Que manden al campo de batalla a los peliculeros y sebosos americanitos, prepotentes y desquiciados, que firman manifiestos en favor de una agresión nuclear contra Rusia. Que sientan en sus carnes que la guerra no es una película ni un videojuego para trastornados.
Que se lleven a Washington, junto a la Casa Blanca, la base de Morón, la de Rota, la de Torrejón, la de Bétera y toda la caterva militarista que hoy nos inunda y nos dejen en paz.
Este pueblo nuestro ya tiene bastante desgracia con la crisis procurada por los mismos que ahora nos implican de manera sustantiva en la diana de una confrontación nuclear que ya se adivina en Europa. Los mismos criminales que han hecho posible que el treinta por ciento de nuestro país esté hoy sumido en la pobreza.
¿Cuándo los españoles dejaremos de hacer el payaso?...
Porque tiene mandanga que además de pagar los miles de millones de euros que nos cuesta la OTAN, sus guerritas y sus maniobras (los gobiernos del PP y PSOE nos ocultan casi todo sobre estos asuntos), tengamos encima que soportar el sinvivir que mañana las bombas nos quemen vivos y nos borren del mapa.
El que quiera una guerra que se la lleve a su casa y la siente a su mesa.