Estado liberal, ya que ambos responden a momentos históricos distintos de la evolución capitalista. En este sentido, la cláusula del Estado Social de Derecho implica una actuación positiva de los poderes públicos en el sentido de lo dispuesto en el art. 9.2, así como una función legitimadora de los medios de defensa adoptados a favor de los grupos sociales más desfavorecidos. Así, nuestra Constitución insiste de manera sustantiva en el principio de igualdad como valor superior del ordenamiento jurídico (art. 9.2), que va más allá de la mera igualdad ante la ley del art. 14 de nuestro texto constitucional; en el reconocimiento de unas serie de derechos sociales y económicos, que suponen una transformación importante de las tradicionales tablas de derechos y libertades, que determinan el contenido de ese Estado Social de Derecho (artículos 35, 41, 28.2, 43, 44, 47, y un largo etcétera); en la constitucionalización de los principios rectores de la política social y económica (Capítulo 3º del Título I) y la intervención pública en la actividad económica (art. 40)."
Sin embargo, esta claúsula del Estado Social de Derecho cuyo cumplimiento haría imposible todas las barbaridades en cuestiones sociales y económicas que estamos viviendo, quedó totalmente anulada por obra y gracia del Artículo 35 añadido en septiembre del 2011 por el PSOE en connivencia con el PP para contentar a prestamistas y especuladores de la deuda sin que previamente se le consultara a la ciudadanía. Este criminal artículo en su punto 3 dice:
"Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la ley de emisión."
Este artículo condiciona por no decir suprime todo el edificio del Estado Social y de Derecho que sustenta la Constitución del 78 para llevarnos de la mano de regreso a la peor de las beneficencias. Así de claro. El capital necesitaba la excusa de esta crisis provocada, para acabar con la idílica Sociedad del Bienestar que se inventó como contrapartida a la sociedad soviética. El muro de Berlín cayó y con él los avances sociales que hemos disfrutado hasta hoy en la sociedad capitalista.
j.m.boix


LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Establece, en el capítulo 3º, la obligación de los españoles a ser justos y benéficos, haciendo responsable al Gobierno de dicho cometido. De esta manera pone a cargo de los Ayuntamientos el cuidar de los hospitales, los hospicios, las casas de expósito y demás establecimientos de beneficencia bajo las reglas que se prescriban (artículo 321, 6ª).
A las Diputaciones provinciales les encarga cuidar de que los establecimientos piadosos y de beneficencia cumplan sus objetivos (artículo 335, 8º).

RAÍCES IDEOLÓGICAS DE LA BENEFICENCIA. 
Cuatro fuentes ideológicas se pueden señalar que justifican la aparición de la beneficencia como sistema público de ayuda social: 1) LA ILUSTRACIÓN. 2) EL LIBERALISMO. 3) EL REFORMISMO BURGUÉS. 4) EL MOVIMIENTO OBRERO.

LA BENEFICENCIA EN LA ILUSTRACIÓN.
El pensamiento ilustrado se caracteriza por la preponderancia de la razón y su proyección hacia todos los ámbitos de la vida individual y social. Desplaza, por tanto, a la ciencia y a la educación en el motor de la estructura y del cambio social, en detrimento de la religión y otras formas tradicionales de autoridad.
Sin embargo, en el caso español, algunos sectores clericales buscaron una síntesis entre cristianismo e ilustración. Eso explica en parte la coexistencia de la beneficencia con la caridad.
Jerónimo Feijoo (1676-1764), monje benedictino e ilustrado, aboga por la ‘erección de hospicios’ especializados según sectores de población: niños expósitos, niñas huérfanas, niños díscolos, pobres adultos pero estropeados, ancianos, pobres ociosos y robustos, mujeres honradas pero impedidas, mujeres de vida alegre y estragada. Los hospitales son para las personas enfermas.
Para Pedro Rodríguez Campomanes (1723-1803), conde de Campomanes, la sociedad debe atender a los verdaderos pobres: “los pobres impedidos de solemnidad son una carga necesaria de los sanos”. La atención principal es la limosna: “las limosnas son necesarias de modo que socorran al pobre y, si es posible, le ayuden a salir de la miseria”.
Sin embargo, “sería grave daño tolerar que indiscretamente se diese limosna al pobre fingido; ni contribuir con fundaciones a sostener y perpetuar en daño de la república esta ociosidad arbitraria”. En la línea de Feijoo denomina a esos pobres fingidos ‘zánganos inútiles’ o ‘viles vagabundos’.
Pero la limosna no ha de ser la única ayuda: “Al mendigo se le debe enseñar mejores costumbres, modos honestos de vivir de su trabajo, sacándole de la miseria y del abatimiento de su estado, incorporándole en la masa general y honrada de ciudadanos aplicados y útiles”. A esta labor educativa y de ocupación deben dedicarse los hospicios y las casas de misericordia, y no sólo a procurarles estancia y manutención.
Las Sociedades Económicas de Amigos del País, que propuso e impulsó, debían hacer un censo de vagos y mendigos con el objetivo de encontrar ocupaciones para ello. Hasta que el pobre encuentre trabajo ha de percibir un subsidio transitorio para evitar la ociosidad: “la limosna es siempre bienvenida pero ha de ser para salir de la ociosidad y dedicarse al trabajo en un modo útil al Estado y permanentemente”.
Aunque es más rentable la atención pública centralizada a los pobres en asilo u hospicios, en términos de eficacia, Francisco Cabarrús (1752-1810) propuso el socorro domiciliario (trabajo dentro de la propia casa, crianza de huérfanos en el seno de familias pudientes, ayuda a domicilio)…
“Sin patria ni residencia fija, sin consideración ni miramiento alguno, sin freno de ninguna autoridad, mudando de domicilio según su antojo y en la más completa libertad… Su vida miserable y vaga los exime de todo. Dados al vino y a un asqueroso desaseo, y durmiendo en pajares y cuadras mezclados y revueltos unos con otros, no conocen la honestidad ni la decencia”.
Así describía Juan Meléndez Valdés (1754-1817) la mendicidad en España, la que, paradójicamente, se ve sustentada por la caridad cristiana: “Las máximas de que el pobre es una imagen viva del Redentor; la pobreza Dios la amó; pobre de Jesucristo; pobre pero honrado, aplicadas a la mendiguez por la ignorancia o una caridad irreflexiva, la fomentan, la canonizan, y producen en la sociedad las consecuencias más fatales…”
¿Alternativas? La creación de asociaciones de caridad, protegidas por reyes y constituidas por personas del ámbito público y eclesiástico con el objetivo de censar a los pobres, recogerlos en hospicios, proporcionarles trabajos, establecer suscripciones para la recolección de fondos para sufragar gastos, etcétera.

LA BENEFICENCIA EN TIEMPO DE CARLOS III.
Durante el reinado de Carlos III (1759-1788) se produjo la transición hacia un sistema público de beneficencia, aunque entonces no recibiera esa denominación. Aunque prevalece la idea de caridad, lo cierto es que se hace más visible la intervención del poder público (alcaldes de barrio, corregidores, jueces), tanto en la gestión como en la aparición de cierta financiación pública, sobre todo de los hospicios.
POBRES DE SOLEMNIDAD, aquellos que piden limosnas por las calles y que hay que socorrer.
POBRES VERGONZANTES, personas cuya fortuna ha venido a menos y les da vergüenza pedir por la calle, hay que atenderles a domicilio.
JORNALEROS DESOCUPADOS Y ENFERMOS CONVALECIENTES, que precisan de ayudas.
VAGOS Y POBRES FINGIDOS, que han de ser castigados por su ociosidad.
Creación de hospicios para los pobres de solemnidad como lugar de acogida, salubre, y como lugar de trabajo para los adultos válidos y de aprendizaje de oficios para los niños.
Para la atención domiciliaria a los pobres vergonzantes se establecen las Diputaciones de parroquia.
Para jornaleros desocupados y enfermos convalecientes se crean las Diputaciones caritativas de barrio para prevenir la mendicidad, instruir a los niños y recoger limosnas y dádivas para el mantenimiento de casas de misericordia, hospicios y otros sistemas de ayudas.


LA BENEFICENCIA EN EL LIBERALISMO
El liberalismo se caracteriza por tener una concepción individualista que, a priori, está en contradicción con las ayudas sociales. Sobre todo si pensamos en un individualismo posesivo, en el que prevalece el derecho a la propiedad privada y la búsqueda de beneficios frente a otros derechos.
El liberalismo decimonónico sólo tiene en cuenta lo singular y afirma el derecho del individuo a extender su esfera hasta donde lo permita su poder. Ningún ser humano debe encontrar obstáculos para el desarrollo de sus capacidades y el Estado liberal constituye un instrumento para hacer efectiva esa libertad, reconociendo y amparando incluso los derechos individuales.
Si consideramos, junto a Montesquieu, que “El Estado debe a todos los ciudadanos una subsistencia segura, el alimento, un vestido conveniente y un género de vida que no sea contrario a la salud”, entonces se justifica la presencia de la beneficencia como forma pública (aunque también privada) de asistencia a las personas necesitadas incluso en un Estado liberal y una economía capitalista.
El primer reconocimiento de los derechos individuales se produce en 1789, en la Declaración de los Derechos del Hombre, que impone el deber de la Nación a proporcionar trabajo al necesitado y ayudar a quien no pudiese desempeñar tarea alguna.
En el plano ideológico, comienza, aunque muy tímidamente, a relacionarse la pobreza con la desigualdad social, y no a describirla como una mera situación de determinados colectivos sociales y personas: “El pobre tiene derechos incontestables sobre la abundancia de los ricos” (Turgot, 1750).
En el terreno político y práctico, el liberalismo propició un hecho decisivo en la transición hacia la beneficencia como servicio público: la desvinculación de mayorazgos y patronatos y la desamortización de bienes que estaban en poder de entidades eclesiásticas, municipales y particulares, denominados entonces de ‘manos muertas’, ya que no se podían vender ni transmitir al uso común.
Ambas medidas alcanzaron a bienes de la Iglesia, municipales y particulares, pero también a la propia beneficencia, especialmente a la privada: hospitales, hospicios, casas de misericordia, cofradías, casas de reclusión, obras pías y casas de expósitos.

 LA BENEFICENCIA Y LAS REFORMAS BURGUESAS.
La Ley Desvinculadora, de 27 de septiembre de 1820, suprimió los mayorazgos y patronatos, y prohibió adquirir bienes raíces o inmuebles a iglesias, monasterios, hospitales, hospicios y casas de misericordia.
Las Leyes de Desamortización de 1836 y de 1855 supusieron, entre otras cosas, que las funciones asistenciales que la Iglesia dejó de atender pasaron a un incipiente sistema público de protección (Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, Estado).
Sin embargo, las desamortizaciones no supusieron ni el reparto equitativo de las tierras (muy lejos están los resultados obtenidos del deseo de ‘la tierra para quien la trabaja’) ni supuso la secularización total de la sociedad española y canaria. Tampoco supuso que la idea de la beneficencia pública relegara por completo a la noción de caridad, ni que la acción creciente de la administración pública desplazara o suprimiera la intervención privada y confesional.











SINDICALISTAS A LA CÁRCEL.

Este Gobierno de Corruptos se da premura en encarcelar a activistas sindicales.

Foto del diario Público

Carmen, esta mujer trabajadora irá a la cárcel por defender sus derechos laborales. Por lo que se ve, el gobierno la considera una terrorista peligrosa por formar parte de un piquete sindical. No hay más que mirar los ojos cansados y hartos de llorar de esta trabajadora para ver por donde anda esta España maldita que proteje a los Blesa mientras deja sin comer a su gente y encarcela a sus trabajadores.
No sé por cuanto tiempo será sostenible esta situación pero las orejas del lobo ya hace tiempo que están más que asomadas y todos corremos peligro de ser devorados. No estaría demás que los dirigentes sindicales, Toxo y Menéndez hicieran algo más que hacer los payasos y defedieran de verdad a su gente. Una huelga de hambre, al menos, podían hacer en favor de la libertad de Carmen y el resto de sindicalistas encarcelados por el régimen.

¡¡LIBERTAD PARA CARMEN Y EL RESTO DE SINDICALISTAS PRESOS POR DEFENDER SU DERECHO AL TRABAJO DIGNO!!

Saturday, 7 June 2014

LA CASTA DE PODEMOS.


No sé si se es más de izquierdas por desempolvar conceptos en desuso y reconvertirlos en novísimos y ocurrentes hasta el punto que causen moda. Lo de la "casta" de Podemos creo que presta a equívoco al ser facilmente aplicable al grupo o rol social de cualquier hijo de vecino. Por lo demás "casta" a secas entiendo que no tiene por que ser a priori un término peyorativo. Puede ser buena, mala o regular (castizo: de buen origen de casta). Cuando Pablo Iglesias alude machaconamente a la casta evita adjetivarla en este sentido. Si vamos al diccionario encontramos que la palabreja señala entre otros significados  "grupo que forma una clase especial y tiende a permanecer separado de los demás por su raza, religión, etc." Y ese etc. lo cubriría con un "por su economía". Evidentemente el político ––algunos más que otros–– tiende a ese estatus colectivo de privilegio frente a su representado, pero en definitiva tal perversión es causa directa del tipo de democracia que tenemos, una democracia formal y representativa donde por regla general los partidos políticos solo bajan a la arena cada cuatro años, además de estar protegidos de manera impropia por el corsé del propio sistema. 
Todos somos casta en cuanto nos enontramos atrapados en determinados grupos y roles tanto económicos como sociales con serias limitaciones de transversalidad. Unos son profesores de universidad, otros fontaneros, otros ¿lumpen?, etc. Personalmente entiendo que como mínimo el uso del término sería necesario adjetivarlo para bien, para mal o para que simplemente nos entendamos. Un vino de casta generalmente se traduce como un vino excelente. Porque en definitiva, esa "casta" a secas que se intenta promocionar como abyecta palabreja incluye, lo asuma o no, al propio Pablo Iglesias y a sus compañeros elegidos el pasado 25 de mayo como eurodiputados, que ahora forman parte de esa misma casta que critican y que yo sí adjetivo aquí como golfa e inútil.
Creo que mal empezamos si solo nos paramos en crear deformes muñones de una realidad, manipulando  conceptos que solo la distorsiona. Parece ser que Podemos intenta acabar con los políticos y las clases sociales transmutándolo todo en "castas". Pero no estamos en la India. Si alguien dice que este gobierno que tenemos es de mala casta estaríamos la inmensa mayoría de acuerdo. Pero hasta ahí. Porque culpar a la casta (política) así en genérico es de una extravagancia que desborda el ya flipado gallinero de la izquierda. Al menos que se pretenda con estos tópicos eliminar a todos los partidos políticos, menos a Podemos, claro está.
Parece ser que con tal de alejarse de todo aquello que atufe a marxismo, cualquier estrambótica chorrada les vale. Desde este prisma puedo entender el sorprendente apoyo del capitalismo mediático a Podemos y también su chirrio con la militancia de Izquierda Unida.
Para un marxista existe el capitalista, la clase dominante, la clase explotadora, la clase trabajadora, términos que lejos de quedar obsoletos siguen marcando los escenarios genéricos de la lucha actual. 
Hay quien tacha estos conceptos de anacrónicos, de pasados de moda y echan a correr cuando oyen hablar de "lucha de clases". ¿Deberíamos hablar entonces de "lucha de castas"? 
De verdad que cada vez entiendo menos las pijorreas de estos modernos para huir de todo lo que huela a marxismo. En esto, a igual que los socialdemócratas, comparten plato con los capitalistas.

j.m.boix

¡NIÑOS, A COMER!