"España se adelanto a la nueva ola de la tortura
refinada gracias al régimen FIES allá por la época en que gobernaba Felipe
González. Fue la mayor vergüenza de todos los sistemas cárcelarios habidos. La
política penitenciaria es la misma siempre, con independencia de quien
gobierne." /Isabelelbal1/
Ante todo hay que denunciar que este
régimen es ilegal actualmente en España, que fue abolido en 2009 por el Tribunal
Supremo, al considerar que violaba varios artículos del Código Penal, de la
Constitución y de los Derechos Fundamentales. Sin embargo "Se sigue aplicando".
FIES: UNA CÁRCEL DENTRO DE LA CÁRCEL.
No es
una simple base de datos como pretenden hacernos creer. Constituye un régimen penitenciario en sí mismo. Pese
a que en un origen se apuntaba que no supondría "la fijación de un sistema
de vida distinto de aquel que reglamentariamente le venga determinado a un
interno", el primer punto establecía "normas de seguridad relativas a
las personas incluidas en el fichero", que en la realidad se transformaban
en restricciones como el control de las comunicaciones o el aislamiento total.
Su aplicación, además, no dependía de ningún juzgado, sino de las propias
direcciones de las prisiones.
Existen cinco grupos de
internos de especial seguimiento, según la última instrucción de la Secretaría
General de Instituciones Penitenciarias: FIES-1 (Control Directo:
"Internos especialmente conflictivos y peligrosos"); FIES-2
(Delincuencia Organizada: "Internos ingresados en relación con delitos
cometidos en el seno de organizaciones o grupos criminales"); FIES-3
(Bandas Armadas: "Internos ingresados por vinculación a bandas armadas o
elementos terroristas, y aquellos que colaboran o apoyan a estos grupos"),
FIES-4 (Fuerzas de Seguridad y Funcionarios de II.PP.: "Internos que
pertenecen o han pertenido a estos colectivos profesionales"); y FIES-5
(Características especiales: "Internos que dadas sus características
criminológicas o penitenciarias precisan de un especial seguimiento, por
razones de seguridad").
El caso de Alfon.
Alfonso Fernández Ortega,
Alfon es un joven de 21 años del barrio de Vallecas de Madrid que fue detenido un miércoles 14 de noviembre, día de huelga general, y desde entonces permanece
en prisión preventiva y, hoy, en FIES.
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¿Este chico es un peligrosos criminal? |
Cuando Alfon llegó a la
prisión del Soto del Real, una de las primeras cosas que hizo fue reunir en
asamblea a varios compañeros de su módulo después de que a uno de ellos le
robasen una tarjeta telefónica. El joven les dijo que lo que había que hacer no
era denunciarlo, o chivarse, sino organizarse para conseguir una nueva tarjeta.
"Alfon reunió a algunos de sus compañeros y les intentó convencer de que
lo mejor era tomar decisiones entre todos y de esa forma tener más capacidad de
movilización", cuenta su abogado, Erlantz Ibarrondo.
Amadeu Casellas pasó 28 años
en prisión. Entre ocho y diez, de forma interrumpida, los pasó aislado en
régimen FIES. Atracador de bancos, Casellas militó en el anarquismo desde los
14 años. Repartía el dinero que se llevaba de las entidades bancarias entre el
grupo anarquista en el que participaba y familias con pocos recursos. Aunque él
también se quedaba una parte, en su momento se le conoció como el 'Robin Hood
español'.
Casellas asegura que
permaneció un tercio de su estancia en prisión aislado por "pensar".
" En una cárcel, si piensas, eres un peligro. A mí me catalogaron como una
persona de extrema peligrosidad cuando jamás tuve un delito de sangre. ¿Por
qué? Porque era capaz de reunir a 200 presos en un patio y convencerles de que
teníamos que reclamar nuestros derechos. Si en una prisión actúas con dos dedos
de frente, te aíslan. Te quieren diciendo 'sí, señor' todo el día. Si no lo
haces, te ven como alguien peligroso ya que contradices su sistema. A mí un
director de una cárcel llegó a decirme: 'En un patio de gallinas, un gallito
como tú lo revoluciona'. Literalmente".
¿Tiene por tanto algo que ver
con que incluyeran a Alfon en régimen FIES el hecho de que se reuniera en
asamblea con sus compañeros? Casellas lo tiene claro: "Segurísimo. Si
Alfon no les sigue el juego a los funcionarios y continúa hablando y luchando,
le aislarán". Ibarrondo, si bien no está en lugar de afirmar que ese sea
el motivo, sí explica que una de las razones por las que alguien puede entrar
en el fichero es el "haber generado una gran alarma social".
Casellas estaba en FIES-1.
"Me pasaba 22 horas al día en una celda, solo. Salía únicamente dos horas
al patio, también solo. Tenía las comunicaciones restringidas y tanto las
llamadas como el correo estaban intervenidos. Además, me trasladaba
continuamente de una cárcel a otra para que no estableciera ningún contacto
constante con otros presos", recuerda. Hace memoria y habla de presos que
se suicidaron debido a ese aislamiento. Otros veían en el alcohol o las drogas
la única vía de escape. "Yo salí bien, creo, aunque tengo amigos que me
dicen que desde entonces soy más frío, más calculador", dice para señalar
que lo más trágico "era la soledad".
Alfon, a día de hoy, está en
FIES-5. A día de hoy porque, según advierte su abogado, pueden cambiar a un
interno de un grupo FIES a otro en cualquier momento. Depende de la institución
penitenciaria competente. "Ahora mismo, Alfonso tiene intervenidas y
limitadas las comunicaciones. Solo puede hacer dos llamadas a la semana y a dos
teléfonos que él mismo ha elegido: uno, el de su familia; el otro, de la novia.
Además, únicamente puede enviar y recibir dos cartas a la semana. Las visitas
también están limitadas. Es más, desde la prisión nos han avisado de que en
cualquier momento pueden intervenir las comunicaciones que yo, su abogado,
mantengo con él. Sin embargo, lo que más le tiene minado es el estar siempre
bajo el control de los funcionarios".
Aunque por ahora no esté
aislado -está en una celda con un compañero-, Ibarrondo no puede comprender por
qué a un chico de 21 años le aplican un régimen tan duro. "¿Cómo lo han
valorado? ¿Quién lo ha hecho? ¿Con qué criterio?".
Casellas salió de prisión hace
tres años. Desde entonces, se dedica a dar charlas para dar a conocer las
condiciones reales del FIES y así aunar fuerzas y apoyos para que se elimine.
"Cuando estás en FIES, el resto de presos ven tu situación y la mayoría,
por miedo, se callan. Es lógico. Ahora además hay un gran porcentaje de
reclusos que es migrante. Muchos desconocen la legislación y así es muy difícil
que sepan que un régimen como FIES debería ser declarado ilegal. La lucha, por
tanto, hay que hacerla desde fuera".