Uno de los daños más graves que el gobierno
de Rajoy ha infringido a la población española se relaciona con la
nefasta gestión, el desmantelamiento y la privatización de nuestro Sistema Sanitario Público.
Pero el proceso no ha finalizado. El PP aún dispone de un plan mucho
más efectivo y barato que la compra de hospitales, un plan para
privatizar a los médicos y enfermeras y su práctica clínica desde dentro
del SNS, mediante un nuevo modelo de gestión clínica que se ha dado en
llamar Gestión Clínica S.A.
Para impulsar este plan privatizador, directivos de decenas de hospitales públicos han constituido un grupo de presión
(SEDISA) junto a directivos de los hospitales privados y empresas
farmacéuticas y tecnológicas. Para llevarlo a cabo, se ha seleccionado a
la auditora EFQM, dirigida por el presidente en España del gigante
estadounidense IBM, matriz de la consultora PWC.
El nuevo modelo de Gestión Clínica pretende fragmentar el sistema y
transformar los servicios sanitarios en unidades con personalidad
jurídica propia y autonomía de gestión, lo que permitirá la competencia
entre ellos dentro de una lógica de mercado, laboralizar a los
profesionales y nombrar a jefes de servicio externos, que podrán
provenir directamente de la industria sanitaria.
Los objetivos de los nuevos directivos son, redirigir la práctica
clínica hacia sus intereses empresariales, sin necesidad de costosos
programas de marketing y la externalización de servicios mediante la telemedicina.
Además SEDISA ya ha anunciado su pretensión de modificar las
retribuciones de los profesionales, con una parte variable que dependerá
de los ahorros que estos generen en la atención sanitaria a los
pacientes, convirtiendo al personal sanitario en cómplice de los
recortes.
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EL PSOE TAMBIÉN PRETENDE DINAMITAR NUESTRA SANIDAD PÚBLICA. |
En este contexto, el candidato del PSOE a la presidencia de España, Pedro Sánchez, ha constituido una especie de “gobierno en la sombra”, para elaborar el programa electoral cara a las próximas elecciones generales.
Como “Ministro de economía” nombra a Jordi Sevilla, exministro
de Administraciones pública en el gobierno de Zapatero, y alto
directivo, desde el año 2009, de la Multinacional PWC/IBM, la empresa
privada más activa en la privatización de nuestro SNS. El Ministerio de
Economía gestiona la investigación biomédica en España por decisión del
actual Ministro de Economía Luís de Guindos, también exdirectivo de PWC,
que al acceder al cargo traspasa la gestión del Instituto de Salud
Carlos III, organismo estatal de investigación sanitaria, desde el
Ministerio de Sanidad al de Economía y Competitividad.
El control de la investigación biomédica del sistema público entra
claramente en conflicto con los intereses empresariales de Jordi
Sevilla, responsable de coordinar o codirigir los foros que, con fuerte
presencia de la sanidad privada, organiza PWC, para elaborar anualmente
el documento “10 temas candentes de la sanidad española”, que van
marcando la hoja de ruta de la privatización sanitaria en España.
Sus recomendaciones:
-Ceder la gestión del SNS a las empresas multinacionales, que “como
socios estratégicos podrán garantizar el acceso a la innovación, con el
consiguiente incremento de sus beneficios”.
- Sustituir las consultas médicas presenciales por la telemedicina,
que “permitirá un negocio de gran volumen y rápido crecimiento”.
- Liberalizar el acceso total a los datos de salud de la población
española, incluyendo el genoma humano, sin restricciones ni mecanismos
de control.
- Implicar más a las familias en el pago de su propia salud.
Como “Ministro de sanidad” Pedro Sánchez elige a Rafael Bengoa. Bengoa
se posiciona en contra de los copagos, sin embargo apuesta por la
colaboración público-privada (CPP) para gestionar la sanidad pública, no
en vano fue coautor del Informe Abril. Cree que es necesario realizar
una "cirugía bastante profunda" del SNS, y apoya la recomendación de PWC
de generalizar la teleasistencia, mediante un control continuado y a
distancia de marcadores e indicadores de laboratorio de los pacientes
crónicos en sus propios domicilios, a base de costosos dispositivos
móviles, a pesar de que estas medidas son experimentales y carecen de
aval científico en el momento actual. Rafael Bengoa es director de la
escuela de negocios y de salud de la universidad de Deusto (Jesuitas) y
los foros que organiza sobre gestión sanitaria están financiados por las
grandes multinacionales farmacéuticas, lo que entra en conflicto
directo con la elaboración de un programa sanitario.
Y lo mismo ocurre con la responsable de Ética del gobierno de Sánchez, Victoria Camps,
que compatibiliza su puesto en el Comité de Bioética de Cataluña
(teóricamente incompatible con cualquier interés privado) con su
pertenencia a la fundación de la multinacional farmacéutica Grifols, lo
que también entraría en grave conflicto con su nombramiento como miembro
del próximo gobierno.
Entre los principales motivos de la “caída en desgracia” de Rajoy y de su gobierno se encuentra su empeño en privatizar y desmantelar el SNS. Por el contrario, muchos afiliados y votantes del PSOE participaron activamente en las Mareas Blancas para defender el Sistema Sanitario Público.
El SNS no soportará nuevas agresiones ni la población española se
puede permitir nuevas frustraciones, así que Pedro Sánchez debería
explicar si pretende llegar al gobierno para redistribuir la riqueza y
proteger los servicios públicos recortados y privatizados o lo que
realmente pretende es “cambiar algo, para que todo siga igual”.
Ana Polo Sánchez | Radióloga | Hospital Universitario de Getafe