Informe analítico, II parte.
Es necesario empezar
a analizar el proceso de involucración de Ucrania en la OTAN desde los
principales documentos políticos en los que se basa la "integración euroatlántica"
del país. Para integrar a Ucrania en la Alianza Atlántica se desarrolló un
fundamento político y legal que pone de relieve los intentos del Gobierno ucraniano de
convertir el país al menos en el socio más próximo de la OTAN cuando no en su
miembro.
El primer documento
que hace constar oficialmente el rumbo de Kiev a la integración en la
oTAN fue la Carta OTAN–Ucrania sobre Asociación Específica. Es una
importante declaración política que define claramente las posturas de las partes y las
prioridades de su cooperación.
Los acápites 3 y 4 de
la carta rezan: "3. Ucrania reafirma su decisión de continuar reformas
militares, fortalecer el control democrático y civil sobre las Fuerzas Armadas e
incrementar su compatibilidad técnica y operativa con las fuerzas de la oTAN y
los países socios. La OTAN reafirma su apoyo a los esfuerzos
de Ucrania en estos
ámbitos".
"4. Ucrania da
la bienvenida a los intentos activos y continuos y de la cooperación con
otras organizaciones internacionales, como la organización para la seguridad y
la cooperación en Europa (Osce), la Unión Europea, el consejo de Europa
y la Unión Europea occidental en materia de desarrollo de la seguridad
euroatlántica y el fomento de un ambiente general de confianza en
Europa".
La carta establece
asimismo el grado de acceso de la OTAN a las áreas de importancia
estratégica para cualquier Estado, como
• Planeamiento civil
de emergencias y preparación para situaciones de emergencia y
desastres naturales;
• Relaciones entre la
población civil y los militares, el control democrático sobre las Fuerzas
Armadas y la reforma militar en Ucrania;
• Planeamiento de
Defensa y de recursos financieros, desarrollo de la política, estrategia y concepto
de seguridad nacional;
• Reconversión de la
industria militar;
• Cooperación militar
entre la OTAN y Ucrania y su compatibilidad técnica y operativa;
• Aspectos económicos
de seguridad;
• Ciencia y
tecnología;
• Seguridad
ecológica, incluida la nuclear;
• Investigación y
desarrollo en el ámbito aeroespacial a través del Grupo Asesor para la
Investigación y Desarrollo Aeroespacial (AGARD);
• Coordinación civil
y militar de sistemas de mando y control del tráfico aéreo.
La carta firmada en
1997, cuando el sillón presidencial en Ucrania lo ocupaba Leonid Kuchma,
determinó las "aspiraciones euroatlánticas" de Kiev para las futuras décadas. Polonia
tenía que desempeñar un papel especial en la involucración de Ucrania a la oTAN.
Por ejemplo, el acápite 8 de la carta reza que los militares
polacos y ucranianos
practicarán adiestramiento militar, incluyendo maniobras militares en el
territorio de Ucrania, en el marco del programa "La Asociación para la Paz" y la OTAN prestará apoyo al batallón de paz polaco–ucraniano.
La "asociación
específica" que empezó a desarrollarse a partir de la suscripción de la carta, conllevó
la elaboración del Plan de Acción entre la OTAN y Ucrania, aprobado el
22 de noviembre de 2002, en plena guerra en Afganistán y en la antesala de
la ofensiva de EEUU contra Irak.
El acápite B de la
Parte I de este documento va más allá de las declaraciones y establece como
prioridad de la política exterior y de defensa de Ucrania una integración total del país en las
estructuras militares euroatlánticas. Esto se convierte en el objetivo estratégico
de Kiev. Para lograrlo, Ucrania tuvo que asumir importantes
compromisos políticos, por ejemplo, poner el Ejército y las fuerzas
del orden en
conformidad con la "política euroatlántica del país". otros
compromisos están indicados en el
Plan de Acción están definidos con meridiana claridad. Al firmar
el documento, Ucrania asumió los siguientes compromisos:
• abrir la economía
del país, conforme a los estándares de la organización Mundial de comercio
(OMC), es decir, colocarla bajo control externo;
• Reorganizar las
Fuerzas Armadas de Ucrania para convertirlas en un Ejército bien
preparado y dotado, “capaz de prestar apoyo a operaciones humanitarias y de
mantenimiento de la paz que se desarrollen bajo la égida de
organizaciones internacionales”;
• “Adoptar los
estándares y métodos de la oTAN” para avanzar por el camino de la integración
euroatlántica y aumentar la compatibilidad operativa de las Fuerzas
Armadas de Ucrania y los Ejércitos de la Alianza mediante la
participación en las “operaciones de gestión de crisis realizadas por la OTAN”;
• Hacer una mayor
aportación a las “operaciones de paz” llevadas a cabo por la OTAN en los
Balcanes y Afganistán (para 2002);
• Mantener las
fuerzas de reacción rápida en disponibilidad operacional para que puedan participar
en operaciones conjuntas con la OTAN, así como adiestrarlas de
conformidad con los estándares de la Alianza Atlántica;
• Alcanzar un nivel
determinado de compatibilidad del armamento y material bélico existente y
futuro, así como de la doctrina militar con la OTAN;
• Y desarrollar la
compatibilidad entre sistemas de información y comunicación ucranianos y los que
tiene en su disposición la OTAN, es decir, entre canales de
transmisión e intercambio de la información político militar.
Para que la OTAN no
ponga en duda los intentos de Kiev de integrarse en la comunidad
euroatlántica, Ucrania dio su visto bueno para el traspaso de la información
confidencial en materia de defensa a los servicios de inteligencia de la Alianza. El
mismo plan preveía la reconstrucción de redes protegidas de transmisión de
datos secretos, conforme a las exigencias del bloque noratlántico. Además,
se propuso a los servicios de seguridad de Ucrania
"intercambiar la
información confidencial sobre el planeamiento y reforma militar con la OTAN", atribuyéndolo al cuidado de la seguridad de la información de sus socios.
De ese modo, a
finales de los 1990 y principios de los 2000, se sentaron las bases para continuar
involucrando a Ucrania en la OTAN. Los documentos firmados por Kiev se destacan
por una amplia cobertura: la OTAN obtuvo acceso a todos los niveles del
sistema político–militar de Ucrania, desde la industria de defensa hasta los
datos secretos sobre el planeamiento de Defensa.
La llamada
"revolución naranja" de 2004 en Ucrania dio un impulso adicional al fomento de las
relaciones con la OTAN. El Gobierno prooccidental de Víctor Yúschenko que
llegó al poder, continuó el rumbo político de Leonid Kuchma hacia el acercamiento
con la Alianza Atlántica, al incrementar la velocidad y dimensiones de la
"integración euroatlántica".
El 13 de marzo de
2006, el entonces presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, promulgó el Decreto
Sobre el sistema nacional para coordinar la cooperación de Ucrania con la
Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Este sistema nacional
fue creado con el fin de preparar a Ucrania a adherirse a la Alianza. A tales
efectos, en organizaciones públicas fueron nombrados para involucrar a Ucrania en la OTAN coordinadores nacionales
responsables de cumplir "misiones en las respectivas áreas de cooperación
con la OTAN, incluida la preparación de Ucrania para su integración.
La lista de entidades
mencionadas en el Decreto incluía el Ministerio de Asuntos Exteriores,
el Ministerio de Defensa, el consejo de seguridad, el servicio de seguridad, el
servicio de Vigilancia de Fronteras, el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de
Economía y otras organizaciones públicas, como el Ministerio de Educación, el
comité Estatal de Radio y Televisión, etc.
En la época de
gobierno de Víctor Yúschenko, se hizo todo lo posible en el ámbito político y
práctico para obtener la posibilidad de adherirse a la OTAN–el Plan de Acción para
pasar a ser miembro de la Alianza Atlántica.
Mientras, las
capitales europeas manifestaron dudas justificadas respecto a la necesidad de
asumir la carga de defender a Ucrania y Georgia. "Se debe ampliar la Alianza,
si esto responde tanto a sus intereses como a los intereses de los Estados que
buscan integrarse", declaró el 2 de abril de 2008 a la radioemisora "onda
alemana" el general alemán Harald Kujat, expresidente del Comité Militar de la OTAN–el órgano supremo de la estructura militar de la Alianza. El general
destacó también que la OTAN no debe importar problemas de seguridad.
Se sabe que en la
cumbre de Bucarest (2008), el consejo del Atlántico Norte no apoyó la
iniciativa de EEUU de incorporar a Ucrania y Georgia al bloque. Los votos de Alemania y
Francia que se pronunciaron en contra de esto desempeñaron el papel clave.
La ofensiva lanzada por Georgia contra Osetia del sur y
la guerra de agosto
de 2008 en la que Ucrania se destacó como suministradora de sistemas de
defensa antiaérea Buk–M1 y otro material bélico al régimen del entonces presidente
georgiano, Mijaíl Saakashvili, confirmaron que aquella decisión fue correcta.
Al ser elegido Víctor
Yanukóvich presidente de Ucrania (enero de 2010), la concepción de Estado
no alineado (fuera de cualesquiera bloques) constituyó el fundamento del
rumbo político del nuevo mandatario en quién en aquella época cifraron
esperanzas tanto la población rusoparlante del sureste de Ucrania como todos los
ciudadanos que no hubieran perdido buen juicio. El capítulo
siguiente muestra
que, de hecho, la cooperación militar de Ucrania con la OTAN a nivel práctico
continuó también durante el gobierno del presidente prorruso, Víctor Yanukóvich.
Mientras, la
involucración de Ucrania en la oTAN a nivel político se ralentizó demasiado. El Decreto
presidencial No. 495/2010, del 2 de abril de 2010, suprimió el centro
nacional para la integración euroatlántica de Ucrania. Además, Víctor Yanukóvich
puso fin al trabajo de la comisión interdepartamental para preparar el
ingreso de Ucrania en la Alianza mediante el Decreto No. 496/2010, al cancelar,
de hecho, el Decreto sobre el sistema nacional para coordinar la cooperación de
Ucrania con la organización del Tratado del Atlántico Norte, promulgado por
Víctor Yúschenko. El 2 de julio de 2010, la Rada suprema (parlamento
ucraniano) aprobó con 259 votos a favor la ley Los principios de la política interior
y exterior, al determinar el estatus no alineado del país, es
decir, fuera de
cualesquiera bloques polítios y militares.
En aquella época, la
renuncia de Ucrania a ingresar en la oTAN la compensaba la integración
político–militar del país eslavo en la Unión Europea.
Según los medios de
comunicación ucranianos, Kiev y Bruselas acordaron el texto del acuerdo de
asociación entre Ucrania y la UE ya el 19 de diciembre de 2011,
es decir, cuando Víctor Yanukóvich ocupaba el sillón presidencial. El 30 de marzo de 2012,
el servicio de prensa e información del Ministerio ucraniano de Exteriores
comunicó que las partes rubricaron el texto acordado,
preparándolo para que
fuese ratificado por el parlamento y promulgado por el presidente.
Pese a la opinión
generalizada, el acuerdo no sólo supone para Ucrania el establecimiento de
una zona de libre comercio y la necesidad de elegir entre la UE y la Unión
Euroasiática.
Al imponer a Kiev el
acuerdo de asociación, occidente esquivó la decisión de la cumbre de la OTAN celebrada en Bucarest, al encontrar un camino indirecto hacia la
involucración del país eslavo en la OTAN. Para entender esta "estrategia
indirecta", hay que leer con atención la Parte II del acuerdo de asociación.
Esta Parte escrita en
un lenguaje diplomático sutil no menciona directamente las estructuras de la OTAN o las estructuras militares de la UE. Pero uno de los objetivos del
"diálogo político", es decir, de la incorporación de Ucrania en el espacio
geopolítico occidental, radica en "promover el diálogo y profundizar la cooperación entre
las partes en el ámbito de seguridad y defensa".
La asociación de
Ucrania con la UE no busca desarrollar el libre comercio y acuerdos sobre
aranceles aduaneros. Este documento establece, ante todo, el ingreso
del país en el
sistema político–militar de la OTAN. Una mención disimulada del bloque aparece en
el acápite 3b del Artículo 5: Bruselas y Kiev "aprovecharán en la medida de lo
posible todos los canales diplomáticos y militares que existen entre las
Partes, incluidos los respectivos contactos en terceros países y
en el marco de la ONU, la OSCE y otras plataformas internacionales".
Bajo "terceros
países" se entiende a EEUU, entre otros Estados, y las "plataformas internacionales"
incluyen, por lo visto, a la OTAN en el marco de la que funciona la
comisión OTAN–Ucrania (NUC, por sus siglas en inglés) instituida en 1997.
Es importante también
que el mecanismo principal de la cooperación, según el acuerdo, sea
la Política Exterior y de Seguridad Común, es decir, el mecanismo de
cooperación estratégica entre las estructuras militares de la OTAN y la UE.
A finales de 2013 y
principios de 2014, la renuncia de Víctor Yanukóvich a firmar el acuerdo de
asociación, sus torpes maniobras políticas y los intentos de nadar entre dos aguas
provocaron un golpe de Estado con empleo de armas. La fuga de Yanukóvich de
Ucrania abrió el camino hacia la total involucración del
país en la Alianza
Atlántica.
Cuando estalló la
crisis en el sureste de Ucrania y Crimea se reunificó con Rusia, los
acontecimientos pasaron a desarrollarse a un ritmo acelerado. No es ningún secreto que
los dirigentes de EEUU y de la OTAN aprovecharon el conflicto en Ucrania
tanto para concentrar más fuerzas militares cerca de las fronteras
de Rusia y resolver
definitivamente la cuestión con la incorporación de Ucrania, Georgia y
Moldavia en la OTAN en una u otra calidad.
(continuará)